lunes, 29 de noviembre de 2010

El gobierno ganó la pulseada en el Congreso durante 2010

Por Agustín Álvarez Rey
Para Tiempo Argentino

La oposición arrancó mejor el año, pero finalizó atomizada. La declaración de Interés Público de la producción y venta de papel de diario, la Ley de Entidades Financieras y el reparto de ganancias serán la prioridad del oficialismo en 2011.

No va más! El año parlamentario llega a su fin y la sensación de que, tanto el oficialismo como la oposición han quedado en deuda parece adueñarse del balance. La impresión aparece como lógica en el marco de un Parlamento que mostró un arco antikirchnerista que intentó imponer su agenda, acorralar al gobierno y dañar la imagen presidencial; y un oficialismo disminuido en número que tuvo como principal objetivo defender las políticas del Poder Ejecutivo pero no encontró chance cierta –pese a que lo intentó– de volver a ganar el centro del ring para dominar el debate y la agenda.
Dentro de las posibilidades que ofrecía este escenario, y con un funcionamiento aceitado, el Frente para la Victoria (FPV) concluyó el año mejor de lo que lo comenzó a diferencia de una oposición que llega al último tramo de 2010 atomizada, con las fracturas expuestas y las internas a flor de piel.
Así se puso de manifiesto en la sesión que se llevó a cabo el miércoles pasado en la Cámara Alta, cuando el oficialismo le propinó una verdadera paliza parlamentaria al arco opositor que, como dijo el senador por la provincia de Buenos Aires Eric Calcagno, “no es precisamente el arco del triunfo”. Ese día el oficialismo se impuso en todas las votaciones –Superpodres, DNU, Reforma del Consejo de la Magistratura, Ley de Salud Mental y el marco regulatorio para la medicina privada– y en alguna hasta por seis votos. Una diferencia que hace algunos meses, dada la paridad que mostraba el desarrollo cotidiano, parecía impensada.
De esta manera, y como marca la Constitución Nacional, el bloque comandado por Miguel Ángel Pichetto logró clausurar por un año los debates sobre la reforma del Consejo de la Magistratura y la reglamentación de los Decretos de Necesidad y Urgencia, ya que con el rechazo de la Cámara revisora los proyectos deben esperar un período completo para volver a ser tratados.
Por su parte, el FpV también fue víctima del trabado funcionamiento legislativo. Si bien el Presupuesto 2011 aparece como la muestra cabal de las dificultades que ha tenido que superar el oficialismo este año, no es el único proyecto que formaba parte de la agenda del Kirchnerismo y que deberá esperar en carpeta hasta el comienzo del nuevo período legislativo. La misma suerte corrieron la Ley de Arrendamiento, la Ley de Servicios Financieros, el proyecto de ley que elimina los desarmaderos, la declaración de interés público, la producción, distribución y venta de papel para diario y el régimen de reparto de las ganancias de las empresas entre los trabajadores.
De todas ellas la única que logró dictamen de comisión, pero no llegó a pasar por el recinto, es la que regula la producción y comercialización del papel de diarios. El debate, comandado por la kirchnerista Juliana Di Tulio volvió a reflejar el divorcio entre las bancadas opositoras y la demanda de acceso igualitario a la información que se había manifestado durante el tratamiento de la Ley de Medios. Las audiencias convocadas para escuchar a los sectores vinculados con la actividad fueron presenciadas solamente por diputados del oficialismo, quienes suscribieron luego el despacho que puso al proyecto en condiciones de bajar al recinto.
Todo indica que esta iniciativa, y las restantes impulsadas por el FPV dominarán la agenda en el nuevo período de sesiones ordinarias que se inicia en marzo de 2011, ya que ninguna pierde estado parlamentario y además son consideradas como naves insignias del proyecto kirchnerista.
Más allá de los escasos resultados obtenidos en el Parlamento y lejos de la realidad que intentaron construir Felipe Solá (Peronismo Federal), Elisa Carrio (Coalición Cívica) y Oscar Aguad (UCR) desde el Salón de los Pasos Perdidos luego de cada una de las sesiones caídas por falta de quórum, el Congreso tuvo un año de intenso trabajo. Por ejemplo, la Cámara de Diputados duplicó la cantidad de reuniones de comisiones en comparación con 2009 y sesionó ocho veces más. Por su parte el Senado mantuvo un promedio de dos sesiones por mes. Una frecuencia que teniendo en cuenta la paridad numérica no resiste mayores críticas.
Esta semana, formalmente la última de actividad en el Congreso, Diputados llevará a cabo la sesión preparatoria en la que elegirá a las autoridades de la Cámara Baja para el próximo período (ver aparte). Además, el director de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Diego Bossio, expondrá mañana a partir de las 13 ante la Comisión Bicameral de Control de Fondos de la Seguridad Social, cuyo presidente es el legislador oficialista y titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Alta Eric Calcagno.
Tras el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de un pago por única vez de $ 500 a los jubilados, la oposición aprovechará la ocasión para volver a cuestionar al titular de la ANSES por el manejo de los fondos.
Fuente: Tiempo Argentino

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