jueves, 25 de noviembre de 2010

Respuesta a Vargas Llosa

Respuesta a Vargas Llosa por sus comentarios sobre nuestra patria

Por Manolo Bordón(*)

08:27 Mire don Mario, usted es un gran escritor, he leído varios de sus libros y me copé mucho con mas de uno. Pude verlo en Galerías Pacífico una tarde de medio sol, firmando autógrafos cansados, con la mirada larga del aburrimiento lógico. Usted es una pluma de América y del mundo. Un casi Borges, un casi Benedetti, un casi Gabo, pero a pesar del Nobel que le dieron los que inventaron la dinamita, es menos que cualquiera de ellos, sin nombrar a Pablo Neruda, lo cual sería excesivo de mi parte. El barrio del talento de Cortázar, queda demasiado lejos del suyo.

Al Borges no lo quiero, pero lo admiro en su inteligencia sublime. A veces me sacudo una dosis de El Aleph o me zambullo en la historia del memorioso Funes, que recordaba hasta las hojas de los árboles, y me drogo de sabiduría intelectual, aunque semejantes pajas mentales no sirvan absolutamente para nada. No construyen un hospital, pero ¡Por Dios, que buena Paja cerebral, señor! En realidad a Borges no lo quiero por antiperonista, a nivel de boludismo, de gorila mal, de barrio de ricos, con amigos ricos, no lo quiero por mamengo, porque negó la importancia del fútbol campeón mundial de la negrada, de la perrada de todos los colores, conseguido tal vez con trampa en el tiempo de la sangre torturada, pero que fue alegría para los que seguimos vivos. No lo quiero porque dijo que hubiese querido nacer en Inglaterra. No lo quiero porque fue con sus huesos a Suiza, no lo quiero porque lo admiran en Reikjavik por ser cultor de la cultura de Islandia, fría como su picho. El de Borges. Y posiblemente el suyo, maestro, a esta altura.

Y a usted no lo quiero porque es una mierda, mire. No se confunda, no le digo a usted, le digo a sus pensamientos respecto de mi Patria Argentina. Fíjese lo que ha escrito (el 30 de Octubre de 2010).

"Argentina, un país que era democrático cuando tres partes de Europa no lo eran, un país que era uno de los más prósperos de la Tierra cuando América Latina era un continente de hambrientos, de atrasados”.

Esa Argentina que usted menciona, supongo que es la de principios del siglo XX, cuando los señoritos del barrio Norte, hijos de estancieros terratenientes, que eran hijos de contrabandistas famosos, tiraban manteca al techo en los cabarets de Paris. La manteca era oro en polvo en aquel tiempo de pos guerra. El peso argentino valía cuatro francos franceses, carajo, que opulencia la de los opulentos. Esa democracia a la que alude desde el supino desconocimiento, señor mío, era la del tiempo donde los votos se conseguían con caudillos que encerraban a los electores, los cagaban a palos, les hacían trencito, cadena, trampas de todos los colores. La Democracia de los ricos, el infierno de los pobres que no tenían absolutamente otro derecho que el de ser pobres, pedazo de pelotudo. Democracia de la “Década Infame” con Marcelo T. de Alvear, radical cheto, entregando la Patria en negociados que costaron vidas de los que denunciaron. A ese presidente mi pueblo indígena le debe la “Masacre de Napalpí”, solicitada por el gobernador Centeno y autorizada por semejante bestia.

“Demos”, PUEBLO, “Kratos”, GOBIERNO. Democracia tuvimos cuando vino un coronel a poner orden en la Argentina, después de los tibios y frustrados intentos de Yrigoyen.

Le ganó las elecciones al Imperio Norteamericano cuando el embajador Spruille Braden le orquestó una campaña feroz a favor de Tamborini- Mosca, le publicó el “Libro Azul” lleno de odio y de mentiras y el Coronel, aquel de tanto nombre, le escribió en las paredes “Braden o Perón”. Con tiza, putito, con tiza y con carbón.

Ya era tarde para los gorilas como usted. Ya era demasiado tarde, los negros habíamos entrado, cabecitas negras y descamisados, en la Historia Grande, cuando caminamos 60 kilómetros desde Berisso y La Plata para nadar el Riachuelo, para llegar a la Plaza de Mayo, para mojarnos las patas en las fuentes destinadas solamente al placer de los aburguesados porteños ricos gracias a esos mismos pobres.

Y vino una época de gloria en la Argentina, que usted ni la vivió ni la sintió, como yo, que la siento mía sin haberla vivido por la pelotudez de no haber nacido para entonces, simplemente. Y entonces hubo salario familiar, vacaciones pagas, obra social, aportes jubilatorios, hubo Fundación Eva Perón, campeonatos de fútbol Evita y Juan Perón, hubo máquinas de coser para las mujeres de toda latitud de la Patria, don Vargas Mierda. Hubo gremios de respeto y un movimiento que quedó para siempre, el Movimiento Nacional Justicialista. Y se habló aquí, en las latitudes mas increíbles de este país enorme y despoblado, sin Internet y sin prensa propia, de Justicia social, de la Patria Libre, Justa y Soberana, carajo, que puta no entiende usted, sorete culto.

No le voy a explicar quien fue mi madre, Eva Perón, porque usted no se merece ni siquiera que sea nombrada en su presencia infame y mentirosa. El pueblo argentino sabe bien de quien hablo y porqué le digo esto, basura.

Luego dijo: “El primer país del mundo que acabó con el analfabetismo no fue Estados Unidos, no fue Francia, fue la Argentina con un sistema educativo que era un ejemplo para todo el mundo. Ese país, que era un país de vanguardia ¿Cómo puede ser que sea el país empobrecido, caótico, subdesarrollado que es hoy? ¿Qué pasó? ¿Alguien los invadió? ¿Estuvieron enfrascados en alguna guerra terrible? No, los argentinos se hicieron eso ellos mismos. Los argentinos eligieron a lo largo de medio siglo las peores opciones. Eso es. El peronismo es elegir el error, es el partido de los resentidos más aberrantes, llenos de odio, de rencores viscerales, fascistas, enfermos de rabia inexplicable hacia todo lo bueno que sea diferente a su manera radical y fanática de ver las cosas, son por lo general incultos, ignorantes, mediocres de mediocres! El peronismo es perseverar en el error a pensar de manera masoquista, enfermiza, en las catástrofes que se le han ido sucediendo en la historia moderna del país”.

Y pregunta, inocente y pelotudo:

“¿Cómo se entiende eso? Un país con gentes cultas, absolutamente privilegiado, una minoría de habitantes en un enorme territorio que concentra todos los recursos naturales. ¿Por qué no son el primer país de la Tierra ?¿Por qué no tienen el mismo nivel de vida que Suecia, que Suiza?”

Yo le cuento, imbécil, malnacido. En primer lugar, reconoce que en los pagos de San Martín, Rozas, Alem, Yrigoyen, Perón y Evita, superamos el analfabetismo antes que en la Francia de Víctor Hugo, de Emile Zolá, de los poetas malditos Arthur Rimbaud y Paul Verlaine, borrachos, putos y locos, antes que los descendientes de Napoleón Bonaparte y de Rouget de L’Isle, sacamos pal carajo a la infamia del analfabetismo. Tal vez no sepa, reptil malintencionado, que tampoco hay analfabetismo en Cuba, y que en Nicaragua cinco años después de la victoria del pueblo, ya no hubo quien no supiera leer ni escribir. Debería escuchar a Quilapayún cantando “Tío Caimán”.

Ahora bien, bruto de corazón, inteligente DeMente, naides le ha contado que en este lugar del sur del continente, al presidente Yrigoyen lo tumbaron los militares de mierda comandados por un asesino llamado Uriburu? Y lo tumbaron dos años después de haber ganado las elecciones siendo el comisario de Balvanera, cuando abrumado por la campaña de los ricos que son (o serían) sus amigos, Vargas Cerdo, decidió irse a su casa abandonando la lid, dos meses antes del comicio, para ser rescatados por los votos de la gente, los mismos votos que después irían a rescatar a Perón, 17 años apenas luego. Fue un seis de septiembre, plumífero de alta clase. “La Prensa” y “La Nación” eran sus adversarios en lo que leía Buenos Aires. Igual que ahora, ¿viste?

Parece que no supo que el 16 de septiembre de 1955 los traidores que adulaban al General, que le hacían reverencias a Evita, esos asquerosos mierdas de Lonardi, Aramburu, Rojas, asesinos de patriotas como los generales Valle, Tanco, el coronel Cogorno, los que ordenaron los fusilamientos en José León Suárez, tan bien narrados por la pluma también fusilada de Rodolfo Walsh.

Había que matar a la Tercera Posición, porque era un pensamiento malo para los derechosos de Yanquilandia, que usted admira, y negativo para los bolcheviques herederos de Stalin, en plena guerra fría. Fíjese que Mao Tse Tung le dijo a estudiantes universitarios de mi país que fueron a rendirle pleitesía. “Así que son maoístas. Si yo viviera en la Argentina sería peronista…”. Quiero recordarle, porque debe saberlo de seguro, que el comandante Mao instaló la revolución industrial desde las granjas comunitarias, con pequeños hornos para fabricar acero, contra la opinión de los genios de Wall Steet: “El acero se hace en Altos Hornos”, lo de Mao es una locura y va a fracasar. Si, era antieconómico, Vargas Cagada: pero fíjese que así Mao, desde la irrazonabilidad, desde la lógica imposible, creó la conciencia industrial que hoy luce China, potencia económica que supera la lógica y la economía de los imperios liberales, neoliberales, esos que usted disfruta y defiende.

Lo que pasó, señor de nadie, es que el Pueblo Argentino se resistió a las armas del imperio que bombardeó la Plaza de Mayo con aviones facilitados por la Real Fuerza Aérea de Inglaterra, pintados con insignias de la Fuerza Aérea Argentina, y que asesinaron a mis hermanos mayores a mansalva. Es costumbre del Imperio. Años después, La CIA, la ITT y Pinochet, harían lo mismo con Salvador Allende los Andes, que decide morir en el combate. Fue el triste 11 de septiembre de 1973, apenitas asumido el Teniente General Juan Domingo Perón, por tercera vez, a la presidencia de la Nación con el voto abrumador del Pueblo Argentino.

Claro, Perón dijo: “Entre la sangre y el tiempo, prefiero el tiempo”, se subió a la cañonera paraguaya y se fue, evitando una guerra civil que él sabía que ganaría porque tenía todas las guarniciones del interior a su favor y la bronca de sus militares peronistas por el bombardeo criminal del mes de junio.

Y se fue el general. Se instaló en Puerta de Hierro. Lo quiso dejar volver el presidente Illia, pero lo atajaron en Brasil, no jodamos, el Viejo era MUY GRANDE. El Avión Negro de la Liberación era demasiado pesado para los militares de entonces, que ya pensaban comérselo al cordobés, médico, honesto, con el 25% del presupuesto nacional dedicado a educación, y testarudo nada menos que con la industria farmacéutica y Roque Fellatio. O Rockefeller. O algo así, la mierda tiene varios nombres. Por supuesto que estaba a la orden la clase militar golpista y asesina, que usted evidentemente no quiere acordarse ni nombrar en sus preguntas estúpidas. No hicieron campaña política, los carteles serían absurdos: Vote PORONGA Nía. Agarraron, como siempre, los tanques. Y vinieron a la casa de gobierno, vestidos de verde, para que el azul sanmartiniano se enferme de vergüenza.

En el año 1966, a solamente tres años de haber recuperado la Democracia, los militares de ese tiempo volvieron a traicionar a su propio pueblo. Eran tiempos en que la vida valía mucho, don Vargas Solo. Mataron al estudiante Pampillón en Córdoba. Mataron después a Cabral en Corrientes, a Bello en Rosario, a Blanco en Córdoba, de nuevo. Y la negrada peronista no aguantó más. En 1969 los Argentinos pegamos el Cordobazo, saltó a la mierda todo por el aire, quisieron componer algo con el general Levingston, hasta que López Aufranc, comandante del tercer cuerpo de Ejército con asiento en la Docta, le dijo “anda a tu casa” y lo apoyó a Lanusse. Me voy a poner de pie para saludar a este milico. Quiso jugar al ajedrez con Perón, aquel desde España le fue cambiando los alfiles, que eran sus emisarios, le inventó el movimiento pendular, y mientras entrenaba la guerrilla montonera de Vaca Narvaja, Pepe Firmenich, Cirilo Vicente Perdía, Norma Arrostito, los hermanos Abal Medina. Nilda Garré (casada con uno de ellos), negociaba elecciones libres sin proscripción.

Lanusse era muy poco para Perón. El 10 de abril de 1972, con una hora de diferencia, los Montoneros matan en Rosario al general Juan Carlos Sánchez, comandante del Segundo Cuerpo de Ejército y luego el E.R.P fusila al jefe de la Fiat en la Argentina, Oberdam Sallustro. Se terminó la joda. El embajador Argentino en España va a puerta de Hierro y le pide a Perón que condene estos hechos de guerra. El General, mientras alimentaba a sus gansos, le dijo al representante de la dictadura… “Si yo tuviera 20 años y viviera en la Argentina, sería guerrillero”. Obvio, el embajador renunció. Y el Movimiento Pendular terminó, igual que si yo me pusiera a jugar al ajedrez con Boris Spassky, Najdorf o Capablanca. Lanusse aceptó las elecciones y el 11 de marzo de 1973 la Argentina reventó las urnas. Cámpora-Solano Lima le ganaron por paliza a la fórmula radical Balbín-Gamond. Asumieron, renunciaron, Perón quiso a Balbín compañero de lista, se opusieron López Rega y Rucci, chau tu plata, la fórmula Perón-Isabel Martínez de Perón anticipó la catástrofe. Murió el jefe después de devolverle a los paraguayos los trofeos malhabidos de la guerra de la Triple Alianza de la Traición (de Mitre, si, el mismo de los que dirigen HOY el diario LA NACION, no es casualidad).

Entonces, Vargas Turro, no manipules las palabras. Porque soy un tinterillo de un pueblo chiquito que se llama Resistencia, capital de la provincia más pobre de mi país riquísimo, que se llama Chaco (territorio de cacería) y no tengo miedo a tu nombre ni a tu pluma. Porque tengo memoria. Porque estamos como estamos por mentirosos como vos, o negadores de nuestra bellísima impronta, como el Ciego Borges, que obviamente no pudo verla.

Agarro mi notebook pedorra, y me apresto a contestarte. Por si acaso estas letras llegan a tus ojos, te digo que me gustaría que no lo tomes como un insulto, aunque claro que te he insultado, pero mucho menos que vos a mí con tu texto ajeno a palabrotas. No preguntes por qué estamos así. Tuvimos una guerra por las Malvinas, con muertos de verdad, ¿O te olvidaste? Otra vez, como el 20 de noviembre de 1845, los imperios se alían aunque sean enemigos para derrotar a los pequeños pueblos soberanos. Mansilla y 300 argentinos resistiendo en la Vuelta de Obligado a barcos de guerra de ingleses y franceses, que precedían a barcos mercantes con manufacturas industrializadas de sus países. La orden de combate la dio el Brigadier General don Juan Manuel de Rozas. Y se luchó hasta la tarde. Pasó la armada conjunta de los enemigos, llegaron hasta Asunción del Paraguay. Fue la primera y la única vez, porque el mundo reconoció que no había libre navegabilidad de ríos interiores en un país soberano. Y San Martín, cinco años antes de morir en Boulogne Sur Mer, le dona su sable corvo nada menos que al Brigadier, si, a don Juan Manuel, si, al de la Mazorca, si, aunque no te guste, gorila extranjero en América Latina, si, a vos te digo, hijo de puta.

Dijiste también: “Porque los argentinos no han querido. Han querido en cambio ser pobres. Seguir a ´caudillos´ de pacotilla, ´salvadores´ de porquería, locos, desquiciados por su mismo odio a todo lo que sea diferente a su locura. Han querido vivir bajo dictaduras, han querido vivir dentro del mercantilismo más espantoso. Hay en esto una responsabilidad del pueblo argentino”.

“Para mí es espantoso lo que ha ocurrido en Argentina. La primera vez que fui allí quedé maravillado. Un país de clases medias, donde no había pobres en el sentido latinoamericano de la pobreza. ¿Cómo pudo llegar a la presidencia una pareja tan diabólica, manipuladora, populistas en grado extremo, corruptos de calle, como los Kirchner gobernando ese país? ¡Al menos ya uno no esta! ¡Esperemos que la que queda no pueda seguir hundiendo a ese otrora gran país argentino!”

“Sin embargo, a juzgar por sus diabólicas relaciones estrechísimas con el desquiciado, paria, bestia troglodita, de la extinta y queridísima República de Venezuela, todo parece indicar que ahora ´Cristinita´ se apegará aun más a ese escoria, aprendiz de dictadorzuelo, quien ya bastante le ha financiado su mandato a costa de los dineros del noble pero incompresiblemente inerte pueblo venezolano. ¡Qué degradación política, qué degradación intelectual! Argentina y Venezuela, dos países extraordinarios vueltos pedazos por una sarta de demoníacos desquiciados!!!
Por eso me pregunto ¿Cómo es eso posible?”

Mario Vargas Llosa
(Madrid , 30 de Octubre del 2010)

Bueno, don Mario, si no le gusta mi explicación, que seguro no le gusta, puede usted irse a la … que lo parió.


(*)Fotógrafo ambulante, tinterillo
La Rioja 333(3500) Resistencia Chaco
manolobordon1@gmail.com

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