Tiempo Argentino
27 de marzo de 2011
Por Viviana Mariño
Desde el adelantamiento de las elecciones hasta el montaje de una red de información paralela, la votación estuvo plagada de irregularidades. El rol del Tribunal Electoral, la adulteración de planillas y de votos.
Una diferencia exigua, de apenas cinco décimas. Una llamativa cantidad de votos recurridos y en blanco, incluso a contramano de la media histórica en las elecciones de la provincia. Un escrutinio provisorio cercano al escándalo, cuestionado por la falta de transparencia en el manejo y difusión de la información. Y dos candidatos que se adjudican la victoria.
Hasta aquí, la historia “oficial” de las todavía indefinidas elecciones del domingo pasado por la gobernación de Chubut. La secuencia de decisiones políticas que terminó de teñir con la sospecha de fraude a los segundos comicios locales del calendario 2011 tiene, sin embargo, un punto de inicio más lejano, enraizado en la lógica institucional de la administración del PJ Modelo Chubut que encabeza Mario Das Neves.
El Frente para la Victoria (FPV) y el radicalismo coinciden en ubicar al Tribunal Electoral Provincial (TEP) como la punta de ese iceberg. Ambas fuerzas comparten una evaluación: el proceso electoral en el distrito patagónico estuvo viciado de irregularidades desde el momento de la convocatoria y varias decisiones adoptadas por ese cuerpo tras el cierre del comicio, como la negativa a realizar un recuento final “voto por voto”, resultaron cuestionables.
“Este Tribunal no es el órgano de otro poder independiente como señala con insistencia Das Neves. Tres de sus cinco votos son para el gobierno de la provincia”, razonó el senador nacional y apoderado de la UCR chubutense, Mario Ciamadevilla, en diálogo con Tiempo Argentino.
Bajo la presidencia de Daniel Caneo, también la máxima autoridad del Superior Tribunal de Justicia de Chubut, el órgano electoral está integrado, además, por Jorge Miquelarena, actual procurador general de la provincia, ex fiscal de Estado y un públicamente reconocido “incondicional” de Das Neves. Miquelarena fue designado por la Legislatura provincial en reemplazo de Eduardo Samamé destituido por un juicio político iniciado por la actual Cámara de Diputados que responde precisamente a Das Neves.
La lista se completa con Carlos Tesi, juez de Rawson, y los legisladores provinciales Jorge Pitiot (PJ) y Santiago Cárdenas (Proyección Vecinal de Chubut - Provech), quien asumió a principios de marzo en remplazo de Mariana Ripa, ahijada del vicegobernador, Mario Vargas.
Ese cuerpo fue el que, en una medida objetada por el FPV, habilitó al Provech a la competencia como una lista “espejo”, es decir con los mismos candidatos, del PJ Modelo Chubut, el espacio dasnevista.
El mismo Tribunal también tomó una de las decisiones que cubrió de sospechas al escrutinio provisorio que terminó con el triunfo de Martín Buzzi, delfín dasnevista, por apenas 1151 votos sobre el kirchnerista Carlos Eliceche. La prohibición de difundir el desarrollo del recuento fue objetada por propios y extraños porque afectó, en primer lugar, a los partidos políticos que participaron de la compulsa: sus apoderados nunca recibieron información oficial con el detalle de cómo se iba votando en cada mesa de la provincia, un resguardo para garantizar la fiscalización interna de cada fuerza en las horas posteriores al cierre de una elección.
“La publicación de los datos en Internet no está establecida como una obligación por la ley aunque, en la actualidad, es una especie de derecho adquirido por los ciudadanos y los partidos políticos. Más grave aun que la falta de difusión por esa vía es la negativa a dar información adecuada, analizable y controlable a los partidos políticos como expresa el artículo 108 de la ley aplicable”, le explicó a Tiempo el director nacional electoral, Alejandro Tullio.
Esa ¿falla? fue confirmada a este diario tanto por Ciamadevilla como por el apoderado del FPV, Blas Meza Evans. “Durante toda la noche del domingo y parte de la madrugada del lunes recibimos resultados globales de la marcha del escrutinio. Nos daban, por ejemplo, el resultado de 50 mesas sobre el total de las habilitadas sin decirnos a qué distrito o ciudad pertenecían”, explicó el representante legal del kirchnerismo.
El cuadro se completa con el supuesto montaje de una red de información paralela, con la colaboración de la policía provincial, que le habría asegurado a Das Neves contar con la información de cómo marchaba la elección –reñida, casi empatada desde los primeros cómputos– antes que el resto de las fuerzas políticas.
El lado oscuro de ese escrutinio “a ciegas” para los partidos que enfrentaron al dasnevismo asomó el día después de la elección: errores y diferencias groseras entre las planillas de los fiscales partidarios y las actas oficiales finalmente volcadas por la Justicia Electoral, una urna repleta de votos “olvidada” en una escuela y luego denunciada por la directora del establecimiento, una mesa de votación anulada, entre otras tantas irregularidades.
“Aunque el Tribunal está dominado por el dasnevismo, en el caso de los radiogramas policiales la responsabilidad recae plenamente en el gobernador. La participación de la fuerza aumenta las sospechas de una intervención política para incidir en los resultados”, razonó Ciamadevilla en diálogo con Tiempo.
domingo, 27 de marzo de 2011
“Deben abrirse todos los archivos”
Tiempo Argentino
27 de marzo de 2011
Por Franco Mizrahi
Las Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres Línea Fundadora y Familiares de Detenidos-Desaparecidos lo reclamaron en la Plaza.
El 24 de marzo pasado se cumplieron 35 de años del inicio del último golpe militar, la dictadura más sanguinaria que sufrió el país en toda su historia cuyas consecuencias siguen vigentes. En una demostración contundente de que la sociedad no olvida lo que sucedió entre 1976 y 1983, unas 100 mil personas se manifestaron en la Plaza de Mayo en el Día de la Memoria. En el acto central de la histórica jornada – en el que se celebró el avance de los juicios a los genocidas y se reivindicó la figura de Néstor Kirchner–, la multitud escuchó un pedido contundente de las Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres Línea Fundadora y Familiares de Detenidos-Desaparecidos: la necesaria “desclasificación de los archivos de todas las fuerzas militares y policiales de la pasada dictadura y de la Secretaría de Inteligencia del Estado”, una cuenta pendiente de la democracia que comenzó a saldarse en 2010 pero que aún falta profundizar.
Mediante el Decreto 4/2010 publicado en el Boletín Oficial en los primeros días de enero del año pasado, el gobierno kirchnerista decidió desclasificar “toda documentación vinculada con el accionar de las Fuerzas Armadas entre los años 1976 y 1983”. Una histórica decisión política que hizo mucho ruido puertas adentro de los cuarteles.
Con esta medida se logró agilizar la labor judicial en las causas que investigan delitos de lesa humanidad y se conocieron muchas verdades ocultas hasta entonces. Así, por ejemplo, salieron a la luz las nóminas del Personal Civil de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. El caso de Raúl Tarifeño, PCI del Ejército que estuvo infiltrado por años en el partido de izquierda MST, resultó emblemático.
Pero, a un año de aquel decreto, el agujero negro que existe en más de una causa vinculada a violaciones a los Derechos Humanos es la mejor demostración de que la desclasificación de estos archivos no fue suficiente. Un dato escalofriante hace urgente el actual pedido de los organismos de Derechos Humanos: aún se desconoce el paradero de al menos 400 nietos robados por la última dictadura militar.
A esto se suma una serie de interrogantes que aún no terminan de revelarse: el destino de los desaparecidos, los integrantes de los diferentes Centros Clandestino de Detención, el esclarecimiento de los vuelos de la muerte y la existencia de las fichas microfilmadas de los secuestrados, entre otras cosas pendientes. Algunas de estas cuestiones van surgiendo de a retazos en los Juicios por la Verdad que se desarrollan en todo el país.
También se debe agregar el material clasificado vinculado a la represión que se halla en algunos ministerios, como los documentos de la época del terror que se encontraron en Cancillería, que durante la dictadura dependía de la Marina.
En este contexto, el 24 de marzo pasado, en el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, destacó que para “profundizar el juicio y castigo es fundamental la desclasificación de todos los archivos de la dictadura. Somos categóricos: deben abrirse todos los archivos de todas las fuerzas militares y de seguridad, nacionales y provinciales, y los de la SIDE. En esos documentos se encuentran las pruebas que nos faltan. Por esto, le pedimos a la presidenta que desclasifique todos los archivos, porque el pueblo tiene derecho a tener justicia y a saber la verdad”, concluyó.
El Decreto 4/2010 fue un gran paso adelante en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia pero no fue suficiente. En aquella directiva se hizo mención a las Fuerzas Armadas pero nada se dijo sobre los archivos de la Policía Federal, de las policías provinciales y de la SIDE. A 35 años del golpe es tiempo de conocer toda la verdad.
Hay voluntad desde el Estado
Por Taty Almeida
Madres de Plaza de Mayo Linea Fundadora.
Estamos pidiendo la desclasificación de los archivos de la dictadura porque presumimos que existe documentación clasificada que no fue destruida. Estamos pidiendo de forma consensuada entre los organismos que intervenimos, la documentación secreta de la policía, la SIDE, la que esté en los ministerios. Estamos seguras que tiene que haber archivos clasificados. Pero es una investigación profunda. Sabemos que hay voluntad desde el Estado, ¡y a la flauta que lo han demostrado! Pero esto es muy enmarañado, es muy complicado llegar a esta información. Nuestra exigencia es poder ver los archivos y así poder completar las investigaciones. Con respecto a la lucha de Abuelas, se trata de una lucha esperanzadora porque buscan desaparecidos con vida, me refiero a los bebés robados, y realmente esos archivos podrían darles una gran satisfacción. En esos documentos seguramente encontrarán una respuesta.
27 de marzo de 2011
Por Franco Mizrahi
Las Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres Línea Fundadora y Familiares de Detenidos-Desaparecidos lo reclamaron en la Plaza.
El 24 de marzo pasado se cumplieron 35 de años del inicio del último golpe militar, la dictadura más sanguinaria que sufrió el país en toda su historia cuyas consecuencias siguen vigentes. En una demostración contundente de que la sociedad no olvida lo que sucedió entre 1976 y 1983, unas 100 mil personas se manifestaron en la Plaza de Mayo en el Día de la Memoria. En el acto central de la histórica jornada – en el que se celebró el avance de los juicios a los genocidas y se reivindicó la figura de Néstor Kirchner–, la multitud escuchó un pedido contundente de las Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres Línea Fundadora y Familiares de Detenidos-Desaparecidos: la necesaria “desclasificación de los archivos de todas las fuerzas militares y policiales de la pasada dictadura y de la Secretaría de Inteligencia del Estado”, una cuenta pendiente de la democracia que comenzó a saldarse en 2010 pero que aún falta profundizar.
Mediante el Decreto 4/2010 publicado en el Boletín Oficial en los primeros días de enero del año pasado, el gobierno kirchnerista decidió desclasificar “toda documentación vinculada con el accionar de las Fuerzas Armadas entre los años 1976 y 1983”. Una histórica decisión política que hizo mucho ruido puertas adentro de los cuarteles.
Con esta medida se logró agilizar la labor judicial en las causas que investigan delitos de lesa humanidad y se conocieron muchas verdades ocultas hasta entonces. Así, por ejemplo, salieron a la luz las nóminas del Personal Civil de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. El caso de Raúl Tarifeño, PCI del Ejército que estuvo infiltrado por años en el partido de izquierda MST, resultó emblemático.
Pero, a un año de aquel decreto, el agujero negro que existe en más de una causa vinculada a violaciones a los Derechos Humanos es la mejor demostración de que la desclasificación de estos archivos no fue suficiente. Un dato escalofriante hace urgente el actual pedido de los organismos de Derechos Humanos: aún se desconoce el paradero de al menos 400 nietos robados por la última dictadura militar.
A esto se suma una serie de interrogantes que aún no terminan de revelarse: el destino de los desaparecidos, los integrantes de los diferentes Centros Clandestino de Detención, el esclarecimiento de los vuelos de la muerte y la existencia de las fichas microfilmadas de los secuestrados, entre otras cosas pendientes. Algunas de estas cuestiones van surgiendo de a retazos en los Juicios por la Verdad que se desarrollan en todo el país.
También se debe agregar el material clasificado vinculado a la represión que se halla en algunos ministerios, como los documentos de la época del terror que se encontraron en Cancillería, que durante la dictadura dependía de la Marina.
En este contexto, el 24 de marzo pasado, en el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, destacó que para “profundizar el juicio y castigo es fundamental la desclasificación de todos los archivos de la dictadura. Somos categóricos: deben abrirse todos los archivos de todas las fuerzas militares y de seguridad, nacionales y provinciales, y los de la SIDE. En esos documentos se encuentran las pruebas que nos faltan. Por esto, le pedimos a la presidenta que desclasifique todos los archivos, porque el pueblo tiene derecho a tener justicia y a saber la verdad”, concluyó.
El Decreto 4/2010 fue un gran paso adelante en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia pero no fue suficiente. En aquella directiva se hizo mención a las Fuerzas Armadas pero nada se dijo sobre los archivos de la Policía Federal, de las policías provinciales y de la SIDE. A 35 años del golpe es tiempo de conocer toda la verdad.
Hay voluntad desde el Estado
Por Taty Almeida
Madres de Plaza de Mayo Linea Fundadora.
Estamos pidiendo la desclasificación de los archivos de la dictadura porque presumimos que existe documentación clasificada que no fue destruida. Estamos pidiendo de forma consensuada entre los organismos que intervenimos, la documentación secreta de la policía, la SIDE, la que esté en los ministerios. Estamos seguras que tiene que haber archivos clasificados. Pero es una investigación profunda. Sabemos que hay voluntad desde el Estado, ¡y a la flauta que lo han demostrado! Pero esto es muy enmarañado, es muy complicado llegar a esta información. Nuestra exigencia es poder ver los archivos y así poder completar las investigaciones. Con respecto a la lucha de Abuelas, se trata de una lucha esperanzadora porque buscan desaparecidos con vida, me refiero a los bebés robados, y realmente esos archivos podrían darles una gran satisfacción. En esos documentos seguramente encontrarán una respuesta.
Piedra libre para Zanchetta
Página 12
27 de marzo de 2011
Escrachan al cura confesor de los pilotos de los vuelos de la muerte
Reapareció en San Martín a principios de mes y ya fue escrachado. En 2009, el Ministerio de Defensa le ordenó a la Armada que lo pasara a retiro y desde entonces fue acogido por Bergoglio. Página/12 lo había identificado ese año en San Pedro Telmo.
Por Nora Veiras
“La mentira y el engaño son las armas del demonio”, suele repetir el presbítero Angel Zanchetta en sus homilías. La advertencia a sus feligreses resuena como una confesión de parte: Zanchetta es uno de los capellanes de la Armada denunciado por aliviar la conciencia de los pilotos de los vuelos de la muerte. Entre el ’75 y el ’77 actuó en la ESMA y ese trabajo le garantizó los vínculos que lo siguen manteniendo a flote. En 2009, el Ministerio de Defensa le ordenó a la Armada que lo pasara a retiro. Lejos de quedar a la deriva, el cardenal Jorge Bergoglio lo acogió en su diócesis. Página/12 lo identificó en la Iglesia San Pedro Telmo y, de inmediato, le buscaron nuevos destinos. A principios de mes reapareció en la parroquia María Inmaculada de San Martín, pero el secreto no duro mucho; un escrache de la Juventud Peronista Evita expuso ante los fieles la historia del pastor (ver aparte).
Después de que la Armada lo pasara a retiro, Zanchetta soportaba con su mirada helada, su porte discreto y su voz suave cada vez más preguntas incómodas en las parroquias porteñas. Bergoglio lo trasladó de San Pedro Telmo apenas apareció en la primera plana de este diario. El Golfo de Génova lo cobijó en Italia por unos meses, hasta que a mediados del año pasado volvieron a buscarle destino. Los jerarcas de la Iglesia pensaron, quizá, que sacándolo de la comuna el confesor de los pilotos de los vuelos de la muerte recuperaría tranquilidad. No fue así: en julio del año pasado reapareció en la parroquia Nuestra Señora de la Merced de Caseros, la principal de Tres de Febrero. Lo reconocieron y el obispo Guillermo Rodríguez Melgarejo pretendió nombrarlo entonces en la Sagrada Familia. Las protestas de familiares de ex detenidos-desaparecidos lo obligaron a rever la designación. Esa iglesia está a pocas cuadras del Colegio Militar y cercana a la Brigada Aérea de Palomar, lugar desde el que partían vuelos para arrojar prisioneros vivos al mar. Vecinos, junto con integrantes del partido Nuevo Encuentro, van a gestionar ante el partido de Tres de Febrero la declaración de “persona no grata” del sacerdote.
Por orden del cardenal, Rodríguez Melgarejo le buscó otro lugar dentro de su diócesis. Zanchetta asumió el 6 de marzo pasado como administrador de la parroquia María Inmaculada de San Martín, el 14 se presentó a la feligresía. Apenas una semana después, una volanteada de la JP Evita le volvió a recordar su pasado, que es presente eterno. “Como a los nazis les va a pasar/ a donde vayan los iremos a buscar”, gritaban los militantes. Al presbítero se le acortan los tiempos: ya no son meses sino apenas días los que necesitan los fieles para detectarlo y reclamar que la jerarquía eclesiástica no siga ofendiendo la memoria colectiva.
Los méritos
En El vuelo, el libro de Horacio Verbitsky que reproduce la confesión del ex capitán Adolfo Scilingo, el marino cuenta que después del primer vuelo en el que arrojó al mar prisioneros vivos, adormecidos, se sintió mal y fue a hablar con el capellán que “le encontró una explicación cristiana al tema. No sé si me reconfortó, pero por lo menos me hizo sentir mejor”, recordó.
–¿Cuál fue la explicación cristina?
–No me acuerdo bien, pero me hablaba de que era una muerte cristiana, porque no sufrían, porque no era traumática, que había que eliminarlos, que la guerra era la guerra, que incluso en la Biblia está prevista la eliminación del yuyo del trigal. Me dio cierto apoyo.
El testimonio de Graciela Daleo, una de las sobrevivientes de la ESMA, abunda en esa comunión de religión y milicia. Mientras le aplicaban descargas eléctricas, “yo rezaba Avemarías a los gritos y eso los enfurecía. Pernías tenía al cuello un crucifijo y una medalla de la Virgen Milagrosa”. Antonio Pernías fue uno de los primeros oficiales de la Armada que admitió ante el Senado que había torturado. La reapertura de los juicios por delitos de lesa humanidad convirtió a Pernías en uno de los presos de Marcos Paz.
Con poco más de 30 años, Zanchetta era uno de los sacerdotes adiestrados para defender la “civilización occidental y cristiana”. Los métodos eran lo de menos, apenas medios consagrados al fin supremo.
En la estructura del obispado castrense, la misión de Zanchetta fue bien recompensada. A partir de la recuperación democrática se desempeñó como jefe del Servicio Religioso del Comando de Operaciones Navales de la Base de Puerto Belgrano y ocupó hasta diciembre del 2004 el cargo de canciller y secretario general del obispado castrense. En el 2007, el entonces arzobispo Antonio Baseotto lo envió a Haití para asistir a las tropas argentinas que integran la Misión de Paz de la ONU. Por entonces ya había estallado el conflicto con el ex presidente Néstor Kirchner, que desconoció a Baseotto como obispo luego de que éste propusiera tirar al mar al ministro de Salud, Ginés González García, por pronunciarse a favor de la despenalización del aborto.
Como los antecedentes podían jugarle una mala pasada a Zanchetta, en 1981 sus superiores lo habían sacado de la órbita de la Armada y lo pasaron a Ejército. En 1984, en democracia, lo devolvieron a jurisdicción de la Marina. La Iglesia oculta esos pases y niega así la presencia de Zanchetta en la ESMA.
Cuando el presbítero Pedro Candia, a cargo del obispado castrense, informó en julio del 2008 a la Armada que Zanchetta cesaba en su tarea pastoral, el cardenal Bergoglio lo sumó a la diócesis metropolitana. El obispo Oscar Ojea lo destinó a principios de 2009 como vicario a la iglesia San Pedro González Telmo, de Humberto Primo al 300. Su llegada provocó algunas preguntas incómodas para el párroco Ernesto Salvia sobre los antecedentes del cura que lo asistiría. A mediados de ese año este diario reveló que a pesar de la orden de Defensa de pasar a retiro a los capellanes que hubieran estado durante la dictadura, la Armada lo conservaba a Zanchetta como capitán de fragata en disponibilidad con un sueldo de 5000 pesos. La información provocó una nueva orden de la entonces ministra Nilda Garré al jefe de la Marina, Jorge Godoy, para que cesara en sus funciones al capellán. La resolución adjuntaba el legajo oficial que daba cuenta del paso de Zanchetta por la ESMA transformada en centro clandestino de detención. Los lazos de complicidad entre oficiales y sacerdotes en actividad desde la dictadura alimentan más de una sospecha: en el Edificio Libertad algunos memoriosos aseguran que Godoy desde su cargo de secretario de Relaciones Institucionales de la fuerza había viajado a México para brindarle apoyo económico a Ricardo Miguel Cavallo, el oficial de la ESMA detenido en ese país en 2000 por orden del juez español Baltasar Garzón, extraditado a Madrid en 2003 y desde 2007 preso y juzgado en la Argentina.
La agrupación Hijos se presentó ante el juez federal Sergio Torres para solicitar que le pidiera a la Iglesia y a Defensa todos los antecedentes de Zanchetta y lo citara a declarar. Junto al capellán Luis Antonio Manceñido son los dos curas señalados como los confesores de los oficiales que piloteaban los vuelos y fueron reconocidos también por secuestrados en la ESMA.
Formador
Antes de partir a Haití, Zanchetta combinaba su prédica castrense con la civil. Con la bendición del párroco Alejandro Puiggari, recaló entonces como segundo sacerdote en Nuestra Señora del Rosario del barrio de Palermo. Algunos creyentes recuerdan sus palabras desde el púlpito instando a votar por Mauricio Macri frente a Aníbal Ibarra y el aval elogioso a George W. Bush por “la defensa de la vida”. Puiggari es el encargado de Catequesis de la Arquidiócesis de Buenos Aires y el director de la Junta Nacional de Catequesis, por él pasa toda la enseñanza del país. El tiempo que estuvo en San Pedro Telmo lo ocupó en el asesoramiento espiritual del grupo scout. En su paso por el conurbano, la Iglesia insiste en reciclarlo para la formación de las nuevas generaciones.
Bergoglio le sigue buscando destino a Zanchetta. Quizá la confesión en los estrados judiciales le permita encontrar su lugar.
27 de marzo de 2011
Escrachan al cura confesor de los pilotos de los vuelos de la muerte
Reapareció en San Martín a principios de mes y ya fue escrachado. En 2009, el Ministerio de Defensa le ordenó a la Armada que lo pasara a retiro y desde entonces fue acogido por Bergoglio. Página/12 lo había identificado ese año en San Pedro Telmo.
Por Nora Veiras
“La mentira y el engaño son las armas del demonio”, suele repetir el presbítero Angel Zanchetta en sus homilías. La advertencia a sus feligreses resuena como una confesión de parte: Zanchetta es uno de los capellanes de la Armada denunciado por aliviar la conciencia de los pilotos de los vuelos de la muerte. Entre el ’75 y el ’77 actuó en la ESMA y ese trabajo le garantizó los vínculos que lo siguen manteniendo a flote. En 2009, el Ministerio de Defensa le ordenó a la Armada que lo pasara a retiro. Lejos de quedar a la deriva, el cardenal Jorge Bergoglio lo acogió en su diócesis. Página/12 lo identificó en la Iglesia San Pedro Telmo y, de inmediato, le buscaron nuevos destinos. A principios de mes reapareció en la parroquia María Inmaculada de San Martín, pero el secreto no duro mucho; un escrache de la Juventud Peronista Evita expuso ante los fieles la historia del pastor (ver aparte).
Después de que la Armada lo pasara a retiro, Zanchetta soportaba con su mirada helada, su porte discreto y su voz suave cada vez más preguntas incómodas en las parroquias porteñas. Bergoglio lo trasladó de San Pedro Telmo apenas apareció en la primera plana de este diario. El Golfo de Génova lo cobijó en Italia por unos meses, hasta que a mediados del año pasado volvieron a buscarle destino. Los jerarcas de la Iglesia pensaron, quizá, que sacándolo de la comuna el confesor de los pilotos de los vuelos de la muerte recuperaría tranquilidad. No fue así: en julio del año pasado reapareció en la parroquia Nuestra Señora de la Merced de Caseros, la principal de Tres de Febrero. Lo reconocieron y el obispo Guillermo Rodríguez Melgarejo pretendió nombrarlo entonces en la Sagrada Familia. Las protestas de familiares de ex detenidos-desaparecidos lo obligaron a rever la designación. Esa iglesia está a pocas cuadras del Colegio Militar y cercana a la Brigada Aérea de Palomar, lugar desde el que partían vuelos para arrojar prisioneros vivos al mar. Vecinos, junto con integrantes del partido Nuevo Encuentro, van a gestionar ante el partido de Tres de Febrero la declaración de “persona no grata” del sacerdote.
Por orden del cardenal, Rodríguez Melgarejo le buscó otro lugar dentro de su diócesis. Zanchetta asumió el 6 de marzo pasado como administrador de la parroquia María Inmaculada de San Martín, el 14 se presentó a la feligresía. Apenas una semana después, una volanteada de la JP Evita le volvió a recordar su pasado, que es presente eterno. “Como a los nazis les va a pasar/ a donde vayan los iremos a buscar”, gritaban los militantes. Al presbítero se le acortan los tiempos: ya no son meses sino apenas días los que necesitan los fieles para detectarlo y reclamar que la jerarquía eclesiástica no siga ofendiendo la memoria colectiva.
Los méritos
En El vuelo, el libro de Horacio Verbitsky que reproduce la confesión del ex capitán Adolfo Scilingo, el marino cuenta que después del primer vuelo en el que arrojó al mar prisioneros vivos, adormecidos, se sintió mal y fue a hablar con el capellán que “le encontró una explicación cristiana al tema. No sé si me reconfortó, pero por lo menos me hizo sentir mejor”, recordó.
–¿Cuál fue la explicación cristina?
–No me acuerdo bien, pero me hablaba de que era una muerte cristiana, porque no sufrían, porque no era traumática, que había que eliminarlos, que la guerra era la guerra, que incluso en la Biblia está prevista la eliminación del yuyo del trigal. Me dio cierto apoyo.
El testimonio de Graciela Daleo, una de las sobrevivientes de la ESMA, abunda en esa comunión de religión y milicia. Mientras le aplicaban descargas eléctricas, “yo rezaba Avemarías a los gritos y eso los enfurecía. Pernías tenía al cuello un crucifijo y una medalla de la Virgen Milagrosa”. Antonio Pernías fue uno de los primeros oficiales de la Armada que admitió ante el Senado que había torturado. La reapertura de los juicios por delitos de lesa humanidad convirtió a Pernías en uno de los presos de Marcos Paz.
Con poco más de 30 años, Zanchetta era uno de los sacerdotes adiestrados para defender la “civilización occidental y cristiana”. Los métodos eran lo de menos, apenas medios consagrados al fin supremo.
En la estructura del obispado castrense, la misión de Zanchetta fue bien recompensada. A partir de la recuperación democrática se desempeñó como jefe del Servicio Religioso del Comando de Operaciones Navales de la Base de Puerto Belgrano y ocupó hasta diciembre del 2004 el cargo de canciller y secretario general del obispado castrense. En el 2007, el entonces arzobispo Antonio Baseotto lo envió a Haití para asistir a las tropas argentinas que integran la Misión de Paz de la ONU. Por entonces ya había estallado el conflicto con el ex presidente Néstor Kirchner, que desconoció a Baseotto como obispo luego de que éste propusiera tirar al mar al ministro de Salud, Ginés González García, por pronunciarse a favor de la despenalización del aborto.
Como los antecedentes podían jugarle una mala pasada a Zanchetta, en 1981 sus superiores lo habían sacado de la órbita de la Armada y lo pasaron a Ejército. En 1984, en democracia, lo devolvieron a jurisdicción de la Marina. La Iglesia oculta esos pases y niega así la presencia de Zanchetta en la ESMA.
Cuando el presbítero Pedro Candia, a cargo del obispado castrense, informó en julio del 2008 a la Armada que Zanchetta cesaba en su tarea pastoral, el cardenal Bergoglio lo sumó a la diócesis metropolitana. El obispo Oscar Ojea lo destinó a principios de 2009 como vicario a la iglesia San Pedro González Telmo, de Humberto Primo al 300. Su llegada provocó algunas preguntas incómodas para el párroco Ernesto Salvia sobre los antecedentes del cura que lo asistiría. A mediados de ese año este diario reveló que a pesar de la orden de Defensa de pasar a retiro a los capellanes que hubieran estado durante la dictadura, la Armada lo conservaba a Zanchetta como capitán de fragata en disponibilidad con un sueldo de 5000 pesos. La información provocó una nueva orden de la entonces ministra Nilda Garré al jefe de la Marina, Jorge Godoy, para que cesara en sus funciones al capellán. La resolución adjuntaba el legajo oficial que daba cuenta del paso de Zanchetta por la ESMA transformada en centro clandestino de detención. Los lazos de complicidad entre oficiales y sacerdotes en actividad desde la dictadura alimentan más de una sospecha: en el Edificio Libertad algunos memoriosos aseguran que Godoy desde su cargo de secretario de Relaciones Institucionales de la fuerza había viajado a México para brindarle apoyo económico a Ricardo Miguel Cavallo, el oficial de la ESMA detenido en ese país en 2000 por orden del juez español Baltasar Garzón, extraditado a Madrid en 2003 y desde 2007 preso y juzgado en la Argentina.
La agrupación Hijos se presentó ante el juez federal Sergio Torres para solicitar que le pidiera a la Iglesia y a Defensa todos los antecedentes de Zanchetta y lo citara a declarar. Junto al capellán Luis Antonio Manceñido son los dos curas señalados como los confesores de los oficiales que piloteaban los vuelos y fueron reconocidos también por secuestrados en la ESMA.
Formador
Antes de partir a Haití, Zanchetta combinaba su prédica castrense con la civil. Con la bendición del párroco Alejandro Puiggari, recaló entonces como segundo sacerdote en Nuestra Señora del Rosario del barrio de Palermo. Algunos creyentes recuerdan sus palabras desde el púlpito instando a votar por Mauricio Macri frente a Aníbal Ibarra y el aval elogioso a George W. Bush por “la defensa de la vida”. Puiggari es el encargado de Catequesis de la Arquidiócesis de Buenos Aires y el director de la Junta Nacional de Catequesis, por él pasa toda la enseñanza del país. El tiempo que estuvo en San Pedro Telmo lo ocupó en el asesoramiento espiritual del grupo scout. En su paso por el conurbano, la Iglesia insiste en reciclarlo para la formación de las nuevas generaciones.
Bergoglio le sigue buscando destino a Zanchetta. Quizá la confesión en los estrados judiciales le permita encontrar su lugar.
Sin rumbo
Diario Registrado
27 de marzo de 2011
Fontevecchia se lamenta porque la oposición se desvanece
El CEO de editorial Perfil se lamenta por las pocas posibilidades que tiene la oposición en octubre, sin embargo lo atribuye a errores de dicho sector y no a méritos de la gestión del Gobierno Nacional
Jorge Fontevecchia siguió el mismo camino que el periodista de La Nación, Joaquín Morales Solá, y retó a los opositores por su inacción y sus reiteradas derrotas políticas.
Dice el periodista y empresario de medios:
"El capital político que Duhalde pensaba exhibir ante Macri para acordar la coalición de PRO con el Peronismo Federal, sentándose a la mesa de negociaciones como el vencedor de todos los aspirantes a candidato presidencial del peronismo no K, ya no existirá aunque se realicen las internas que siguen anunciadas para comenzar el domingo 3 de abril y finalizar ocho semanas después.
Macri no está tanto mejor, viendo que sus más probables socios se desinflan y que las encuestas muestran que el impulso que la Presidenta recibió tras la muerte de Néstor Kirchner no se diluye. Escucha los argumentos que sostienen tres de las pocas personas que lo influyen: Jaime Durán Barba, su politólogo; Nicolás Caputo, su amigo; y José Torelo, su jefe de asesores, quienes le proponen volver a competir en la Ciudad de Buenos Aires para ser reelecto jefe de Gobierno y dejar la pelea presidencial para el año 2015".
Así, Fontevecchia lamenta que tanto el PRO como el Peronismo Federal pierdan capital político día a día, más aún después de las dudas que existen en las elecciones en Chubut.
Continúa Fontevecchia:
"La interna del radicalismo y sus pronósticos electorales tampoco pasan por su mejor momento. Otro síntoma similar se observa en que, aunque no resulte muy verosímil, tanto Solá y Das Neves –como hizo Cobos antes– dicen no descartar competir en las primarias de agosto a las que obliga la nueva ley electoral.
Aunque en política medio año es un siglo, todos parecen contribuir a que Cristina Kirchner logre ser reelecta en primera vuelta".
Fontevecchia ve como la oposición se desvanece en su propia impotencia y lanza una acusación: "Todos parecen contribuir a que Cristina Kirchner logre ser reelecta en primera vuelta".
El periodista ignora que lo que más contribuye al sostenimiento de la imagen de la presidenta, tanto como su intención de voto, es la gestión que el Gobierno Nacional está llevando a cabo.
Nota: Perfil
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Alex 52 años | 2011-03-26 19:46:54
Todavía no entienden lo que el pueblo quiere - o se hacen los desentendidos - y por lo tanto cada vez están más lejos de ser electos. Hasta ahora, ninguno publicó una plataforma clara. Y otra cosa es, que puede haber gente que disiente con el modelo, pero solo en parte. Los votantes no quieren volver para atrás. Además a muchos de estos candidatos ya los conocemos y sabemos de que son capaces de hacer, cosa que no va a ir dirigida al pueblo en su conjunto, sinó mas bien a sus amigos y sus patrocinadores. Demás esta decir que hasta ahora el Gobierno viene haciendo las cosas bien, y eso también pesa.
27 de marzo de 2011
Fontevecchia se lamenta porque la oposición se desvanece
El CEO de editorial Perfil se lamenta por las pocas posibilidades que tiene la oposición en octubre, sin embargo lo atribuye a errores de dicho sector y no a méritos de la gestión del Gobierno Nacional
Jorge Fontevecchia siguió el mismo camino que el periodista de La Nación, Joaquín Morales Solá, y retó a los opositores por su inacción y sus reiteradas derrotas políticas.
Dice el periodista y empresario de medios:
"El capital político que Duhalde pensaba exhibir ante Macri para acordar la coalición de PRO con el Peronismo Federal, sentándose a la mesa de negociaciones como el vencedor de todos los aspirantes a candidato presidencial del peronismo no K, ya no existirá aunque se realicen las internas que siguen anunciadas para comenzar el domingo 3 de abril y finalizar ocho semanas después.
Macri no está tanto mejor, viendo que sus más probables socios se desinflan y que las encuestas muestran que el impulso que la Presidenta recibió tras la muerte de Néstor Kirchner no se diluye. Escucha los argumentos que sostienen tres de las pocas personas que lo influyen: Jaime Durán Barba, su politólogo; Nicolás Caputo, su amigo; y José Torelo, su jefe de asesores, quienes le proponen volver a competir en la Ciudad de Buenos Aires para ser reelecto jefe de Gobierno y dejar la pelea presidencial para el año 2015".
Así, Fontevecchia lamenta que tanto el PRO como el Peronismo Federal pierdan capital político día a día, más aún después de las dudas que existen en las elecciones en Chubut.
Continúa Fontevecchia:
"La interna del radicalismo y sus pronósticos electorales tampoco pasan por su mejor momento. Otro síntoma similar se observa en que, aunque no resulte muy verosímil, tanto Solá y Das Neves –como hizo Cobos antes– dicen no descartar competir en las primarias de agosto a las que obliga la nueva ley electoral.
Aunque en política medio año es un siglo, todos parecen contribuir a que Cristina Kirchner logre ser reelecta en primera vuelta".
Fontevecchia ve como la oposición se desvanece en su propia impotencia y lanza una acusación: "Todos parecen contribuir a que Cristina Kirchner logre ser reelecta en primera vuelta".
El periodista ignora que lo que más contribuye al sostenimiento de la imagen de la presidenta, tanto como su intención de voto, es la gestión que el Gobierno Nacional está llevando a cabo.
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Alto: Los comentarios son en su totalidad moderados.
Alex 52 años | 2011-03-26 19:46:54
Todavía no entienden lo que el pueblo quiere - o se hacen los desentendidos - y por lo tanto cada vez están más lejos de ser electos. Hasta ahora, ninguno publicó una plataforma clara. Y otra cosa es, que puede haber gente que disiente con el modelo, pero solo en parte. Los votantes no quieren volver para atrás. Además a muchos de estos candidatos ya los conocemos y sabemos de que son capaces de hacer, cosa que no va a ir dirigida al pueblo en su conjunto, sinó mas bien a sus amigos y sus patrocinadores. Demás esta decir que hasta ahora el Gobierno viene haciendo las cosas bien, y eso también pesa.
Recuento en Chubut
Diario Registrado
27 de marzo de 2011
El candidato a gobernador por el Frente para la Victoria y actual intendente de Puerto Madryn, Carlos Eliceche, declaró este mediodía que "escrutadas las mesas de Trelew, Rawson y Puerto Madryn" hay "un resultado de 1165 votos a favor" de su fuerza política.
Eliceche dijo en conferencia de prensa que solicitó “que se revea la medida que está aplicando el Tribunal Electoral Provincial para el escrutinio definitivo de los votos, y se acceda a la posibilidad de abrir todas y cada una de las urnas y hacer en ellas el conteo de voto por voto”.
De esta forma, adelantó que en caso de que el tribunal siga abriendo sólo las urnas con denuncias de irregularidades, y no todas como reclama el FPV, se recurrirá ante el máximo tribunal de la Nación.
“Las única forma de aventar las dudas que presenta el proceso es la apertura de la totalidad de las urnas”, y el recuento total de los sufragios ante las “irregularidades detectadas en el escrutinio final de los votos”, expresó.
El candidato añadió que el “Frente para la Victoria obtiene hasta el momento, entre las ciudades de Trelew, Rawson y Puerto Madryn, un resultado favorable de 1.165 votos en el escrutinio definitivo”.
Por otra parte, también menciono la presentación que se hizo ante el Tribunal Electoral Provincial, para que se “llame a elecciones complementarias en la mesa 174 de Puerto Madryn en todas las categorías de candidatos de los diferentes partidos políticos”.
En tanto, el apoderado del Frente para la Victoria, Blas Mesa Evans, recordó que es la “tercera vez que se le solicita al Tribunal Electoral Provincial que se proceda a la apertura de la totalidad de las urnas y al recuento de todos los votos”.
“La única forma de transparentar toda la situación es abrir todas las urnas y contar voto a voto”, afirmó Mesa Evans, quién agregó que “esta es la voluntad del pueblo del Chubut, que exige que se abran las urnas y se cuenten todos los votos”.
El apoderado recordó que “en las elecciones de 1983, cuando tanto el PJ como la UCR se autoproclamaban ganadores, los dos partidos acordaron el recuento voto por voto y en ese marco de absoluta transparencia las elecciones fueron ganadas por la UCR por el estrecho margen de 700 votos”.
Mesa Evans opinó que “desde ese punto de partida, nadie dudo de la legitimidad del gobernador electo en ese momento, pero hoy la falta de una respuesta positiva al pedido de utilizar igual metodología que en 1983, no nos va a permitir idéntica legitimidad para el futuro gobernador, sea quién sea”, por eso insistimos con “esta metodología excepcional de abrir todas las urnas”.
En la cuarta jornada de escrutinio definitivo en la Legislatura de Rawson, el tribunal electoral ratificó la decisión tomada ayer de anular, a pedido del FPV, la urna 174 en la que votaron 269 ciudadanos y en la que se constató la existencia de 25 boletas más que sobres electorales.
La anulación fue apelada por el oficialismo provincial del PJ-Modelo Chubut, que responde al gobernador Mario Das Neves, pero fue retificada hoy por unanimidad por el Tribunal Electoral.
La medida podría variar el resultado electoral en Puerto Madryn para la categoría a intendente, donde entre Ricardo Sastre (PJ) y Ricardo Lázaro (FPV) hay una diferencia menor en el escrutinio provisorio a la cantidad de votantes empadronados para sufragar en una elección complementaria.
En tanto desde el oficialismo provincial, los candidatos a gobernador y a vice, Martín Buzzi y César Mac Karthy, coincidieron por su parte en acusar al FPV y a medios de difusión nacionales de "instalar una idea de fraude que no es tal".
Durante una conferencia de prensa ofrecida esta mañana, Buzzi consideró que se trata de "una campaña fomentada por el Frente para la Victoria, que sabe que perdió y quiere embarrar la cancha", y prometió "implementar el voto electrónico cuando asuma como gobernador para evitar esto".
Mac Karthy culpó por su parte a la "inexperiencia de los presidentes de mesa y a los fiscales de los partidos", por las irregularidades detectadas en la confección de las planillas y actas del escrutinio.
"Debemos admitirlo como autocrítica porque los partidos políticos. Tenemos que mejorar la calidad de nuestros fiscales y capacitarlos mejor", dijo el candidato a la vicegobernación por el dasnevismo.
Hasta el momento el oficialismo había negado la existencia de irregularidades, con el argumento de que se trataba de "errores humanos aislados" en la confección de las planillas y las actas del escrutinio provisorio.
En ese sentido, el Frente para la Victoria (FPV) anunció esta tarde que hizo una reserva legal, para apelar los resultados de la elección a gobernador de Chubut ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y exigió al Tribunal Electoral provincial "la apertura de todas las urnas" para el recuento de los votos.
El caso de la urna anulada en Puerto Madryn puede repetirse en una escuela de Comodoro Rivadavia, donde aparecieron sobres electorales desparramados, lo cual hace sospechar que en alguna urna de esa escuela 43 del barrio General Mosconi podrían faltar elementos.
"Quiero saber qué pasó con la denuncia que hizo la directora de la escuela de Comodoro Rivadavia, donde se encontraron más de 80 sobres electorales firmados", sostuvo Eliceche consultado por Télam.
27 de marzo de 2011
El candidato a gobernador por el Frente para la Victoria y actual intendente de Puerto Madryn, Carlos Eliceche, declaró este mediodía que "escrutadas las mesas de Trelew, Rawson y Puerto Madryn" hay "un resultado de 1165 votos a favor" de su fuerza política.
Eliceche dijo en conferencia de prensa que solicitó “que se revea la medida que está aplicando el Tribunal Electoral Provincial para el escrutinio definitivo de los votos, y se acceda a la posibilidad de abrir todas y cada una de las urnas y hacer en ellas el conteo de voto por voto”.
De esta forma, adelantó que en caso de que el tribunal siga abriendo sólo las urnas con denuncias de irregularidades, y no todas como reclama el FPV, se recurrirá ante el máximo tribunal de la Nación.
“Las única forma de aventar las dudas que presenta el proceso es la apertura de la totalidad de las urnas”, y el recuento total de los sufragios ante las “irregularidades detectadas en el escrutinio final de los votos”, expresó.
El candidato añadió que el “Frente para la Victoria obtiene hasta el momento, entre las ciudades de Trelew, Rawson y Puerto Madryn, un resultado favorable de 1.165 votos en el escrutinio definitivo”.
Por otra parte, también menciono la presentación que se hizo ante el Tribunal Electoral Provincial, para que se “llame a elecciones complementarias en la mesa 174 de Puerto Madryn en todas las categorías de candidatos de los diferentes partidos políticos”.
En tanto, el apoderado del Frente para la Victoria, Blas Mesa Evans, recordó que es la “tercera vez que se le solicita al Tribunal Electoral Provincial que se proceda a la apertura de la totalidad de las urnas y al recuento de todos los votos”.
“La única forma de transparentar toda la situación es abrir todas las urnas y contar voto a voto”, afirmó Mesa Evans, quién agregó que “esta es la voluntad del pueblo del Chubut, que exige que se abran las urnas y se cuenten todos los votos”.
El apoderado recordó que “en las elecciones de 1983, cuando tanto el PJ como la UCR se autoproclamaban ganadores, los dos partidos acordaron el recuento voto por voto y en ese marco de absoluta transparencia las elecciones fueron ganadas por la UCR por el estrecho margen de 700 votos”.
Mesa Evans opinó que “desde ese punto de partida, nadie dudo de la legitimidad del gobernador electo en ese momento, pero hoy la falta de una respuesta positiva al pedido de utilizar igual metodología que en 1983, no nos va a permitir idéntica legitimidad para el futuro gobernador, sea quién sea”, por eso insistimos con “esta metodología excepcional de abrir todas las urnas”.
En la cuarta jornada de escrutinio definitivo en la Legislatura de Rawson, el tribunal electoral ratificó la decisión tomada ayer de anular, a pedido del FPV, la urna 174 en la que votaron 269 ciudadanos y en la que se constató la existencia de 25 boletas más que sobres electorales.
La anulación fue apelada por el oficialismo provincial del PJ-Modelo Chubut, que responde al gobernador Mario Das Neves, pero fue retificada hoy por unanimidad por el Tribunal Electoral.
La medida podría variar el resultado electoral en Puerto Madryn para la categoría a intendente, donde entre Ricardo Sastre (PJ) y Ricardo Lázaro (FPV) hay una diferencia menor en el escrutinio provisorio a la cantidad de votantes empadronados para sufragar en una elección complementaria.
En tanto desde el oficialismo provincial, los candidatos a gobernador y a vice, Martín Buzzi y César Mac Karthy, coincidieron por su parte en acusar al FPV y a medios de difusión nacionales de "instalar una idea de fraude que no es tal".
Durante una conferencia de prensa ofrecida esta mañana, Buzzi consideró que se trata de "una campaña fomentada por el Frente para la Victoria, que sabe que perdió y quiere embarrar la cancha", y prometió "implementar el voto electrónico cuando asuma como gobernador para evitar esto".
Mac Karthy culpó por su parte a la "inexperiencia de los presidentes de mesa y a los fiscales de los partidos", por las irregularidades detectadas en la confección de las planillas y actas del escrutinio.
"Debemos admitirlo como autocrítica porque los partidos políticos. Tenemos que mejorar la calidad de nuestros fiscales y capacitarlos mejor", dijo el candidato a la vicegobernación por el dasnevismo.
Hasta el momento el oficialismo había negado la existencia de irregularidades, con el argumento de que se trataba de "errores humanos aislados" en la confección de las planillas y las actas del escrutinio provisorio.
En ese sentido, el Frente para la Victoria (FPV) anunció esta tarde que hizo una reserva legal, para apelar los resultados de la elección a gobernador de Chubut ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y exigió al Tribunal Electoral provincial "la apertura de todas las urnas" para el recuento de los votos.
El caso de la urna anulada en Puerto Madryn puede repetirse en una escuela de Comodoro Rivadavia, donde aparecieron sobres electorales desparramados, lo cual hace sospechar que en alguna urna de esa escuela 43 del barrio General Mosconi podrían faltar elementos.
"Quiero saber qué pasó con la denuncia que hizo la directora de la escuela de Comodoro Rivadavia, donde se encontraron más de 80 sobres electorales firmados", sostuvo Eliceche consultado por Télam.
viernes, 25 de marzo de 2011
Las Madres y las Abuelas invitaron a los jóvenes a hacerse cargo del futuro
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
Por Gimena Fuertes
Carlotto se puso su pañuelo blanco para marchar: “Esto te llena de fuerza. Es la fuerza que tenían nuestros hijos. Yo estoy acá en nombre de Laura.” La juventud desbordó Plaza de Mayo.
La marcha que ayer reunió a más de 100 mil personas en la Plaza de Mayo y sus alrededores fue distinta a todas las anteriores, y no sólo por ser la más masiva de la historia hasta el momento. Ayer fue el primer 24 de marzo en que desde los carteles y los discursos de las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora se incluyó a los ideólogos civiles. También fue el primer 24 de marzo sin el ex presidente Néstor Kirchner. Pero, por sobre todas las cosas, fue la marcha en que los jóvenes tomaron masivamente la calle y las Madres y Abuelas los invitaron a “animarse y empezar a hacerse cargo de la historia y del futuro”.
Desde las 6 de la tarde, las columnas de decenas de organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles, culturales y de Derechos Humanos coparon el centro porteño y empezaron a marchar. Las Abuelas y las Madres Línea Fundadora y los H.I.J.O.S. encabezaron la columna principal con el tradicional paño con las fotos de los militantes desaparecidos. Sin embargo, debido a la cantidad de gente, muchas de ellas ya mayores, fueron directo a la carpa dispuesta detrás del escenario.
Juan Cabandié marchaba en la columna de La Cámpora: “Pedimos a la justicia celeridad en los juicios. Hoy hay más conciencia política, más participación de los jóvenes, lo que hace que el camino emprendido sea irreversible gracias a Néstor.” Florencia Kirchner saltaba y cantaba entre los primeros de la fila. También era importante la columna de Colina, la agrupación que lidera Alicia Kirchner, que se ubicó sobre Hipólito Yrigoyen. Cerca de allí estaba el diputado Juan Carlos Dante Gullo, quien destacó “la presencia masiva de la juventud, que no sólo hace un buen análisis del pasado sino del presente y del futuro.”
Una de las columnas más nutridas fue la del Partido Nuevo Encuentro, que encabezó el diputado Martín Sabbatella. También convocaron la JP Evita, la Juventud Sindical y la agrupación Putos Peronistas. Al tradicional cantito “el que no salta es militar”, lo transformaron en “tomala vos, damela a mí, el que no salta es de Clarín.”
Caminaba entre la gente el ministro de Trabajo y precandidato a jefe de gobierno de la ciudad, Carlos Tomada. “Este es el primer año sin Néstor”, dijo a Tiempo Artentino. “Que los jóvenes tomen en sus manos esta lucha es garantía de democracia”, se alegró. También marcharon los artistas de Teatro por la identidad, y los chicos de H.I.J.O.S. encabezaron su columna con una performance de baile y tambores del grupo de percusión La Chilinga.
El nieto recuperado Horacio Pietragalla esperaba el discurso de las Abuelas. “Lo diferente de este 24 de marzo es que hay más gente que nunca, y eso tiene que ver con que Néstor ha puesto a los Derechos Humanos en la agenda política, y ahora él no está.”
Estela de Carlotto se puso su pañuelo blanco para marchar. “Esto te llena de fuerza. Es la fuerza que tenían nuestros hijos. Yo estoy acá en nombre de Laura”, sintetizó antes de subir al escenario. Cerca de ella estaba su hijo y diputado Remo Carlotto, quien opinó que “la participación de la juventud era el sueño de Néstor, que permitió que la consolidación de la memoria sea una política de Estado permanente.”
El subsecretario de Derechos Humanos, Luis Alén, consideró que “este 24 se da en un momento en que se está consolidando la memoria, la verdad y la justicia, y marca un punto en que es necesario llevar ante los jueces a los partícipes civiles de la dictadura, que fueron tan culpables como Videla”.
El embajador en Chile, Ginés González García, voló al país especialmente para participar de la marcha. “La juventud que hoy está acá defiende los valores que los de mi generación teníamos, que sólo quedarán entre nosotros, y ahora estos pibes están demostrando que los sienten como propios.”
Jorge “Quito” Aragón, representante de la Corriente Martín Fierro, expresó: “Lo diferente desde 2003 a esta parte es que cada 24 ya no contamos el dolor que sentíamos, ahora contamos que a los genocidas los metimos presos.” Por su parte, Tati Almeida, de Madres Línea Fundadora, dijo antes de subir al escenario: “Hoy la juventud asiste con conciencia. Encontramos en nuestro presidente Néstor a un hijo. Él también está acá, entre toda esta gente.”
25 de marzo de 2011
Por Gimena Fuertes
Carlotto se puso su pañuelo blanco para marchar: “Esto te llena de fuerza. Es la fuerza que tenían nuestros hijos. Yo estoy acá en nombre de Laura.” La juventud desbordó Plaza de Mayo.
La marcha que ayer reunió a más de 100 mil personas en la Plaza de Mayo y sus alrededores fue distinta a todas las anteriores, y no sólo por ser la más masiva de la historia hasta el momento. Ayer fue el primer 24 de marzo en que desde los carteles y los discursos de las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora se incluyó a los ideólogos civiles. También fue el primer 24 de marzo sin el ex presidente Néstor Kirchner. Pero, por sobre todas las cosas, fue la marcha en que los jóvenes tomaron masivamente la calle y las Madres y Abuelas los invitaron a “animarse y empezar a hacerse cargo de la historia y del futuro”.
Desde las 6 de la tarde, las columnas de decenas de organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles, culturales y de Derechos Humanos coparon el centro porteño y empezaron a marchar. Las Abuelas y las Madres Línea Fundadora y los H.I.J.O.S. encabezaron la columna principal con el tradicional paño con las fotos de los militantes desaparecidos. Sin embargo, debido a la cantidad de gente, muchas de ellas ya mayores, fueron directo a la carpa dispuesta detrás del escenario.
Juan Cabandié marchaba en la columna de La Cámpora: “Pedimos a la justicia celeridad en los juicios. Hoy hay más conciencia política, más participación de los jóvenes, lo que hace que el camino emprendido sea irreversible gracias a Néstor.” Florencia Kirchner saltaba y cantaba entre los primeros de la fila. También era importante la columna de Colina, la agrupación que lidera Alicia Kirchner, que se ubicó sobre Hipólito Yrigoyen. Cerca de allí estaba el diputado Juan Carlos Dante Gullo, quien destacó “la presencia masiva de la juventud, que no sólo hace un buen análisis del pasado sino del presente y del futuro.”
Una de las columnas más nutridas fue la del Partido Nuevo Encuentro, que encabezó el diputado Martín Sabbatella. También convocaron la JP Evita, la Juventud Sindical y la agrupación Putos Peronistas. Al tradicional cantito “el que no salta es militar”, lo transformaron en “tomala vos, damela a mí, el que no salta es de Clarín.”
Caminaba entre la gente el ministro de Trabajo y precandidato a jefe de gobierno de la ciudad, Carlos Tomada. “Este es el primer año sin Néstor”, dijo a Tiempo Artentino. “Que los jóvenes tomen en sus manos esta lucha es garantía de democracia”, se alegró. También marcharon los artistas de Teatro por la identidad, y los chicos de H.I.J.O.S. encabezaron su columna con una performance de baile y tambores del grupo de percusión La Chilinga.
El nieto recuperado Horacio Pietragalla esperaba el discurso de las Abuelas. “Lo diferente de este 24 de marzo es que hay más gente que nunca, y eso tiene que ver con que Néstor ha puesto a los Derechos Humanos en la agenda política, y ahora él no está.”
Estela de Carlotto se puso su pañuelo blanco para marchar. “Esto te llena de fuerza. Es la fuerza que tenían nuestros hijos. Yo estoy acá en nombre de Laura”, sintetizó antes de subir al escenario. Cerca de ella estaba su hijo y diputado Remo Carlotto, quien opinó que “la participación de la juventud era el sueño de Néstor, que permitió que la consolidación de la memoria sea una política de Estado permanente.”
El subsecretario de Derechos Humanos, Luis Alén, consideró que “este 24 se da en un momento en que se está consolidando la memoria, la verdad y la justicia, y marca un punto en que es necesario llevar ante los jueces a los partícipes civiles de la dictadura, que fueron tan culpables como Videla”.
El embajador en Chile, Ginés González García, voló al país especialmente para participar de la marcha. “La juventud que hoy está acá defiende los valores que los de mi generación teníamos, que sólo quedarán entre nosotros, y ahora estos pibes están demostrando que los sienten como propios.”
Jorge “Quito” Aragón, representante de la Corriente Martín Fierro, expresó: “Lo diferente desde 2003 a esta parte es que cada 24 ya no contamos el dolor que sentíamos, ahora contamos que a los genocidas los metimos presos.” Por su parte, Tati Almeida, de Madres Línea Fundadora, dijo antes de subir al escenario: “Hoy la juventud asiste con conciencia. Encontramos en nuestro presidente Néstor a un hijo. Él también está acá, entre toda esta gente.”
“Nos importa más que los niños sean felices que meter preso a un milico”
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
Hebe de Bonafini destacó la labor social que realizan las Madres de Plaza de Mayo y recordó a Kirchner: “Néstor nos devolvió la patria.”
Todo el auditorio del Mercado Central se puso de pie y aplaudió durante 10 minutos cuando las Madres de Plaza de Mayo, lideradas por Hebe de Bonafini, pusieron un pie en la escalera que las llevaba al escenario. “Junto a las Madres, vamos a apoyar este modelo Nacional y Popular”, se escuchó desde las tribunas, pobladas hasta el último centímetro. Una frase que confirmó el anuncio de Hebe de que este año el del 24 de marzo iba a ser un “acto político”.
“Lo primero que nos enseñaron nuestros hijos fue la solidaridad, a compartir todo, incluso la vida. Por eso nos importa más que todos los niños sean felices antes que meter preso a un milico”, aseguró, arrolladora, la titular de Madres ni bien comenzó su discurso.
Su breve intervención estuvo plagada de frases políticas, de recuerdos dedicados al ex presidente Néstor Kirchner, y de apoyo a la presidenta Cristina Fernández. “Néstor nos devolvió la patria, esa por la que lucharon nuestros hijos. Pero un hombre revolucionario no muere, tenemos que imitarlo y dar la vida como lo hizo él. Si se nos revienta el corazón, en buena hora, esta es la patria”, celebró Hebe. “Néstor: te amamos, tu camino no lo vamos a abandonar, te vamos a imitar. Gracias por dejarnos a Cristina, esa mujer que todos los días nos dice que 2011 es Cristina y sin ella no es posible la patria”, finalizó.
En esta oportunidad, Hebe estuvo rodeada de funcionarios del gobierno nacional. Junto a ella se sentaron la ministra de Industria, Débora Giorgi, el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Gabriel Mariotto, y el ministro de Economía, Amado Boudou, quien ingresó cuando ya promediaba el acto.
También estuvo presente el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quién dirigía con los dedos en ‘V’ los cánticos que luego se reproducían en las tribunas: “Che gorila, che gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar.”
A 35 años del último golpe cívico-militar, Madres realizó el acto en el predio del Mercado Central, ubicado en Autopista Ricchieri y Boulogne Sur Mer, en el partido de La Matanza. Las razones de esta decisión las había dado la organización en la semana con la frase que eligieron para el acto: “Para que la sangre de nuestros hijos se convierta en escuelas, hospitales, casas y trabajo para todos.”
Bajo esa misma consigna, Sergio Schoklender, apoderado de Madres, anunció dos iniciativas inéditas que la organización de Derechos Humanos realizarán en colaboración con el Mercado Central: la instalación de la mayor planta transmisora de AM del país para La Voz de las Madres, y la construcción de una fábrica de casas que producirá 30 viviendas por día y generará 1000 puestos nuevos de trabajo. Observando, entre el público, se mezclaban integrantes de todas las iniciativas de la asociación: la Universidad Popular de las Madres, de Las Cristinas, y de la Misión Sueños Compartidos.
Minutos antes de Hebe de Bonafini habló Guillermo Moreno. Aplaudido y vivado por todos los presentes en el Mercado Central, el funcionario recordó que “el golpe tuvo como objetivo instalar un modelo económico que rigió hasta 2003, cuando volvió a mandar un patriota”. “En ese momento lo único que tenía Néstor era su pecho y lo utilizó hasta que terminó siendo ese 30.001. El proyecto del ’76 tuvo la derrota final en 2003, y esta generación se puede retirar en paz porque está emergiendo una juventud maravillosa y le vamos a dejar un país en paz, con amor y alegría”, remató Moreno.
Por expreso pedido de Hebe, el último en hablar fue Boudou. El funcionario señaló que, en este año electoral, se enfrentan dos proyectos de país: “Cuando vemos a esos dirigentes sentados al pie del presidente de la Sociedad Rural, cuando su armado político se los hace el Grupo Clarín, sabemos que estamos en la vereda de enfrente.”
25 de marzo de 2011
Hebe de Bonafini destacó la labor social que realizan las Madres de Plaza de Mayo y recordó a Kirchner: “Néstor nos devolvió la patria.”
Todo el auditorio del Mercado Central se puso de pie y aplaudió durante 10 minutos cuando las Madres de Plaza de Mayo, lideradas por Hebe de Bonafini, pusieron un pie en la escalera que las llevaba al escenario. “Junto a las Madres, vamos a apoyar este modelo Nacional y Popular”, se escuchó desde las tribunas, pobladas hasta el último centímetro. Una frase que confirmó el anuncio de Hebe de que este año el del 24 de marzo iba a ser un “acto político”.
“Lo primero que nos enseñaron nuestros hijos fue la solidaridad, a compartir todo, incluso la vida. Por eso nos importa más que todos los niños sean felices antes que meter preso a un milico”, aseguró, arrolladora, la titular de Madres ni bien comenzó su discurso.
Su breve intervención estuvo plagada de frases políticas, de recuerdos dedicados al ex presidente Néstor Kirchner, y de apoyo a la presidenta Cristina Fernández. “Néstor nos devolvió la patria, esa por la que lucharon nuestros hijos. Pero un hombre revolucionario no muere, tenemos que imitarlo y dar la vida como lo hizo él. Si se nos revienta el corazón, en buena hora, esta es la patria”, celebró Hebe. “Néstor: te amamos, tu camino no lo vamos a abandonar, te vamos a imitar. Gracias por dejarnos a Cristina, esa mujer que todos los días nos dice que 2011 es Cristina y sin ella no es posible la patria”, finalizó.
En esta oportunidad, Hebe estuvo rodeada de funcionarios del gobierno nacional. Junto a ella se sentaron la ministra de Industria, Débora Giorgi, el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Gabriel Mariotto, y el ministro de Economía, Amado Boudou, quien ingresó cuando ya promediaba el acto.
También estuvo presente el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quién dirigía con los dedos en ‘V’ los cánticos que luego se reproducían en las tribunas: “Che gorila, che gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar.”
A 35 años del último golpe cívico-militar, Madres realizó el acto en el predio del Mercado Central, ubicado en Autopista Ricchieri y Boulogne Sur Mer, en el partido de La Matanza. Las razones de esta decisión las había dado la organización en la semana con la frase que eligieron para el acto: “Para que la sangre de nuestros hijos se convierta en escuelas, hospitales, casas y trabajo para todos.”
Bajo esa misma consigna, Sergio Schoklender, apoderado de Madres, anunció dos iniciativas inéditas que la organización de Derechos Humanos realizarán en colaboración con el Mercado Central: la instalación de la mayor planta transmisora de AM del país para La Voz de las Madres, y la construcción de una fábrica de casas que producirá 30 viviendas por día y generará 1000 puestos nuevos de trabajo. Observando, entre el público, se mezclaban integrantes de todas las iniciativas de la asociación: la Universidad Popular de las Madres, de Las Cristinas, y de la Misión Sueños Compartidos.
Minutos antes de Hebe de Bonafini habló Guillermo Moreno. Aplaudido y vivado por todos los presentes en el Mercado Central, el funcionario recordó que “el golpe tuvo como objetivo instalar un modelo económico que rigió hasta 2003, cuando volvió a mandar un patriota”. “En ese momento lo único que tenía Néstor era su pecho y lo utilizó hasta que terminó siendo ese 30.001. El proyecto del ’76 tuvo la derrota final en 2003, y esta generación se puede retirar en paz porque está emergiendo una juventud maravillosa y le vamos a dejar un país en paz, con amor y alegría”, remató Moreno.
Por expreso pedido de Hebe, el último en hablar fue Boudou. El funcionario señaló que, en este año electoral, se enfrentan dos proyectos de país: “Cuando vemos a esos dirigentes sentados al pie del presidente de la Sociedad Rural, cuando su armado político se los hace el Grupo Clarín, sabemos que estamos en la vereda de enfrente.”
“Hay que avanzar en el juicio contra los civiles”
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
El documento firmado por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS y Hermanos y leído ayer fue uno de los textos más emotivos y convocantes de todos los 24 de marzo:
l Estamos en la plaza del pueblo como cada 24 de marzo, y a 35 años de un golpe que nos mató a todos, individual y colectivamente.
l La historia de represión y terror empezó mucho antes, así ocurrió con los pueblos originarios y con el bombardeo del ’55, y cuando empezaron a operar los grupos paramilitares como la Triple A.
l Sin los detenidos y desaparecidos no hubiesen podido instalar el sistema económico del cual se beneficiaron muchos.
l Los juicios costaron mucho pero hoy son realidad. Hay que avanzar en el juicio contra los cómplices civiles.
l Intentaron destruir las herramientas de la política democrática, entre ellos la cúpula de la Iglesia católica, empresas, medios de comunicación y periodistas.
l Los medios de comunicación como el Grupo Clarín con Herrera de Noble, La Nación y periodistas como Gelblung, Grondona y Morales Solá también fueron cómplices.
l Los jueces de la dictadura hoy criminalizan la pobreza.
l Tenemos que pedirle a la presidenta que desclasifique todos los archivos.
l Hay 119 condenas y 256 procesados. Todos los juicios son orales y públicos, todos tienen la posibilidad de oír a los testigos y a los represores.
l Le damos las gracias a la tarea emprendida por ese gran patriota y militante que fue Néstor Kirchner promotor de las victorias. Gracias Néstor, fuerza Cristina.
25 de marzo de 2011
El documento firmado por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS y Hermanos y leído ayer fue uno de los textos más emotivos y convocantes de todos los 24 de marzo:
l Estamos en la plaza del pueblo como cada 24 de marzo, y a 35 años de un golpe que nos mató a todos, individual y colectivamente.
l La historia de represión y terror empezó mucho antes, así ocurrió con los pueblos originarios y con el bombardeo del ’55, y cuando empezaron a operar los grupos paramilitares como la Triple A.
l Sin los detenidos y desaparecidos no hubiesen podido instalar el sistema económico del cual se beneficiaron muchos.
l Los juicios costaron mucho pero hoy son realidad. Hay que avanzar en el juicio contra los cómplices civiles.
l Intentaron destruir las herramientas de la política democrática, entre ellos la cúpula de la Iglesia católica, empresas, medios de comunicación y periodistas.
l Los medios de comunicación como el Grupo Clarín con Herrera de Noble, La Nación y periodistas como Gelblung, Grondona y Morales Solá también fueron cómplices.
l Los jueces de la dictadura hoy criminalizan la pobreza.
l Tenemos que pedirle a la presidenta que desclasifique todos los archivos.
l Hay 119 condenas y 256 procesados. Todos los juicios son orales y públicos, todos tienen la posibilidad de oír a los testigos y a los represores.
l Le damos las gracias a la tarea emprendida por ese gran patriota y militante que fue Néstor Kirchner promotor de las victorias. Gracias Néstor, fuerza Cristina.
La Plaza de Mayo se llenó de pibes que tomaron las banderas
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
Las Madres ya no están solas en la lucha por imponer la justicia. Una nueva generación teje nuevas utopías y la batalla cultural está ganada, pero sería mezquino no reconocer en esta explosión de militancia el accionar de un hombre que reivindicó el valor de la política.
La Plaza estaba llena de pibes. De chicos que no habían nacido aquel trágico 24 de marzo de 1976, cuando los militares le dieron un furibundo golpe a la historia. Tuvieron la suerte de crecer en democracia. Pueden leer los libros que quieran, usar el pelo largo, la ropa que se les antoje y besarse por las calles sin ser condenados. Muchos de ellos creen que son libertades naturales, como el aire que respiran. Pero en la Argentina, los derechos civiles son el producto de mucha sangre y esfuerzo. Fueron muchos los que dieron su vida para que pudiera ser así.
Para algunos chicos fue su primera marcha. Iban con sus compañeros de colegio y hasta lo vivían como una salida más, un sitio donde juntarse que no era la esquina del barrio. En los ’70, muchos jóvenes se sumaban a la militancia atraídos por un asado, una guitarreada o un debate sobre una película. No eran todos héroes de acero. La militancia formaba parte indivisible de la vida social. No pocos amores se tejieron entre panfleto y pintada. Todo el entorno contribuía a sumarse a alguna organización política. En esos encuentros se fue consolidando un sueño colectivo.
Los chicos de hoy recién empiezan. Una nueva generación teje nuevas utopías. Pero además de los móviles personales que llevaron a los chicos a la Plaza, todos reconocen algo del espíritu de verdad y justicia que supieron insuflar en la sociedad las Madres de Plaza de Mayo, en momentos en que marchar no era tan sencillo. Y también los veteranos de los organismos de Derechos Humanos, que resistieron por años al olvido y la indiferencia.
Quienes lucharon por imponer la verdad, la memoria y la condena a los que asesinaron masivamente y jodieron a la Argentina, tienen esta batalla cultural ganada. Ya no estarán solos en las manifestaciones que sirven para azuzar la memoria. Los chicos han tomado las banderas y las llevarán adelante. Pero sería mezquino no reconocer que en esta explosión de militancia juvenil, algo ha tenido que ver un hombre que reivindicó el valor de la palabra política, que dijo que no dejaría sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada y que se animó a ordenarle a un general que bajara los cuadros de los dictadores de un muro del Colegio Militar.
Nadie puede adjudicarse totalmente el triunfo de esta batalla cultural de condena a la dictadura. Pero en un momento de alza, es al menos justo reconocer los aportes de los que tuvieron algo que ver para llegar hasta esta plaza llena de pibes.
25 de marzo de 2011
Las Madres ya no están solas en la lucha por imponer la justicia. Una nueva generación teje nuevas utopías y la batalla cultural está ganada, pero sería mezquino no reconocer en esta explosión de militancia el accionar de un hombre que reivindicó el valor de la política.
La Plaza estaba llena de pibes. De chicos que no habían nacido aquel trágico 24 de marzo de 1976, cuando los militares le dieron un furibundo golpe a la historia. Tuvieron la suerte de crecer en democracia. Pueden leer los libros que quieran, usar el pelo largo, la ropa que se les antoje y besarse por las calles sin ser condenados. Muchos de ellos creen que son libertades naturales, como el aire que respiran. Pero en la Argentina, los derechos civiles son el producto de mucha sangre y esfuerzo. Fueron muchos los que dieron su vida para que pudiera ser así.
Para algunos chicos fue su primera marcha. Iban con sus compañeros de colegio y hasta lo vivían como una salida más, un sitio donde juntarse que no era la esquina del barrio. En los ’70, muchos jóvenes se sumaban a la militancia atraídos por un asado, una guitarreada o un debate sobre una película. No eran todos héroes de acero. La militancia formaba parte indivisible de la vida social. No pocos amores se tejieron entre panfleto y pintada. Todo el entorno contribuía a sumarse a alguna organización política. En esos encuentros se fue consolidando un sueño colectivo.
Los chicos de hoy recién empiezan. Una nueva generación teje nuevas utopías. Pero además de los móviles personales que llevaron a los chicos a la Plaza, todos reconocen algo del espíritu de verdad y justicia que supieron insuflar en la sociedad las Madres de Plaza de Mayo, en momentos en que marchar no era tan sencillo. Y también los veteranos de los organismos de Derechos Humanos, que resistieron por años al olvido y la indiferencia.
Quienes lucharon por imponer la verdad, la memoria y la condena a los que asesinaron masivamente y jodieron a la Argentina, tienen esta batalla cultural ganada. Ya no estarán solos en las manifestaciones que sirven para azuzar la memoria. Los chicos han tomado las banderas y las llevarán adelante. Pero sería mezquino no reconocer que en esta explosión de militancia juvenil, algo ha tenido que ver un hombre que reivindicó el valor de la palabra política, que dijo que no dejaría sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada y que se animó a ordenarle a un general que bajara los cuadros de los dictadores de un muro del Colegio Militar.
Nadie puede adjudicarse totalmente el triunfo de esta batalla cultural de condena a la dictadura. Pero en un momento de alza, es al menos justo reconocer los aportes de los que tuvieron algo que ver para llegar hasta esta plaza llena de pibes.
Vamos por más
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
Por Roberto Caballero Director.
Cuando ayer veía a Estela de Carlotto y a las Abuelas con Tiempo Argentino bajo el brazo me emocioné. Tuve la sensación, y me viene pasando seguido, de que el diario ya no es obra de un grupo de periodistas-trabajadores de prensa más o menos locos que un día decidieron construir un Arca de Noé contra el discurso conservador de los medios hegemónicos, sino que hoy vive en el deseo de multitudes que no quieren regresar al pasado.
Mientras estaba en la Plaza de Mayo, desde la redacción me avisaban que habíamos agotado la edición, una vez más, y podía comprobarlo en tiempo real: la gente llevaba el diario como pancarta, me lo mostraba con complicidad, se querían sacar fotos con él. Este Tiempo Argentino, tan chiquito como indomable, compartía escena con las imágenes de miles de desaparecidos, con las columnas multitudinarias (más de 100 mil personas, casi la misma cantidad que participó de la ya mítica Marcha contra el Indulto) que avanzaban por Avenida de Mayo con las banderas de La Cámpora, la Juventud Sindical Peronista, la JP Evita, el Socialismo de Jorge Rivas, el Nuevo Encuentro de Martín Sabattella y la izquierda en todas sus variantes, por citar algunas de las más numerosas, y los redoblantes y bombos de una Argentina que está más viva que nunca. Esa Argentina alegre y rebelde que ayer se manifestó contra los responsables cívico-militares del mayor genocidio que padeció nuestro país en el siglo XX. Un lector, llamado Ernesto Daniel Rodríguez, hizo un brillante resumen para las nuevas generaciones de lo que significó la dictadura, de la que Clarín y La Nación fueron oficialistas. Transcribo, textual, lo que publicó en Facebook del diario, que guarda un lejano eco de la Carta Abierta a la Junta Militar de Rodolfo Walsh: “2818 días duró. 20.000 fábricas se cerraron. 340 centros clandestinos de detención se abrieron. 6 veces se multiplicó la deuda externa. 517 mil % fue la inflación acumulada. 1.500.000 de libros se quemaron. 14 mil hombres se enviaron a la guerra de Malvinas. 649 soldados murieron. 350 ex combatientes se suicidaron. 30.000 personas fueron torturadas, secuestradas y desaparecidas.”
Una síntesis perfecta. En apenas nueve meses, construimos un vínculo insobornable con nuestros lectores. Nosotros hacemos el diario y ustedes nos hacen a nosotros mejores periodistas. La gratitud que les debemos es infinita.
Tiempo late a la par del corazón de todos ustedes, los verdaderos dueños de este sueño que se vende en los kioscos como diario.
Vamos por más.
25 de marzo de 2011
Por Roberto Caballero Director.
Cuando ayer veía a Estela de Carlotto y a las Abuelas con Tiempo Argentino bajo el brazo me emocioné. Tuve la sensación, y me viene pasando seguido, de que el diario ya no es obra de un grupo de periodistas-trabajadores de prensa más o menos locos que un día decidieron construir un Arca de Noé contra el discurso conservador de los medios hegemónicos, sino que hoy vive en el deseo de multitudes que no quieren regresar al pasado.
Mientras estaba en la Plaza de Mayo, desde la redacción me avisaban que habíamos agotado la edición, una vez más, y podía comprobarlo en tiempo real: la gente llevaba el diario como pancarta, me lo mostraba con complicidad, se querían sacar fotos con él. Este Tiempo Argentino, tan chiquito como indomable, compartía escena con las imágenes de miles de desaparecidos, con las columnas multitudinarias (más de 100 mil personas, casi la misma cantidad que participó de la ya mítica Marcha contra el Indulto) que avanzaban por Avenida de Mayo con las banderas de La Cámpora, la Juventud Sindical Peronista, la JP Evita, el Socialismo de Jorge Rivas, el Nuevo Encuentro de Martín Sabattella y la izquierda en todas sus variantes, por citar algunas de las más numerosas, y los redoblantes y bombos de una Argentina que está más viva que nunca. Esa Argentina alegre y rebelde que ayer se manifestó contra los responsables cívico-militares del mayor genocidio que padeció nuestro país en el siglo XX. Un lector, llamado Ernesto Daniel Rodríguez, hizo un brillante resumen para las nuevas generaciones de lo que significó la dictadura, de la que Clarín y La Nación fueron oficialistas. Transcribo, textual, lo que publicó en Facebook del diario, que guarda un lejano eco de la Carta Abierta a la Junta Militar de Rodolfo Walsh: “2818 días duró. 20.000 fábricas se cerraron. 340 centros clandestinos de detención se abrieron. 6 veces se multiplicó la deuda externa. 517 mil % fue la inflación acumulada. 1.500.000 de libros se quemaron. 14 mil hombres se enviaron a la guerra de Malvinas. 649 soldados murieron. 350 ex combatientes se suicidaron. 30.000 personas fueron torturadas, secuestradas y desaparecidas.”
Una síntesis perfecta. En apenas nueve meses, construimos un vínculo insobornable con nuestros lectores. Nosotros hacemos el diario y ustedes nos hacen a nosotros mejores periodistas. La gratitud que les debemos es infinita.
Tiempo late a la par del corazón de todos ustedes, los verdaderos dueños de este sueño que se vende en los kioscos como diario.
Vamos por más.
Todavía hay 21 represores prófugos
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
El Ministerio de Justicia informó hoy que aún quedan 21 prófugos acusados de delitos de lesa humanidad y que el Estado ofrece una recompensa total de 2,2 millones de pesos a quienes aporten datos que permitan dar con su paradero.
“Es parte del programa de búsqueda de personas requeridas por la justicia y se trata de un nuevo paso que damos a partir de la derogación de las leyes de impunidad en pos de la verdad”, expresó el titular del Ministerio de Justicia, Julio Alak, quien recordó la detención hace una semana del ex médico de la Policía Bonaerense.
Los 21 prófugos están acusados de haber cometido delitos de lesa humanidad. Para los que puedan aportar información útil se habilitará la línea (011) 5300-4020. También pueden escribir un mail a o ingresar a la página web . La identidad de los que suministren datos se mantendrá en secreto.
Entre los buscados figura Eduardo Salvador Ullua, imputado por la justicia federal de Mar del Plata por homicidio calificado y sindicado como ex integrante de la Concentración Nacional Universitaria. También Miguel Ángel Amigo, Ricardo Luis Von Kyaw, Teodoro Aníbal Gauto, por su presunta participación en la causa “Arias Duval, Alejandro; Di Pasquale, Jorge; Romero Pavón, Carlos y otros, sobre homicidio, privación ilegal de la libertad, tormentos y sustracción de menores”. En las causas por los delitos cometidos en la ex ESMA, entre ellos la desaparición del periodista Rodolfo Walsh, aún permanecen prófugos y son buscados los ex integrantes de la Armada, Francisco Armando Di Paola y Jorge Raúl Vildoza; los ex policías Roberto Oscar González, Juan Carlos Linares y Pedro Osvaldo, y el ex prefecto Gonzalo Sánchez.
25 de marzo de 2011
El Ministerio de Justicia informó hoy que aún quedan 21 prófugos acusados de delitos de lesa humanidad y que el Estado ofrece una recompensa total de 2,2 millones de pesos a quienes aporten datos que permitan dar con su paradero.
“Es parte del programa de búsqueda de personas requeridas por la justicia y se trata de un nuevo paso que damos a partir de la derogación de las leyes de impunidad en pos de la verdad”, expresó el titular del Ministerio de Justicia, Julio Alak, quien recordó la detención hace una semana del ex médico de la Policía Bonaerense.
Los 21 prófugos están acusados de haber cometido delitos de lesa humanidad. Para los que puedan aportar información útil se habilitará la línea (011) 5300-4020. También pueden escribir un mail a
Entre los buscados figura Eduardo Salvador Ullua, imputado por la justicia federal de Mar del Plata por homicidio calificado y sindicado como ex integrante de la Concentración Nacional Universitaria. También Miguel Ángel Amigo, Ricardo Luis Von Kyaw, Teodoro Aníbal Gauto, por su presunta participación en la causa “Arias Duval, Alejandro; Di Pasquale, Jorge; Romero Pavón, Carlos y otros, sobre homicidio, privación ilegal de la libertad, tormentos y sustracción de menores”. En las causas por los delitos cometidos en la ex ESMA, entre ellos la desaparición del periodista Rodolfo Walsh, aún permanecen prófugos y son buscados los ex integrantes de la Armada, Francisco Armando Di Paola y Jorge Raúl Vildoza; los ex policías Roberto Oscar González, Juan Carlos Linares y Pedro Osvaldo, y el ex prefecto Gonzalo Sánchez.
La mayor derrota
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
Por Cynthia Ottaviano Editora de Investigación.
Cuando uno niega la realidad es porque no puede con ella. Eso demostró ayer el Grupo Clarín al decidir que TN transmitiera los ensayos de Plácido Domingo, negando que a metros de ahí miles y miles de personas marchaban hacia la Plaza de Mayo, al grito de “no olvidamos”. Y cuando uno no puede con la realidad, es porque está derrotado.
El terror a perder sus intereses económicos, su poder de mando y la preciada libertad (el prestigio lo resignaron hace rato) los llevó ayer a cometer un error estratégico y reconocer la derrota.
Porque no pueden con todas las generaciones que al marchar juntas demostraron que el dolor se transformó en memoria, que se hizo carne este triunfo de la democracia y que la consigna ya no es sólo “Nunca Más”, sino también “Nunca Menos”.
Ya no corre miedo por la sangre de los argentinos.
La bandera que colgaron la JP Evita y la Juventud Sindical exigiendo que “devuelvan a los nietos” se desplegó ante las cámaras automáticas de TN, que tomaron impávidas el reclamo que los directivos del Grupo Clarín hubieran deseado, pero no pudieron, ocultar. Y esa bandera que uno puede ver palpable, colgando de la autopista como una conquista militante, es poco comparada con la otra bandera, la que está tatuada en la piel de esos miles y miles que el cártel mediático de Clarín y La Nación ya no podrá borrar de las calles, porque volvieron a ser de todos.
Aunque no hayan recordado en la tapa de Clarín que ayer se cumplieron 35 años del golpe cívico-militar que instauró la mayor tragedia de la historia contemporánea, aunque las cámaras de TN y Canal 13 hayan querido inventar una realidad que muchos sabemos que no es, aunque se hayan burlado una vez más de sus audiencias y hayan subestimado a sus lectores, aunque hayan revictimizado a todos los argentinos porque ocultaron el genocidio y ocultan ahora la movilización que volvió a decir “no queremos olvido, queremos Memoria, queremos Verdad, queremos Justicia”, seguirán florenciendo ya no mil, sino millones de flores. Y esa es la mayor derrota.
25 de marzo de 2011
Por Cynthia Ottaviano Editora de Investigación.
Cuando uno niega la realidad es porque no puede con ella. Eso demostró ayer el Grupo Clarín al decidir que TN transmitiera los ensayos de Plácido Domingo, negando que a metros de ahí miles y miles de personas marchaban hacia la Plaza de Mayo, al grito de “no olvidamos”. Y cuando uno no puede con la realidad, es porque está derrotado.
El terror a perder sus intereses económicos, su poder de mando y la preciada libertad (el prestigio lo resignaron hace rato) los llevó ayer a cometer un error estratégico y reconocer la derrota.
Porque no pueden con todas las generaciones que al marchar juntas demostraron que el dolor se transformó en memoria, que se hizo carne este triunfo de la democracia y que la consigna ya no es sólo “Nunca Más”, sino también “Nunca Menos”.
Ya no corre miedo por la sangre de los argentinos.
La bandera que colgaron la JP Evita y la Juventud Sindical exigiendo que “devuelvan a los nietos” se desplegó ante las cámaras automáticas de TN, que tomaron impávidas el reclamo que los directivos del Grupo Clarín hubieran deseado, pero no pudieron, ocultar. Y esa bandera que uno puede ver palpable, colgando de la autopista como una conquista militante, es poco comparada con la otra bandera, la que está tatuada en la piel de esos miles y miles que el cártel mediático de Clarín y La Nación ya no podrá borrar de las calles, porque volvieron a ser de todos.
Aunque no hayan recordado en la tapa de Clarín que ayer se cumplieron 35 años del golpe cívico-militar que instauró la mayor tragedia de la historia contemporánea, aunque las cámaras de TN y Canal 13 hayan querido inventar una realidad que muchos sabemos que no es, aunque se hayan burlado una vez más de sus audiencias y hayan subestimado a sus lectores, aunque hayan revictimizado a todos los argentinos porque ocultaron el genocidio y ocultan ahora la movilización que volvió a decir “no queremos olvido, queremos Memoria, queremos Verdad, queremos Justicia”, seguirán florenciendo ya no mil, sino millones de flores. Y esa es la mayor derrota.
La mesa de los 800 votos
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
Las sospechas de fraude en la elección del domingo quedaron cristalizadas en las últimas 48 horas en el caso de la mesa 183 de Puerto Madryn. En esa ciudad, el kirchnerismo espera descontar en las próximas horas la diferencia que termine por acercarlo a Martín Buzzi, con posibilidades de “dar vuelta” el resultado del comicio.
Sucede que, en esa mesa, los fiscales del Frente para la Victoria (FPV) detectaron la carga de 800 votos de más para el candidato de Modelo Chubut, el espacio que lidera el gobernador Mario Das Neves.
“Donde debía decir 88, decía 888 votos. Y el FPV tenía 107 sufragios”, resumió uno de los candidatos kirchneristas consultados por Tiempo Argentino.
Aun antes del recuento de las mesas cuestionadas en Puerto Madryn, en la justicia electoral y también en el dasnevismo dan por seguro que se trató de un error.
“El número estimado de votantes por mesa es de 200 ciudadanos”, contrastaron también en el radicalismo.
También en Puerto Madryn –esos datos se podrían confirmar hoy– el FPV detectó una mesa en la que Eliceche tenía, según los cómputos oficiales once votos. Para los fiscales partidarios, en cambio, el postulante del FPV había cosechado allí un total de 111 sufragios.
25 de marzo de 2011
Las sospechas de fraude en la elección del domingo quedaron cristalizadas en las últimas 48 horas en el caso de la mesa 183 de Puerto Madryn. En esa ciudad, el kirchnerismo espera descontar en las próximas horas la diferencia que termine por acercarlo a Martín Buzzi, con posibilidades de “dar vuelta” el resultado del comicio.
Sucede que, en esa mesa, los fiscales del Frente para la Victoria (FPV) detectaron la carga de 800 votos de más para el candidato de Modelo Chubut, el espacio que lidera el gobernador Mario Das Neves.
“Donde debía decir 88, decía 888 votos. Y el FPV tenía 107 sufragios”, resumió uno de los candidatos kirchneristas consultados por Tiempo Argentino.
Aun antes del recuento de las mesas cuestionadas en Puerto Madryn, en la justicia electoral y también en el dasnevismo dan por seguro que se trató de un error.
“El número estimado de votantes por mesa es de 200 ciudadanos”, contrastaron también en el radicalismo.
También en Puerto Madryn –esos datos se podrían confirmar hoy– el FPV detectó una mesa en la que Eliceche tenía, según los cómputos oficiales once votos. Para los fiscales partidarios, en cambio, el postulante del FPV había cosechado allí un total de 111 sufragios.
Buzzi recordó que la Rural colaboró de forma activa con la dictadura
Tiempo Argentino
25 de marzo de 2011
“Ellos pusieron los funcionarios y nosotros los exiliados y los muertos”, puntualizó el dirigente de la Federación Agraria. Además, dijo que si la población reelige a Cristina, la Mesa de Enlace tendrá que negociar o desaparecer.
El presidente de Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, destacó la importancia del Día de la Memoria, y disparó munición gruesa contra la Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas, al recordar que tuvieron una participación activa en el entramado civil que apoyó y engrosó la última dictadura militar. Respecto de su relación con el gobierno, puntualizó: “hay que tender puentes de negociación y de acuerdo… así no podemos seguir. Ayer dimos señales categóricas, por eso estuvimos con Julián Domínguez y Carlos Tomada (ministros de Agricultura y Trabajo respectivamente)”. En este sentido, puso en duda la viabilidad de la Mesa de Enlace, si la presidenta Cristina Fernández alcanza la reelección.
Sin embargo, Buzzi se refirió en profundidad a la relación que existió entre los militares y los civiles a partir de 1976. “Hubo sectores del ruralismo que claramente colaboraron y participaron activamente en la dictadura”, se despachó en declaraciones radiales, Eduardo Buzzi. Igualmente, el dirigente agropecuario señaló: “Ellos pusieron los funcionarios y nosotros los exiliados y los muertos”. Más temprano, un comunicado de la entidad indicó que “debe ser juzgado hasta el último de los genocidas”, y que “quienes sean encontrados culpables de delitos de lesa humanidad, deben cumplir condena en cárceles comunes, sin privilegios de ningún tipo”. El referente de Federación Agraria recordó que tanto dirigentes de la Sociedad Rural Argentina (SRA) como de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) “pusieron funcionarios durante la dictadura militar”. “No creo que haya un acta que diga que ‘alentamos el golpe’, pero dirigentes de esa etapa, no por casualidad, terminaron siendo ministros de Economía”, añadió el chacarero en clara referencia a José Alfredo Martínez de Hoz, quien fue ministro de Economía entre marzo de 1976 y marzo de 1981. Martínez de Hoz fue el cerebro económico de la última dictadura y durante su gestión se puso en marcha un plan sistemático de destrucción del aparato productivo local, mediante la reducción de los aranceles que pagaban las importaciones y una fuerte suba en las tasas de interés que incentivó la bicicleta financiera y desalentó la producción. Durante esos años se produjo una apertura total de los capitales foráneos y se les otorgó el mismo trato que a los nacionales, favoreciendo la extranjerización de la economía y la caída de las pequeñas y medianas empresas. Además, el programa económico de Martínez de Hoz disminuyó un 40% los salarios y redujo el mercado interno. Ayer, en declaraciones a Radio La Red, consideró que “el golpe (de 1976) fue cívico-militar”, y que “hubo actores, dirigentes y socios de la SRA, inclusive de CRA, que ocuparon cargos”, ya que “hubo sectores del ruralismo que claramente colaboraron y participaron activamente en la dictadura, mientras la Federación Agraria ponía exiliados y muertos; hubo gente que la pasó muy mal”.
El 24 de marzo de 1977, la Sociedad Rural publicó en los diarios La Nación, Clarín y La Prensa una solicitada en la que brindaba su “apoyo a toda acción que signifique completar el proceso iniciado el 24 de Marzo de 1976”.
25 de marzo de 2011
“Ellos pusieron los funcionarios y nosotros los exiliados y los muertos”, puntualizó el dirigente de la Federación Agraria. Además, dijo que si la población reelige a Cristina, la Mesa de Enlace tendrá que negociar o desaparecer.
El presidente de Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, destacó la importancia del Día de la Memoria, y disparó munición gruesa contra la Sociedad Rural Argentina y Confederaciones Rurales Argentinas, al recordar que tuvieron una participación activa en el entramado civil que apoyó y engrosó la última dictadura militar. Respecto de su relación con el gobierno, puntualizó: “hay que tender puentes de negociación y de acuerdo… así no podemos seguir. Ayer dimos señales categóricas, por eso estuvimos con Julián Domínguez y Carlos Tomada (ministros de Agricultura y Trabajo respectivamente)”. En este sentido, puso en duda la viabilidad de la Mesa de Enlace, si la presidenta Cristina Fernández alcanza la reelección.
Sin embargo, Buzzi se refirió en profundidad a la relación que existió entre los militares y los civiles a partir de 1976. “Hubo sectores del ruralismo que claramente colaboraron y participaron activamente en la dictadura”, se despachó en declaraciones radiales, Eduardo Buzzi. Igualmente, el dirigente agropecuario señaló: “Ellos pusieron los funcionarios y nosotros los exiliados y los muertos”. Más temprano, un comunicado de la entidad indicó que “debe ser juzgado hasta el último de los genocidas”, y que “quienes sean encontrados culpables de delitos de lesa humanidad, deben cumplir condena en cárceles comunes, sin privilegios de ningún tipo”. El referente de Federación Agraria recordó que tanto dirigentes de la Sociedad Rural Argentina (SRA) como de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) “pusieron funcionarios durante la dictadura militar”. “No creo que haya un acta que diga que ‘alentamos el golpe’, pero dirigentes de esa etapa, no por casualidad, terminaron siendo ministros de Economía”, añadió el chacarero en clara referencia a José Alfredo Martínez de Hoz, quien fue ministro de Economía entre marzo de 1976 y marzo de 1981. Martínez de Hoz fue el cerebro económico de la última dictadura y durante su gestión se puso en marcha un plan sistemático de destrucción del aparato productivo local, mediante la reducción de los aranceles que pagaban las importaciones y una fuerte suba en las tasas de interés que incentivó la bicicleta financiera y desalentó la producción. Durante esos años se produjo una apertura total de los capitales foráneos y se les otorgó el mismo trato que a los nacionales, favoreciendo la extranjerización de la economía y la caída de las pequeñas y medianas empresas. Además, el programa económico de Martínez de Hoz disminuyó un 40% los salarios y redujo el mercado interno. Ayer, en declaraciones a Radio La Red, consideró que “el golpe (de 1976) fue cívico-militar”, y que “hubo actores, dirigentes y socios de la SRA, inclusive de CRA, que ocuparon cargos”, ya que “hubo sectores del ruralismo que claramente colaboraron y participaron activamente en la dictadura, mientras la Federación Agraria ponía exiliados y muertos; hubo gente que la pasó muy mal”.
El 24 de marzo de 1977, la Sociedad Rural publicó en los diarios La Nación, Clarín y La Prensa una solicitada en la que brindaba su “apoyo a toda acción que signifique completar el proceso iniciado el 24 de Marzo de 1976”.
Ya no bailan solas
Página 12
25 de marzo de 2011
Dos marchas se sucedieron para repudiar el último golpe militar y reclamar Verdad y Justicia. Cientos de miles de jóvenes nutrieron las columnas de manifestantes encabezadas por Madres y Abuelas.
Por Alejandra Dandan
Un poeta callejero se paró a leer uno de los afiches que amanecieron estampados a lo largo de la Avenida de Mayo. Las caras de los cómplices de la dictadura, las imágenes del poder subterráneo aparecieron descaradamente expuestas ante quienes avanzaron desde temprano hacia la Plaza de Mayo. Estela Carlotto apareció en la esquina de Avenida de Mayo y la 9 de Julio, punto de encuentro del movimiento de derechos humanos, las organizaciones sociales y partidos políticos. Mientras la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo era arrebatada por los abrazos, las Madres se atenazaban metros atrás para abrirse paso entre la ahogante presencia de esa masa indimensionable que apareció convertida otra vez en un pueblo. “Le pedimos a la Presidenta que desclasifique los archivos que todavía quedan por desclasificar”, pidió Estela en el escenario después de enumerar uno a uno, como lo hacían aquellos afiches, los nombres de quienes dieron aliento a la dictadura: Los grupos económicos, los grandes medios, los jueces nombrados por la dictadura que archivaron los miles de hábeas corpus de los familiares de los desaparecidos. “Hoy estamos acá a 35 años del golpe de Estado –dijo Estela–, con 169 genocidas condenados y 856 procesados en juicios que se llevan a cabo a lo largo y ancho del país, con las garantías de la ley que les negaron a nuestros compañeros.”
A las cinco y media de la tarde estaba prevista la partida de la marcha de los organismos de derechos humanos hacia el centro de la Plaza de Mayo, pero a esa hora todavía seguían pasando las columnas de la marcha previa, organizada por agrupaciones de izquierda. En esa esquina de encuentro, varios pibes montaban fungiendo de bastoneros de la salida de las Madres.
Mauro Salerno era uno de los más jóvenes, de la Mesa de Salud de La Cámpora, un grupo de estudiantes y egresados de Medicina, pertrechados con camisas de seguridad sanitaria. Mauro, de 18 años, emigrado de Bahía Blanca, pasó por la Plaza el 24 del año pasado, desembarcó en la facultad, se encontró con un lugar “bastante gorila” y buscando buscando se topó con un trabajo social en los barrios. “Para mí el peronismo era lo que había estudiado en la escuela –dice–, no era algo popular.” Adelante, entre apretones, remeras con la cara de Cristina, niños, cochecitos, rastas y mates, sus compañeros saludaban con las manos en V a los últimos integrantes del Partido Obrero. En un picadito de cantos, el coro se tensó entre el “Ohh yo soy argentino/ohhhhh/ooohhhh/ Soy soldado del pingüino” y los otros que recordaban el número de los últimos muertos.
La bandera de los 30 mil desaparecidos no llegaba. El cielo se tapó de banderas de las organizaciones cercanas y aliadas al kirchnerismo. La CTA, la Tupac Amaru, cuyos integrantes se preparaban para escoltar el paso de las Madres; la FNPL, las banderas de la VIA Campesina enfundadas en una caña; la Juventud Peronista, el Movimiento Evita. Hijos, Kolina, Carta Abierta, el Encuentro Nacional y Popular, Frente Transversal, Nuevo Encuentro, la Corriente Nacional y Popular, Socialistas, Comunistas, Peronismo Militante, Cabildo Abierto, la Unión de Estudiantes Secundarios y variedad de centros de estudiantes secundarios y universitarios. Las gigantografías de Rodolfo Walsh. Un grupo de la Juventud Armenia repartiendo volantes a quienes pasaban, explicando que ellos, que eran jóvenes, habían llegado al país porque sus abuelos fueron desterrados en otro genocidio. Entre las banderas, también estuvo la Juventud Sindical, los jóvenes de Facundo Moyano que el año pasado marcaron un corte simbólico con buena parte de la historia del movimiento sindical.
Olé/Olé/Olé, se oía ya. El “A donde vayan los iremos a buscar/ Olé Olé Olé/ Olaaá Olée Olée Olée Olaá”.
La cancha
La Tupac Amaru se convirtió en el cordón de escolta de la bandera que avanzaba ya por la Avenida de Mayo. Alrededor, hacia adentro, otro grupo rodeaba todavía más cerca la columna de las Madres. Entre ellos, agarrados de los brazos, andaban Judhit Said, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, pero también Adriana Taboada, de la Comisión Zona Norte de Campo de Mayo, y las caras de los que suelen sentarse todos los días en las salas de audiencia sosteniendo la escucha y el devenir de los juicios orales. Estela sostenía la bandera en una punta. Taty Almeida en la otra. Nora Cortiñas iba detrás con un nieto. Haydeé García Buela, Carmen Lapacó y detrás de los anteojos Aída Sarti contaba con su cabeza de archivista la presencia de las que este año no están: “¿Viste qué pocas vamos quedando?”, dijo compartiendo la evidencia.
Sara estaba parada detrás de Fátima Cabrera, la viuda de Patricio Rice, sobreviviente del Garage Azopardo, sorprendida también por tanta familia. “La gente empieza a perder el miedo”, decía. “Costó tanto la participación y es en la medida que se avance con la Justicia que crece la democracia.”
Un grupo de catequistas de Berazategui levantaban las banderas de los curas y de los obispos que pelearon contra “la Iglesia que estaba aferrada al Poder y no al Evangelio”. Un pibe se deshacía los brazos sosteniendo con fuerza un globo naranja gigante del Segundo Bicentenario desde donde armaron una bandera de Memoria, Verdad y Justicia pero “Económica”. Una piba se sacó fotos con un muñeco rojo con una K. Una enorme cara de Néstor Kirchner inflable marcaba un puente entre los días del funeral, la imagen enorme del Eternauta y las concelebraciones del último estadio de Huracán donde ese mismo Néstor se mantuvo erguido y bien inflado hasta el final.
Estela Carlotto se puso a hablar en el escenario. “Cuando decimos que fue un golpe cívico-militar lo decimos porque sin el apoyo y participación de algunos sectores de la sociedad civil no hubiese sido posible: el plan económico instaurado, los detenidos-desaparecidos, los asesinados, los exiliados, los bebés apropiados y los cientos de centros clandestinos de detención tortura y extermino en todo el país.” Habló de medios, de la Sociedad Rural. “Las entidades patronales como la Sociedad Rural, que históricamente han impulsado golpes de Estado para defender sus privilegios de clase, y aún hoy se siguen oponiendo a una redistribución justa de la riqueza.” Del Poder Judicial que rechazó hábeas corpus. Mencionó a Luis Francisco Miret y a Alfredo Bisordi. “Son los mismos jueces que criminalizan las pobreza y las protestas sociales de hoy y mandan reprimir la movilización popular.” La Justicia no depurada, los juicios a las empresas, el poder económico: lo que queda.
25 de marzo de 2011
Dos marchas se sucedieron para repudiar el último golpe militar y reclamar Verdad y Justicia. Cientos de miles de jóvenes nutrieron las columnas de manifestantes encabezadas por Madres y Abuelas.
Por Alejandra Dandan
Un poeta callejero se paró a leer uno de los afiches que amanecieron estampados a lo largo de la Avenida de Mayo. Las caras de los cómplices de la dictadura, las imágenes del poder subterráneo aparecieron descaradamente expuestas ante quienes avanzaron desde temprano hacia la Plaza de Mayo. Estela Carlotto apareció en la esquina de Avenida de Mayo y la 9 de Julio, punto de encuentro del movimiento de derechos humanos, las organizaciones sociales y partidos políticos. Mientras la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo era arrebatada por los abrazos, las Madres se atenazaban metros atrás para abrirse paso entre la ahogante presencia de esa masa indimensionable que apareció convertida otra vez en un pueblo. “Le pedimos a la Presidenta que desclasifique los archivos que todavía quedan por desclasificar”, pidió Estela en el escenario después de enumerar uno a uno, como lo hacían aquellos afiches, los nombres de quienes dieron aliento a la dictadura: Los grupos económicos, los grandes medios, los jueces nombrados por la dictadura que archivaron los miles de hábeas corpus de los familiares de los desaparecidos. “Hoy estamos acá a 35 años del golpe de Estado –dijo Estela–, con 169 genocidas condenados y 856 procesados en juicios que se llevan a cabo a lo largo y ancho del país, con las garantías de la ley que les negaron a nuestros compañeros.”
A las cinco y media de la tarde estaba prevista la partida de la marcha de los organismos de derechos humanos hacia el centro de la Plaza de Mayo, pero a esa hora todavía seguían pasando las columnas de la marcha previa, organizada por agrupaciones de izquierda. En esa esquina de encuentro, varios pibes montaban fungiendo de bastoneros de la salida de las Madres.
Mauro Salerno era uno de los más jóvenes, de la Mesa de Salud de La Cámpora, un grupo de estudiantes y egresados de Medicina, pertrechados con camisas de seguridad sanitaria. Mauro, de 18 años, emigrado de Bahía Blanca, pasó por la Plaza el 24 del año pasado, desembarcó en la facultad, se encontró con un lugar “bastante gorila” y buscando buscando se topó con un trabajo social en los barrios. “Para mí el peronismo era lo que había estudiado en la escuela –dice–, no era algo popular.” Adelante, entre apretones, remeras con la cara de Cristina, niños, cochecitos, rastas y mates, sus compañeros saludaban con las manos en V a los últimos integrantes del Partido Obrero. En un picadito de cantos, el coro se tensó entre el “Ohh yo soy argentino/ohhhhh/ooohhhh/ Soy soldado del pingüino” y los otros que recordaban el número de los últimos muertos.
La bandera de los 30 mil desaparecidos no llegaba. El cielo se tapó de banderas de las organizaciones cercanas y aliadas al kirchnerismo. La CTA, la Tupac Amaru, cuyos integrantes se preparaban para escoltar el paso de las Madres; la FNPL, las banderas de la VIA Campesina enfundadas en una caña; la Juventud Peronista, el Movimiento Evita. Hijos, Kolina, Carta Abierta, el Encuentro Nacional y Popular, Frente Transversal, Nuevo Encuentro, la Corriente Nacional y Popular, Socialistas, Comunistas, Peronismo Militante, Cabildo Abierto, la Unión de Estudiantes Secundarios y variedad de centros de estudiantes secundarios y universitarios. Las gigantografías de Rodolfo Walsh. Un grupo de la Juventud Armenia repartiendo volantes a quienes pasaban, explicando que ellos, que eran jóvenes, habían llegado al país porque sus abuelos fueron desterrados en otro genocidio. Entre las banderas, también estuvo la Juventud Sindical, los jóvenes de Facundo Moyano que el año pasado marcaron un corte simbólico con buena parte de la historia del movimiento sindical.
Olé/Olé/Olé, se oía ya. El “A donde vayan los iremos a buscar/ Olé Olé Olé/ Olaaá Olée Olée Olée Olaá”.
La cancha
La Tupac Amaru se convirtió en el cordón de escolta de la bandera que avanzaba ya por la Avenida de Mayo. Alrededor, hacia adentro, otro grupo rodeaba todavía más cerca la columna de las Madres. Entre ellos, agarrados de los brazos, andaban Judhit Said, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, pero también Adriana Taboada, de la Comisión Zona Norte de Campo de Mayo, y las caras de los que suelen sentarse todos los días en las salas de audiencia sosteniendo la escucha y el devenir de los juicios orales. Estela sostenía la bandera en una punta. Taty Almeida en la otra. Nora Cortiñas iba detrás con un nieto. Haydeé García Buela, Carmen Lapacó y detrás de los anteojos Aída Sarti contaba con su cabeza de archivista la presencia de las que este año no están: “¿Viste qué pocas vamos quedando?”, dijo compartiendo la evidencia.
Sara estaba parada detrás de Fátima Cabrera, la viuda de Patricio Rice, sobreviviente del Garage Azopardo, sorprendida también por tanta familia. “La gente empieza a perder el miedo”, decía. “Costó tanto la participación y es en la medida que se avance con la Justicia que crece la democracia.”
Un grupo de catequistas de Berazategui levantaban las banderas de los curas y de los obispos que pelearon contra “la Iglesia que estaba aferrada al Poder y no al Evangelio”. Un pibe se deshacía los brazos sosteniendo con fuerza un globo naranja gigante del Segundo Bicentenario desde donde armaron una bandera de Memoria, Verdad y Justicia pero “Económica”. Una piba se sacó fotos con un muñeco rojo con una K. Una enorme cara de Néstor Kirchner inflable marcaba un puente entre los días del funeral, la imagen enorme del Eternauta y las concelebraciones del último estadio de Huracán donde ese mismo Néstor se mantuvo erguido y bien inflado hasta el final.
Estela Carlotto se puso a hablar en el escenario. “Cuando decimos que fue un golpe cívico-militar lo decimos porque sin el apoyo y participación de algunos sectores de la sociedad civil no hubiese sido posible: el plan económico instaurado, los detenidos-desaparecidos, los asesinados, los exiliados, los bebés apropiados y los cientos de centros clandestinos de detención tortura y extermino en todo el país.” Habló de medios, de la Sociedad Rural. “Las entidades patronales como la Sociedad Rural, que históricamente han impulsado golpes de Estado para defender sus privilegios de clase, y aún hoy se siguen oponiendo a una redistribución justa de la riqueza.” Del Poder Judicial que rechazó hábeas corpus. Mencionó a Luis Francisco Miret y a Alfredo Bisordi. “Son los mismos jueces que criminalizan las pobreza y las protestas sociales de hoy y mandan reprimir la movilización popular.” La Justicia no depurada, los juicios a las empresas, el poder económico: lo que queda.
Tres generaciones en la Plaza
Página 12
25 de marzo de 2011
Por Mario Wainfeld
Un día más primaveral que otoñal enmarcó de la mejor manera los dos actos sucesivos (con posturas políticas diferentes) en la Plaza de Mayo. La Plaza, como es regla y tradición, centralizó la concurrencia. Una muchedumbre transcurrió desde las dos de la tarde hasta bastante después de las ocho de la noche. Hubo otro acto, en el Mercado Central. La dispersión de las convocatorias tiene larga data, alude a divisiones políticas y del movimiento de derechos humanos. La fragmentación es real, arraigada. La sumatoria, los factores comunes, pesan más en la lectura, en el mensaje para el porvenir.
Muchos manifestantes van encuadrados y subrayan las diferencias. Muchos van sueltos, las desconocen lisamente o las consideran menos relevantes que el objetivo compartido. Muchísimos, la mayoría, pertenecen a la generación que se crió en democracia.
El cronista pasó por la Plaza, el escenario de siempre, irrevocable e insustituible, superpoblado y bullicioso, con consignas cruzadas que se sucedieron en el discurrir de las horas. El aroma a choripán, de las garrapiñadas, los bares de las avenidas de acceso abiertos y colmados, todo sumó a una jornada de civismo y de memoria.
- - -
El sinfín de manifestantes entorna desde hace décadas a las Madres y las Abuelas. Lejos quedaron los días del horror, en que rondaban solas. O casi solas. “Nunca estuvimos solas, por eso pudimos seguir luchando” escuchó decir el cronista, hace buen rato, a la infatigable Nora Cortiñas y a Laura Bonaparte, Madres de la Plaza. El mensaje es vivificador y noble. Ojalá no hayan estado del todo solas, pero ellas fueron vanguardia: las que pusieron el cuerpo, mantuvieron alto el estandarte y vistieron el pañuelo.
Ahora, una fracción cada vez mayor de la sociedad evoca y participa. El sistema educativo transmite, lo que se puede y como se puede, a los chicos. La palabra contradice al silencio como la democracia a la dictadura. Lo contó inmejorablemente Victoria Ginzberg (hija y nieta de desaparecidos, nieta de Laura Bonaparte) ayer en Página/12. Su artículo luminoso reseña qué aprendió su hija Vera en el jardín en las semanas recientes. Qué supo, qué preguntó, qué contó, que le enseñó a su mamá. Nada tiene de casual ni de azaroso que la joven y brillante periodista haya hecho carrera en este diario, que mantuvo siempre en el peldaño más elevado de su agenda editorial la defensa de los derechos humanos, bajo todos los gobiernos y en todas las circunstancias.
El cronista comparte una idea que Victoria aprendió de Vera y compartió con los lectores: la evocación es más relevante que el feriado, pero todo suma. El día distinto, con las movilizaciones como contexto, redondea la narrativa. Y ojo: el cronista es precavido con las efemérides, los números rojos en el calendario. Conserva reflejos o atavismos entrenados en la dictadura. Por ejemplo, lleva documento hasta cuando baja de su casa, en Palermo, a comprar algo en el mercadito de la cuadra. A la vez, le perturba (o hasta lo encoleriza) que alguna autoridad vigilante le pida ver la cédula o el DNI. Lo de los feriados viene en combo: la historia oficial, la regulación de los fastos, los himnos ejecutados con “sones marciales”, lo colocan en estado de alerta. La dictadura es una mochila difícil de remover. En democracia, enhorabuena, las reglas y las normas cobran otro sentido. Los aniversarios tienen su peso y su densidad. Máxime ahora, cuando engarzan con una política de Estado, la derogación de las leyes de la impunidad consagrada por los tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Algunos protagonistas gatafloridos llevan la contradicción a flor de piel. Exigen “políticas de Estado” con voz engolada. Cuando tienen una ejemplar y reparadora delante de las narices, callan o ahuecan el ala.
- - -
Las conmemoraciones del 24 de marzo son un flujo que atraviesa la historia reciente. Recorriéndolo, sobre todo a partir de 1984 con la recuperación democrática, se puede pulsar la crónica de la Argentina. La vanguardia la componen las mismas mujeres, más añosas. El mayor número lo ponen otros, que se han ido sumando. Es ya común que la mayoría de los asistentes sean personas recién nacidas (o no nacidas aún) durante la dictadura. La masividad creciente, la renovación generacional aluden a un acto que se resignifica y se revitaliza. En un artículo muy aconsejable (“¿De quién es el 24 de marzo?”), Federico Guillermo Lorenz fecha en 1996, el vigésimo aniversario, la aparición de música, bandas, murgas y recitales.
La Plaza de tres generaciones no es sólo la evocación del terror, la presencia de las fotos de los desaparecidos, las consignas reclamando justicia; también la alegría del reencuentro, la mirada hacia el futuro. El gozo de sumar, de congregarse, de mantener viva la llama.
Distintas expresiones de lucha popular fatigaron la Plaza y las calles que la nutren. Los “piqueteros” asomaron en los ’90. Ahora se renombran “movimientos sociales” y ponen número en todos los actos. Las asambleas barriales atravesaron su cuarto de hora, la vecinalista de Gualeguaychú es asistente asidua. En 2010 el movimiento gay batía palmas exigiendo la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, ayer la celebraba. Un año atrás la consigna “Clarín, Magnetto /devuelvan a los nietos” hacía ingreso al repertorio del coro. La causa respectiva ha avanzado un poco, muy poco. Los tribunales son caritativos con los dueños del capital. En cambio, las condenas a los represores, sin batir records de velocidad, se acumulan y se multiplicarán en 2011.
Antaño se reclamaba aparición con vida. Juicio y castigo. Hoy por la morosidad en las sentencias o por la aparición con vida de Jorge Julio López. También se celebran y se enumeran con minucia las condenas ya dictadas, las que están al caer en el próximo mes, en el próximo año.
Las Madres y Abuelas marcharon y marchan, inquebrantables. Son menos, son las mismas. Lloran, sonríen, ríen, son abrazadas y fotografiadas. Son populares, aunque la palabra suene exótica o traída. Ahora, desde hace bastante, sí que no están solas. La mayoría de quienes las rodea tienen edad adecuada para ser sus hijos o sus nietos. O sus herederos. En cierto sentido, lo son.
25 de marzo de 2011
Por Mario Wainfeld
Un día más primaveral que otoñal enmarcó de la mejor manera los dos actos sucesivos (con posturas políticas diferentes) en la Plaza de Mayo. La Plaza, como es regla y tradición, centralizó la concurrencia. Una muchedumbre transcurrió desde las dos de la tarde hasta bastante después de las ocho de la noche. Hubo otro acto, en el Mercado Central. La dispersión de las convocatorias tiene larga data, alude a divisiones políticas y del movimiento de derechos humanos. La fragmentación es real, arraigada. La sumatoria, los factores comunes, pesan más en la lectura, en el mensaje para el porvenir.
Muchos manifestantes van encuadrados y subrayan las diferencias. Muchos van sueltos, las desconocen lisamente o las consideran menos relevantes que el objetivo compartido. Muchísimos, la mayoría, pertenecen a la generación que se crió en democracia.
El cronista pasó por la Plaza, el escenario de siempre, irrevocable e insustituible, superpoblado y bullicioso, con consignas cruzadas que se sucedieron en el discurrir de las horas. El aroma a choripán, de las garrapiñadas, los bares de las avenidas de acceso abiertos y colmados, todo sumó a una jornada de civismo y de memoria.
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El sinfín de manifestantes entorna desde hace décadas a las Madres y las Abuelas. Lejos quedaron los días del horror, en que rondaban solas. O casi solas. “Nunca estuvimos solas, por eso pudimos seguir luchando” escuchó decir el cronista, hace buen rato, a la infatigable Nora Cortiñas y a Laura Bonaparte, Madres de la Plaza. El mensaje es vivificador y noble. Ojalá no hayan estado del todo solas, pero ellas fueron vanguardia: las que pusieron el cuerpo, mantuvieron alto el estandarte y vistieron el pañuelo.
Ahora, una fracción cada vez mayor de la sociedad evoca y participa. El sistema educativo transmite, lo que se puede y como se puede, a los chicos. La palabra contradice al silencio como la democracia a la dictadura. Lo contó inmejorablemente Victoria Ginzberg (hija y nieta de desaparecidos, nieta de Laura Bonaparte) ayer en Página/12. Su artículo luminoso reseña qué aprendió su hija Vera en el jardín en las semanas recientes. Qué supo, qué preguntó, qué contó, que le enseñó a su mamá. Nada tiene de casual ni de azaroso que la joven y brillante periodista haya hecho carrera en este diario, que mantuvo siempre en el peldaño más elevado de su agenda editorial la defensa de los derechos humanos, bajo todos los gobiernos y en todas las circunstancias.
El cronista comparte una idea que Victoria aprendió de Vera y compartió con los lectores: la evocación es más relevante que el feriado, pero todo suma. El día distinto, con las movilizaciones como contexto, redondea la narrativa. Y ojo: el cronista es precavido con las efemérides, los números rojos en el calendario. Conserva reflejos o atavismos entrenados en la dictadura. Por ejemplo, lleva documento hasta cuando baja de su casa, en Palermo, a comprar algo en el mercadito de la cuadra. A la vez, le perturba (o hasta lo encoleriza) que alguna autoridad vigilante le pida ver la cédula o el DNI. Lo de los feriados viene en combo: la historia oficial, la regulación de los fastos, los himnos ejecutados con “sones marciales”, lo colocan en estado de alerta. La dictadura es una mochila difícil de remover. En democracia, enhorabuena, las reglas y las normas cobran otro sentido. Los aniversarios tienen su peso y su densidad. Máxime ahora, cuando engarzan con una política de Estado, la derogación de las leyes de la impunidad consagrada por los tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Algunos protagonistas gatafloridos llevan la contradicción a flor de piel. Exigen “políticas de Estado” con voz engolada. Cuando tienen una ejemplar y reparadora delante de las narices, callan o ahuecan el ala.
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Las conmemoraciones del 24 de marzo son un flujo que atraviesa la historia reciente. Recorriéndolo, sobre todo a partir de 1984 con la recuperación democrática, se puede pulsar la crónica de la Argentina. La vanguardia la componen las mismas mujeres, más añosas. El mayor número lo ponen otros, que se han ido sumando. Es ya común que la mayoría de los asistentes sean personas recién nacidas (o no nacidas aún) durante la dictadura. La masividad creciente, la renovación generacional aluden a un acto que se resignifica y se revitaliza. En un artículo muy aconsejable (“¿De quién es el 24 de marzo?”), Federico Guillermo Lorenz fecha en 1996, el vigésimo aniversario, la aparición de música, bandas, murgas y recitales.
La Plaza de tres generaciones no es sólo la evocación del terror, la presencia de las fotos de los desaparecidos, las consignas reclamando justicia; también la alegría del reencuentro, la mirada hacia el futuro. El gozo de sumar, de congregarse, de mantener viva la llama.
Distintas expresiones de lucha popular fatigaron la Plaza y las calles que la nutren. Los “piqueteros” asomaron en los ’90. Ahora se renombran “movimientos sociales” y ponen número en todos los actos. Las asambleas barriales atravesaron su cuarto de hora, la vecinalista de Gualeguaychú es asistente asidua. En 2010 el movimiento gay batía palmas exigiendo la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, ayer la celebraba. Un año atrás la consigna “Clarín, Magnetto /devuelvan a los nietos” hacía ingreso al repertorio del coro. La causa respectiva ha avanzado un poco, muy poco. Los tribunales son caritativos con los dueños del capital. En cambio, las condenas a los represores, sin batir records de velocidad, se acumulan y se multiplicarán en 2011.
Antaño se reclamaba aparición con vida. Juicio y castigo. Hoy por la morosidad en las sentencias o por la aparición con vida de Jorge Julio López. También se celebran y se enumeran con minucia las condenas ya dictadas, las que están al caer en el próximo mes, en el próximo año.
Las Madres y Abuelas marcharon y marchan, inquebrantables. Son menos, son las mismas. Lloran, sonríen, ríen, son abrazadas y fotografiadas. Son populares, aunque la palabra suene exótica o traída. Ahora, desde hace bastante, sí que no están solas. La mayoría de quienes las rodea tienen edad adecuada para ser sus hijos o sus nietos. O sus herederos. En cierto sentido, lo son.
El avión de la discordia
Página 12
25 de marzo de 2011
En una entrevista, Obama anticipó que la próxima vez que la vea le pedirá a CFK por el material incautado a los militares norteamericanos. Igual, advirtió que el episodio no alterará las relaciones. El Gobierno no respondió.
Con Cristina Kirchner descansando en Santa Cruz, el Gobierno optó ayer por no hacer comentarios acerca de las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien anticipó que la próxima vez que se encuentre con la Presidenta le reclamará el material confiscado al avión militar norteamericano en el aeropuerto de Ezeiza. “¿Podemos recuperar nuestros equipos?”, anticipó Obama que le dirá, aunque aclarando que este episodio no va a modificar el estado actual de las relaciones entre Estados Unidos y Argentina.
El origen del episodio se remonta al 10 de febrero. Ese día un avión de la fuerza aérea norteamericana aterrizó en Ezeiza con elementos que supuestamente utilizaría en un ejercicio que realizaría con la Policía Federal. Pero al momento de revisar el equipaje, los funcionarios de Aduana detectaron varias cosas que no estaban declaradas en las planillas, incluyendo armas y drogas. Ese material quedó incautado por las autoridades argentinas y desde entonces funcionarios de distinto nivel de la administración norteamericana reclaman su devolución. Ahora el pedido llegó a lo más alto.
Obama hizo declaraciones al periodista Andrés Oppenheimer y fueron reproducidas por La Nación. “Ellos tienen nuestros equipos de comunicación, no hay razón para no devolverlos. Y la próxima vez que vea a la presidenta Kirchner le voy a preguntar: ‘¿Podemos recuperar nuestros equipos?’. Pero no va a ser un aspecto decisivo en las relaciones entre Estados Unidos y Argentina”, aseguró Obama.
El jefe de la Casa Blanca buscó la forma de mantener el equilibrio, de manera de mostrarse firme en el pedido al mismo tiempo de no llegar a abrir un conflicto en el vínculo bilateral. Cuando le consultaron si consideraba el incidente un hecho serio, respondió: “No. Es serio en el sentido de que Argentina ha sido históricamente un amigo y un socio de los Estados Unidos”.
Con menos equilibrio que Obama, en tanto, se manifestó ayer uno de sus asesores, el ex embajador ante la OEA, Luis Lauredo, quien consideró que haber visto al canciller Héctor Timerman en el operativo en el que se abría una valija que traían los norteamericanos fue para él como “una imagen de una película de Fellini” y la consideró “una actuación totalmente fuera del esquema diplomático de los países serios”.
El gobierno argentino ahora evaluará cómo responder a las declaraciones de Obama. En sus tweetts de ayer, el canciller Timerman sólo se refirió al aniversario del golpe de Estado. Tratándose de declaraciones de un presidente, esperaría conversar con Cristina Kirchner el carácter de la respuesta y, eventualmente, qué hacer con el material incautado. Hasta antes de la intervención del jefe de la Casa Blanca no había en el Gobierno mucho apuro por devolverlo.
25 de marzo de 2011
En una entrevista, Obama anticipó que la próxima vez que la vea le pedirá a CFK por el material incautado a los militares norteamericanos. Igual, advirtió que el episodio no alterará las relaciones. El Gobierno no respondió.
Con Cristina Kirchner descansando en Santa Cruz, el Gobierno optó ayer por no hacer comentarios acerca de las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien anticipó que la próxima vez que se encuentre con la Presidenta le reclamará el material confiscado al avión militar norteamericano en el aeropuerto de Ezeiza. “¿Podemos recuperar nuestros equipos?”, anticipó Obama que le dirá, aunque aclarando que este episodio no va a modificar el estado actual de las relaciones entre Estados Unidos y Argentina.
El origen del episodio se remonta al 10 de febrero. Ese día un avión de la fuerza aérea norteamericana aterrizó en Ezeiza con elementos que supuestamente utilizaría en un ejercicio que realizaría con la Policía Federal. Pero al momento de revisar el equipaje, los funcionarios de Aduana detectaron varias cosas que no estaban declaradas en las planillas, incluyendo armas y drogas. Ese material quedó incautado por las autoridades argentinas y desde entonces funcionarios de distinto nivel de la administración norteamericana reclaman su devolución. Ahora el pedido llegó a lo más alto.
Obama hizo declaraciones al periodista Andrés Oppenheimer y fueron reproducidas por La Nación. “Ellos tienen nuestros equipos de comunicación, no hay razón para no devolverlos. Y la próxima vez que vea a la presidenta Kirchner le voy a preguntar: ‘¿Podemos recuperar nuestros equipos?’. Pero no va a ser un aspecto decisivo en las relaciones entre Estados Unidos y Argentina”, aseguró Obama.
El jefe de la Casa Blanca buscó la forma de mantener el equilibrio, de manera de mostrarse firme en el pedido al mismo tiempo de no llegar a abrir un conflicto en el vínculo bilateral. Cuando le consultaron si consideraba el incidente un hecho serio, respondió: “No. Es serio en el sentido de que Argentina ha sido históricamente un amigo y un socio de los Estados Unidos”.
Con menos equilibrio que Obama, en tanto, se manifestó ayer uno de sus asesores, el ex embajador ante la OEA, Luis Lauredo, quien consideró que haber visto al canciller Héctor Timerman en el operativo en el que se abría una valija que traían los norteamericanos fue para él como “una imagen de una película de Fellini” y la consideró “una actuación totalmente fuera del esquema diplomático de los países serios”.
El gobierno argentino ahora evaluará cómo responder a las declaraciones de Obama. En sus tweetts de ayer, el canciller Timerman sólo se refirió al aniversario del golpe de Estado. Tratándose de declaraciones de un presidente, esperaría conversar con Cristina Kirchner el carácter de la respuesta y, eventualmente, qué hacer con el material incautado. Hasta antes de la intervención del jefe de la Casa Blanca no había en el Gobierno mucho apuro por devolverlo.
Los cómputos sólo para unos pocos
Página 12
25 de marzo de 2011
Los apoderados del Frente para la Victoria denunciaron que el domingo la policía de Chubut fue enviando los datos de la votación directamente al comando de Das Neves. Relacionaron este hecho con sus denuncias de fraude.
Por Nicolás Lantos
Los apoderados del Frente para la Victoria denunciaron ayer que el gobierno de Chubut utilizó a la policía provincial para “montar un sistema paralelo de información” que le habría permitido a Mario Das Neves contar con información sobre el escrutinio de forma anticipada. Los dirigentes kirchneristas relacionaron este hecho con el supuesto fraude que aseguran se cometió en los comicios del domingo pasado. La denuncia penal involucra al hijo del gobernador y subsecretario de Gobierno de la provincia, Pablo Das Neves; al titular de esa cartera, Héctor Castro, y al jefe de la policía, comisario José Castaño, y será radicada hoy. Mientras tanto, continuó el escrutinio definitivo y el candidato kirchnerista, Carlos Eliceche, sigue acortando la ventaja que lo separa de Martín Buzzi (PJ-Modelo Chubut): ayer se completó el conteo de Trelew, adonde el FpV recuperó otros 97 votos, y comenzó el de Puerto Madryn, que continuará hoy. Se espera que el lunes o el martes estén los resultados definitivos.
“Con esta maniobra el gobierno tenía por anticipado información que no se brindaba a la población ni a la prensa y esto es muy grave, porque el objetivo era llegar a un escrutinio provisorio y mentiroso que le permitió a Das Neves homenajear a quienes había recibido para festejar el triunfo”, aseguró el apoderado del FpV, Blas Mesa Evans, en una conferencia de prensa que dio acompañado de Eliceche y el secretario de Pesca y candidato a intendente de Trelew, Norberto Yahuar. En diálogo con Página/12, Yahuar agregó: “Utilizaron herramientas del Estado y fondos públicos para montar un sistema paralelo de información al servicio de Das Neves”.
Al respecto, Mesa Evans advirtió que “esto es un delito de malversación de caudales porque acá se utilizó el papel, el membrete y todo el trabajo de la estructura del Estado en favor del partido político de la lista oficialista”, de forma tal que “el Frente para la Victoria tuvo que competir no contra otro partido sino contra la estructura del Estado que utilizó los fondos de los chubutenses para beneficio de Modelo Chubut”. El apoderado confirmó que la denuncia penal apuntará a Pablo Das Neves, hijo del gobernador y subsecretario de Gobierno, y al ministro de esa cartera, Héctor Castro, como responsables políticos, y también al titular de la policía provincial, comisario José Castaño. Consultadas por este diario, fuentes cercanas al gobernador Das Neves y a su candidato Martín Buzzi prefirieron no hacer comentarios.
Por su parte, el senador radical Mario Cimadevilla, quien ya había denunciado irregularidades, sostuvo que en caso de confirmarse esta denuncia “se demostraría que hay una fuerza como la policía puesta al servicio del partido que está en el gobierno y no del tribunal electoral”, aunque aclaró que el radicalismo ya había planteado “la inconstitucionalidad de todo el proceso electoral, no sólo del escrutinio”, por lo que esto sería “sólo la frutilla del postre”. El legislador apuntó contra los dos bandos en pugna y sostuvo que “todo esto es producto de la intolerancia entre las dos facciones del PJ”.
Mientras tanto, continuó el escrutinio definitivo y la distancia que separa a Eliceche de Buzzi sigue achicándose. Ayer se concluyó con el recuento de los votos en Trelew, donde el candidato kirchnerista “recuperó” 97 sufragios con respecto al conteo provisorio que se difundió el domingo, que sumados a los 142 de Rawson (que aparecieron durante el miércoles, primer día de recuento) y los 800 de la ya célebre mesa 183 de Puerto Madryn redujeron la ventaja inicial de más de 1500 votos a algo menos de 500, con el 70 por ciento de las urnas todavía por revisar. Además, se confirmó que el Frente para la Victoria logró la intendencia de la capital provincial, mientras que Modelo Chubut conseguía retener Trelew, considerada la “capital política” chubutense.
“Y todavía faltan Madryn, Comodoro Rivadavia y Esquel”, se entusiasmaban en el FpV, donde suponían que esos tres distritos aportarán los votos necesarios para revertir la situación. Aunque advertían que, desde ahora, el trámite se volverá más complicado. “Con Madryn vamos a tener discusiones importantes porque hay que revisar las impugnaciones”, anticipaban. Además, en Madryn se dirimirá la intendencia, que en el escrutinio provisorio se adjudicaba el candidato de Das Neves, Ricardo Sastre, por sólo 17 votos.
Por último, el Tribunal Electoral volvió a rechazar un pedido del kirchnerismo y la UCR para que se abran todas las urnas y realizar un conteo voto a voto, por considerarlo “cosa juzgada”. Ya el miércoles había dictaminado que sólo se seguiría ese proceso en el caso de las mesas en las que no coincidieran los datos del acta con los enviados por telegrama. De todas formas, el FpV no descarta volver a insistir sobre este punto. El escrutinio continuará hoy tras un cuarto intermedio y habrá actividad durante todo el fin de semana.
25 de marzo de 2011
Los apoderados del Frente para la Victoria denunciaron que el domingo la policía de Chubut fue enviando los datos de la votación directamente al comando de Das Neves. Relacionaron este hecho con sus denuncias de fraude.
Por Nicolás Lantos
Los apoderados del Frente para la Victoria denunciaron ayer que el gobierno de Chubut utilizó a la policía provincial para “montar un sistema paralelo de información” que le habría permitido a Mario Das Neves contar con información sobre el escrutinio de forma anticipada. Los dirigentes kirchneristas relacionaron este hecho con el supuesto fraude que aseguran se cometió en los comicios del domingo pasado. La denuncia penal involucra al hijo del gobernador y subsecretario de Gobierno de la provincia, Pablo Das Neves; al titular de esa cartera, Héctor Castro, y al jefe de la policía, comisario José Castaño, y será radicada hoy. Mientras tanto, continuó el escrutinio definitivo y el candidato kirchnerista, Carlos Eliceche, sigue acortando la ventaja que lo separa de Martín Buzzi (PJ-Modelo Chubut): ayer se completó el conteo de Trelew, adonde el FpV recuperó otros 97 votos, y comenzó el de Puerto Madryn, que continuará hoy. Se espera que el lunes o el martes estén los resultados definitivos.
“Con esta maniobra el gobierno tenía por anticipado información que no se brindaba a la población ni a la prensa y esto es muy grave, porque el objetivo era llegar a un escrutinio provisorio y mentiroso que le permitió a Das Neves homenajear a quienes había recibido para festejar el triunfo”, aseguró el apoderado del FpV, Blas Mesa Evans, en una conferencia de prensa que dio acompañado de Eliceche y el secretario de Pesca y candidato a intendente de Trelew, Norberto Yahuar. En diálogo con Página/12, Yahuar agregó: “Utilizaron herramientas del Estado y fondos públicos para montar un sistema paralelo de información al servicio de Das Neves”.
Al respecto, Mesa Evans advirtió que “esto es un delito de malversación de caudales porque acá se utilizó el papel, el membrete y todo el trabajo de la estructura del Estado en favor del partido político de la lista oficialista”, de forma tal que “el Frente para la Victoria tuvo que competir no contra otro partido sino contra la estructura del Estado que utilizó los fondos de los chubutenses para beneficio de Modelo Chubut”. El apoderado confirmó que la denuncia penal apuntará a Pablo Das Neves, hijo del gobernador y subsecretario de Gobierno, y al ministro de esa cartera, Héctor Castro, como responsables políticos, y también al titular de la policía provincial, comisario José Castaño. Consultadas por este diario, fuentes cercanas al gobernador Das Neves y a su candidato Martín Buzzi prefirieron no hacer comentarios.
Por su parte, el senador radical Mario Cimadevilla, quien ya había denunciado irregularidades, sostuvo que en caso de confirmarse esta denuncia “se demostraría que hay una fuerza como la policía puesta al servicio del partido que está en el gobierno y no del tribunal electoral”, aunque aclaró que el radicalismo ya había planteado “la inconstitucionalidad de todo el proceso electoral, no sólo del escrutinio”, por lo que esto sería “sólo la frutilla del postre”. El legislador apuntó contra los dos bandos en pugna y sostuvo que “todo esto es producto de la intolerancia entre las dos facciones del PJ”.
Mientras tanto, continuó el escrutinio definitivo y la distancia que separa a Eliceche de Buzzi sigue achicándose. Ayer se concluyó con el recuento de los votos en Trelew, donde el candidato kirchnerista “recuperó” 97 sufragios con respecto al conteo provisorio que se difundió el domingo, que sumados a los 142 de Rawson (que aparecieron durante el miércoles, primer día de recuento) y los 800 de la ya célebre mesa 183 de Puerto Madryn redujeron la ventaja inicial de más de 1500 votos a algo menos de 500, con el 70 por ciento de las urnas todavía por revisar. Además, se confirmó que el Frente para la Victoria logró la intendencia de la capital provincial, mientras que Modelo Chubut conseguía retener Trelew, considerada la “capital política” chubutense.
“Y todavía faltan Madryn, Comodoro Rivadavia y Esquel”, se entusiasmaban en el FpV, donde suponían que esos tres distritos aportarán los votos necesarios para revertir la situación. Aunque advertían que, desde ahora, el trámite se volverá más complicado. “Con Madryn vamos a tener discusiones importantes porque hay que revisar las impugnaciones”, anticipaban. Además, en Madryn se dirimirá la intendencia, que en el escrutinio provisorio se adjudicaba el candidato de Das Neves, Ricardo Sastre, por sólo 17 votos.
Por último, el Tribunal Electoral volvió a rechazar un pedido del kirchnerismo y la UCR para que se abran todas las urnas y realizar un conteo voto a voto, por considerarlo “cosa juzgada”. Ya el miércoles había dictaminado que sólo se seguiría ese proceso en el caso de las mesas en las que no coincidieran los datos del acta con los enviados por telegrama. De todas formas, el FpV no descarta volver a insistir sobre este punto. El escrutinio continuará hoy tras un cuarto intermedio y habrá actividad durante todo el fin de semana.
La desesperanzada esperanza anti K
Diario Registrado
25 de marzo de 2011
El kirchnerismo está dividido; Hugo Moyano se enfrenta al Gobierno; los barones del Conurbano no aguantan a La Cámpora; Scioli les va a hacer la de Cobos; las Madres y las Abuelas ya no se toleran; el triunfalismo oficial no se condice con la intención de voto...
Por Orlando Barone
Los encuestadores están pagos por el Gobierno; Catamarca y Chubut son dos distritos insignificantes; Cristina no se va a presentar porque se ve venir mal la segunda vuelta; y si ganaran en octubre es el fin de la República y el triunfo del clientelismo; Clarín, La Nacion, el radicalismo y los gauchos agrarios unidos son un ex partido hegemónico; Mauricio Macri es una víctima de la maldad del oficialismo; Das Neves es una victima de la maldad de los chubutenses; el consumo argentino es por el viento de cola; la economía antes de octubre explota; el récord de turismo y de autos es porque por la inflación la gente no ahorra; regalan computadoras a los estudiantes porque enseñarles a pensar no les conviene; los científicos regresan del exterior engañados, pero ya se van a dar cuenta; los emigrados que se vienen de vuelta es porque fracasaron allá y quieren que los indemnicen aquí; y no sigan dándoles derechos a los trabajadores golondrinas y a las mucamas porque no van a tener quien los emplee; como la Garré siga jodiendo la Policía se les va a dar vuelta peor que a Correa; y que controlen la central nuclear de Atucha porque en cualquier momento es Chernobyl o Fukushima; la inseguridad es más grave acá que en Ciudad Juárez en México; y basta de perseguir a militares ancianos: a quienes habría que perseguir es a los okupas que se apropian de la propiedad privada; que Plácido Domingo no actúe en el Colón es un papelón mundial; Obama quiere más a Brasil: le dio el honor de ordenar desde ahí el bombardeo a Libia; ADEPA tiene razón: la libertad de prensa corre peligro; “6,7, 8” le lava la cabeza a los televidentes y centrifuga a Lanata; Fontevecchia ya no sabe qué hacer para defenderse del Gobierno, si lanzar una nueva revista opositora o contratar algún otro Leuco o Eliaschev; cuando en la Feria del libro hable Vargas Llosa el mundo se va a enterar lo que aquí se oculta; los piqueteros intelectuales de Carta Abierta son la barbarie ; Marcelo Bonelli y Majul son la civilización; el cardenal debe volver a tallar y proferir alguna alegoría antiK como antaño; la presidenta, por hereje, es capaz de hacer el Tedeum del 25 de mayo en El Calafate; el luto lo lleva por marketing; hasta hace poco los de la oposición, con un lockout oligarca y un poco de WikiLeaks, ponían al Gobierno en el abismo; ahora ni mil títulos de Clarín en contra le hacen cosquillas; y hasta tienen la suerte de que Fuerza Bruta les convierte en fiesta los velorios. Cuatro años más es un abuso de la Democracia.
25 de marzo de 2011
El kirchnerismo está dividido; Hugo Moyano se enfrenta al Gobierno; los barones del Conurbano no aguantan a La Cámpora; Scioli les va a hacer la de Cobos; las Madres y las Abuelas ya no se toleran; el triunfalismo oficial no se condice con la intención de voto...
Por Orlando Barone
Los encuestadores están pagos por el Gobierno; Catamarca y Chubut son dos distritos insignificantes; Cristina no se va a presentar porque se ve venir mal la segunda vuelta; y si ganaran en octubre es el fin de la República y el triunfo del clientelismo; Clarín, La Nacion, el radicalismo y los gauchos agrarios unidos son un ex partido hegemónico; Mauricio Macri es una víctima de la maldad del oficialismo; Das Neves es una victima de la maldad de los chubutenses; el consumo argentino es por el viento de cola; la economía antes de octubre explota; el récord de turismo y de autos es porque por la inflación la gente no ahorra; regalan computadoras a los estudiantes porque enseñarles a pensar no les conviene; los científicos regresan del exterior engañados, pero ya se van a dar cuenta; los emigrados que se vienen de vuelta es porque fracasaron allá y quieren que los indemnicen aquí; y no sigan dándoles derechos a los trabajadores golondrinas y a las mucamas porque no van a tener quien los emplee; como la Garré siga jodiendo la Policía se les va a dar vuelta peor que a Correa; y que controlen la central nuclear de Atucha porque en cualquier momento es Chernobyl o Fukushima; la inseguridad es más grave acá que en Ciudad Juárez en México; y basta de perseguir a militares ancianos: a quienes habría que perseguir es a los okupas que se apropian de la propiedad privada; que Plácido Domingo no actúe en el Colón es un papelón mundial; Obama quiere más a Brasil: le dio el honor de ordenar desde ahí el bombardeo a Libia; ADEPA tiene razón: la libertad de prensa corre peligro; “6,7, 8” le lava la cabeza a los televidentes y centrifuga a Lanata; Fontevecchia ya no sabe qué hacer para defenderse del Gobierno, si lanzar una nueva revista opositora o contratar algún otro Leuco o Eliaschev; cuando en la Feria del libro hable Vargas Llosa el mundo se va a enterar lo que aquí se oculta; los piqueteros intelectuales de Carta Abierta son la barbarie ; Marcelo Bonelli y Majul son la civilización; el cardenal debe volver a tallar y proferir alguna alegoría antiK como antaño; la presidenta, por hereje, es capaz de hacer el Tedeum del 25 de mayo en El Calafate; el luto lo lleva por marketing; hasta hace poco los de la oposición, con un lockout oligarca y un poco de WikiLeaks, ponían al Gobierno en el abismo; ahora ni mil títulos de Clarín en contra le hacen cosquillas; y hasta tienen la suerte de que Fuerza Bruta les convierte en fiesta los velorios. Cuatro años más es un abuso de la Democracia.
jueves, 24 de marzo de 2011
La muerte argentina
Página 12
24 de marzo de 2011
Por Osvaldo Bayer
Se cumplen treinta y cinco años. Escribo esto para los jóvenes que no vivieron ese pasado. Es una síntesis para tener en cuenta. Sólo queda el recuerdo del dolor ante crímenes como nunca habían ocurrido antes en la Argentina. De militares que se creyeron dueños de la vida y de la muerte. Con una sociedad civil cómplice. Una dictadura de la quema de libros y de la “desaparición”. De campos de concentración, de torturas y robos de las pertenecias de las víctimas. De personajes uniformados que se creían omnipotentes. De sectores económicos, intelectuales y religiosos que apoyaron desembozadamente ese sistema para “pacificar el país”. Miles de exiliados. La Muerte con todo su rostro de cinismo.
Pero las Madres.
Increíble el heroísmo de esas mujeres que dieron un ejemplo al mundo. Pocas veces en la historia humana se ha visto nacer un movimiento así, del dolor, solas ante una sociedad enemiga con miedo. Salir a la calle y reclamar por el destino de sus hijos.
Esos dos son los ejemplos que nos quedan de un período tan aciago. Los crímenes más inimaginables y el coraje de esas mujeres. Como resumen final del extremo de la crueldad, nada mejor que expresarlo en la muerte de las tres madres fundadoras de ese movimiento: Azucena Villaflor, Teresa Careaga y María Ponce: después de torturas indecibles, arrojadas al mar vivas desde aviones. ¿La humanidad ha asistido alguna vez acaso a un acto que supere algo tan sádico? Esto ocurrió en la Argentina.
Todo para asegurar un sistema económico de base liberal-capitalista que tiene un apellido imborrable: Martínez de Hoz.
Pero no nos detengamos sólo en la realidad de esa dictadura militar perversa y voraz, sino preguntémonos cómo fue posible. Fue posible por el fracaso de la sociedad civil. El horror ya había comenzado antes. Las Tres A fueron el símbolo de lo que luego iba a llegar al extremo. Prólogo: matar al enemigo político. Prefacio que terminaría en la desaparición de personas. Los partidos políticos gobernantes fueron cavando la tumba a la democracia tan esperada luego de que el pueblo consagrara a Cámpora con su voto y su deseo de democracia y de más justicia social. Pero apenas unos días después, Ezeiza y el reemplazo de Cámpora por el pariente de López Rega: Raúl Lastiri. Aquí ya comenzó a delinearse el espíritu de la represión que vendría poco después con toda fuerza. Tengo una experiencia personal. Mi primer libro, Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia, fue prohibido por un decreto de Lastiri. Así, sin explicaciones. Preví entonces que vendrían tiempos muy difíciles. Primero se prohibiría, luego se quemaría y luego se asesinaría a sus autores. López Rega como poder omnipotente en las sombras. Luego de nueve meses de Perón, que terminaría con su fallecimiento, comenzará ya la lucha abierta.
El 12 de octubre de 1974 no sólo se prohibió el libro La Patagonia Rebelde, cuyos tomos estaba publicando, sino también el film del mismo nombre. Hablo de mi experiencia, pero es que esto pasó a ser una regla general con algo peor todavía: el asesinato en la calle de todo aquel sospechado de izquierdista. Isabel Perón, ascendida no por su capacidad sino por su nombre.
Sí, hubo intentos de salir del pozo, como la caída de López Rega, pero igual ya se iba directamente a la caída final. Los militares. Tres nombres para recordar: Videla, Massera, Agosti.
Ensuciaron nuestra historia para siempre. No ya la Década Infame. La década perversa. La perversión desde la Casa Rosada. “No están ni vivos ni muertos, están desaparecidos”, dirá el general Videla a los periodistas extranjeros. Cuando le preguntaron sobre gente que había sido detenida. Desaparecidos. Los generales harán lo de Malvinas para salvarse ante la historia. Pero demostraron la incapacidad de su oficio. Quedaron más de 600 soldados muertos en plena juventud.
El sistema de Videla-Viola-Galtieri produjo también otro crimen pocas veces registrado en la historia del ser humano: el robo de niños. A las mujeres embarazadas detenidas les quitaban el hijo en el momento del parto. El destino: esos niños iban a parar a matrimonios de militares, policías o adeptos al sistema que no podían tener hijos, bueno, pues a ellos iba el recién nacido. La madre que acababa de dar a luz, en casi todos los casos, era asesinada. En un país católico, con cardenales, arzobispos y obispos.
Todo esto es ya sabido. Ha salido todo a la luz. Pero nos empecinamos en repetirlo para que no se olvide de ninguna manera. Tuvieron que pasar más de dos décadas de la dictadura para que en nuestro país se comenzara a hacer verdadera justicia. Ni obediencia debida ni punto final ni indultos. La verdadera justicia.
Toda una historia trágica. Las dictaduras militares típicas de la Argentina. Tres décadas y media hace que comenzó a gobernar el cinismo más cruel. La lección nos dice que sólo nos queda el camino de la verdadera democracia, que no sólo debe conformarse con dar la libertad de poner el papelito en la urna cada dos años, sino lograr una sociedad en libertad, con derechos igualitarios. Todavía mueren niños de hambre en la Argentina. Cuando ya no haya estadísticas con esa vergüenza nacional, cuando ya las villas miseria pertenezcan al pasado, podremos decir que cumplimos con los principios de nuestros héroes de Mayo.
El nunca más a la Muerte Argentina.
24 de marzo de 2011
Por Osvaldo Bayer
Se cumplen treinta y cinco años. Escribo esto para los jóvenes que no vivieron ese pasado. Es una síntesis para tener en cuenta. Sólo queda el recuerdo del dolor ante crímenes como nunca habían ocurrido antes en la Argentina. De militares que se creyeron dueños de la vida y de la muerte. Con una sociedad civil cómplice. Una dictadura de la quema de libros y de la “desaparición”. De campos de concentración, de torturas y robos de las pertenecias de las víctimas. De personajes uniformados que se creían omnipotentes. De sectores económicos, intelectuales y religiosos que apoyaron desembozadamente ese sistema para “pacificar el país”. Miles de exiliados. La Muerte con todo su rostro de cinismo.
Pero las Madres.
Increíble el heroísmo de esas mujeres que dieron un ejemplo al mundo. Pocas veces en la historia humana se ha visto nacer un movimiento así, del dolor, solas ante una sociedad enemiga con miedo. Salir a la calle y reclamar por el destino de sus hijos.
Esos dos son los ejemplos que nos quedan de un período tan aciago. Los crímenes más inimaginables y el coraje de esas mujeres. Como resumen final del extremo de la crueldad, nada mejor que expresarlo en la muerte de las tres madres fundadoras de ese movimiento: Azucena Villaflor, Teresa Careaga y María Ponce: después de torturas indecibles, arrojadas al mar vivas desde aviones. ¿La humanidad ha asistido alguna vez acaso a un acto que supere algo tan sádico? Esto ocurrió en la Argentina.
Todo para asegurar un sistema económico de base liberal-capitalista que tiene un apellido imborrable: Martínez de Hoz.
Pero no nos detengamos sólo en la realidad de esa dictadura militar perversa y voraz, sino preguntémonos cómo fue posible. Fue posible por el fracaso de la sociedad civil. El horror ya había comenzado antes. Las Tres A fueron el símbolo de lo que luego iba a llegar al extremo. Prólogo: matar al enemigo político. Prefacio que terminaría en la desaparición de personas. Los partidos políticos gobernantes fueron cavando la tumba a la democracia tan esperada luego de que el pueblo consagrara a Cámpora con su voto y su deseo de democracia y de más justicia social. Pero apenas unos días después, Ezeiza y el reemplazo de Cámpora por el pariente de López Rega: Raúl Lastiri. Aquí ya comenzó a delinearse el espíritu de la represión que vendría poco después con toda fuerza. Tengo una experiencia personal. Mi primer libro, Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia, fue prohibido por un decreto de Lastiri. Así, sin explicaciones. Preví entonces que vendrían tiempos muy difíciles. Primero se prohibiría, luego se quemaría y luego se asesinaría a sus autores. López Rega como poder omnipotente en las sombras. Luego de nueve meses de Perón, que terminaría con su fallecimiento, comenzará ya la lucha abierta.
El 12 de octubre de 1974 no sólo se prohibió el libro La Patagonia Rebelde, cuyos tomos estaba publicando, sino también el film del mismo nombre. Hablo de mi experiencia, pero es que esto pasó a ser una regla general con algo peor todavía: el asesinato en la calle de todo aquel sospechado de izquierdista. Isabel Perón, ascendida no por su capacidad sino por su nombre.
Sí, hubo intentos de salir del pozo, como la caída de López Rega, pero igual ya se iba directamente a la caída final. Los militares. Tres nombres para recordar: Videla, Massera, Agosti.
Ensuciaron nuestra historia para siempre. No ya la Década Infame. La década perversa. La perversión desde la Casa Rosada. “No están ni vivos ni muertos, están desaparecidos”, dirá el general Videla a los periodistas extranjeros. Cuando le preguntaron sobre gente que había sido detenida. Desaparecidos. Los generales harán lo de Malvinas para salvarse ante la historia. Pero demostraron la incapacidad de su oficio. Quedaron más de 600 soldados muertos en plena juventud.
El sistema de Videla-Viola-Galtieri produjo también otro crimen pocas veces registrado en la historia del ser humano: el robo de niños. A las mujeres embarazadas detenidas les quitaban el hijo en el momento del parto. El destino: esos niños iban a parar a matrimonios de militares, policías o adeptos al sistema que no podían tener hijos, bueno, pues a ellos iba el recién nacido. La madre que acababa de dar a luz, en casi todos los casos, era asesinada. En un país católico, con cardenales, arzobispos y obispos.
Todo esto es ya sabido. Ha salido todo a la luz. Pero nos empecinamos en repetirlo para que no se olvide de ninguna manera. Tuvieron que pasar más de dos décadas de la dictadura para que en nuestro país se comenzara a hacer verdadera justicia. Ni obediencia debida ni punto final ni indultos. La verdadera justicia.
Toda una historia trágica. Las dictaduras militares típicas de la Argentina. Tres décadas y media hace que comenzó a gobernar el cinismo más cruel. La lección nos dice que sólo nos queda el camino de la verdadera democracia, que no sólo debe conformarse con dar la libertad de poner el papelito en la urna cada dos años, sino lograr una sociedad en libertad, con derechos igualitarios. Todavía mueren niños de hambre en la Argentina. Cuando ya no haya estadísticas con esa vergüenza nacional, cuando ya las villas miseria pertenezcan al pasado, podremos decir que cumplimos con los principios de nuestros héroes de Mayo.
El nunca más a la Muerte Argentina.
El golpe y la memoria
Página 12
24 de marzo de 2011
Por Mempo Giardinelli
Quién hubiera dicho que acabaríamos escribiendo sobre aquel golpe de Estado como de un acontecimiento lejano. Porque el ‘76 está acá nomás. Y sin embargo, tan lejos. Si parece cuento, ahora, que aquel 1976 fue el año del avión supersónico Concord y de las Olimpíadas de Montreal donde asombró al mundo una muchachita de Rumania (país comunista entonces) que se llamaba Nadia Comaneci.
Fue el año de la España de Adolfo Suárez, de la matanza en Soweto y el inicio del ocaso del apartheid sudafricano. El de la muerte de Mao y el fin de la Revolución Cultural china que devino madre del gigante actual. El año, también, en que Jimmy Carter sucedió a Richard Nixon.
Y el año en que murieron escritores fundamentales de mi generación: José Lezama Lima, André Malraux, Raymond Queneau, Agatha Christie, Dalton Trumbo y el mexicano José Revueltas.
En poco menos de tres meses de aquel aciago 1976, millones de argentinos y argentinas ya sabíamos que se venía la noche. Empezaba a gestarse una palabra símbolo de la época: “desaparecidos”. Y también empezaba la cuenta de lo que no se iba a olvidar jamás.
Aquel 24 de marzo del ‘76 ya está muy escrito, aunque quizá no suficientemente. Quién podría dar esa medida de suficiencia. Pero lo que nosotros, los de entonces, podemos y debemos hacer todavía es testimoniar lo que fue y ya no es: aquel gobierno ineficiente y genuflexo, las Tres A, el terror imperante y la violencia generalizada, incontenible.
Hoy sólo siguen vigentes algunas estupideces clasemediera y argentinamente eternas: “Cuanto peor, mejor”; o “esto no se aguanta más”.
Los que entonces éramos jóvenes, chicos y chicas como los que hay ahora y hubo siempre, en esencia sólo queríamos lo que siempre quieren los jóvenes: que el mundo en que viven sea mejor. Y también queríamos que la democracia en la Argentina no fuese el engaño condicionado que era entonces.
Han pasado 35 años –eso es por lo menos dos generaciones– y es cierto que todo se difumina en la memoria, pero no el dolor y el agravio. Por eso la memoria se sostiene, y ni se diga en nuestra sociedad donde tenemos pilares que cargan la memoria sobre sus espaldas, y sobre todo cuando no hay justicia, o tarda tanto, y no se puede perdonar porque no hay arrepentimiento. Si el dolor no tiene plazo de vencimiento, ¿por qué va a tenerlo el olvido?
La memoria no se rige por razones sino por emociones; la memoria no acepta reglas sino que es regla en sí misma. Es el único laberinto del que los humanos no sabemos salir. Por eso la mejor actitud es entrar y vivir allí. No mansamente sino activamente. Para que la memoria sea motor y no ancla. Para que sea maestra de vida futura y no temor a un pasado que paraliza.
Por eso hace 35 años, o más, que no hay olvido ni perdón. No puede haberlos porque el olvido es siempre razón de la mentira. Y los que proponen olvidos, aquí y dondequiera, como los que se “hartan” de la memoria, son unos mentirosos. Y si borran con el codo lo que alguna vez escribieron con la mano, son unos pobres mentirosos.
No está de más, me parece, decir esto en la actual circunstancia argentina. Después de todo, 35 años después del horror que se simboliza en esta fecha, sigue dependiendo de cada uno de nosotros el seguir forjando la esperanza.
24 de marzo de 2011
Por Mempo Giardinelli
Quién hubiera dicho que acabaríamos escribiendo sobre aquel golpe de Estado como de un acontecimiento lejano. Porque el ‘76 está acá nomás. Y sin embargo, tan lejos. Si parece cuento, ahora, que aquel 1976 fue el año del avión supersónico Concord y de las Olimpíadas de Montreal donde asombró al mundo una muchachita de Rumania (país comunista entonces) que se llamaba Nadia Comaneci.
Fue el año de la España de Adolfo Suárez, de la matanza en Soweto y el inicio del ocaso del apartheid sudafricano. El de la muerte de Mao y el fin de la Revolución Cultural china que devino madre del gigante actual. El año, también, en que Jimmy Carter sucedió a Richard Nixon.
Y el año en que murieron escritores fundamentales de mi generación: José Lezama Lima, André Malraux, Raymond Queneau, Agatha Christie, Dalton Trumbo y el mexicano José Revueltas.
En poco menos de tres meses de aquel aciago 1976, millones de argentinos y argentinas ya sabíamos que se venía la noche. Empezaba a gestarse una palabra símbolo de la época: “desaparecidos”. Y también empezaba la cuenta de lo que no se iba a olvidar jamás.
Aquel 24 de marzo del ‘76 ya está muy escrito, aunque quizá no suficientemente. Quién podría dar esa medida de suficiencia. Pero lo que nosotros, los de entonces, podemos y debemos hacer todavía es testimoniar lo que fue y ya no es: aquel gobierno ineficiente y genuflexo, las Tres A, el terror imperante y la violencia generalizada, incontenible.
Hoy sólo siguen vigentes algunas estupideces clasemediera y argentinamente eternas: “Cuanto peor, mejor”; o “esto no se aguanta más”.
Los que entonces éramos jóvenes, chicos y chicas como los que hay ahora y hubo siempre, en esencia sólo queríamos lo que siempre quieren los jóvenes: que el mundo en que viven sea mejor. Y también queríamos que la democracia en la Argentina no fuese el engaño condicionado que era entonces.
Han pasado 35 años –eso es por lo menos dos generaciones– y es cierto que todo se difumina en la memoria, pero no el dolor y el agravio. Por eso la memoria se sostiene, y ni se diga en nuestra sociedad donde tenemos pilares que cargan la memoria sobre sus espaldas, y sobre todo cuando no hay justicia, o tarda tanto, y no se puede perdonar porque no hay arrepentimiento. Si el dolor no tiene plazo de vencimiento, ¿por qué va a tenerlo el olvido?
La memoria no se rige por razones sino por emociones; la memoria no acepta reglas sino que es regla en sí misma. Es el único laberinto del que los humanos no sabemos salir. Por eso la mejor actitud es entrar y vivir allí. No mansamente sino activamente. Para que la memoria sea motor y no ancla. Para que sea maestra de vida futura y no temor a un pasado que paraliza.
Por eso hace 35 años, o más, que no hay olvido ni perdón. No puede haberlos porque el olvido es siempre razón de la mentira. Y los que proponen olvidos, aquí y dondequiera, como los que se “hartan” de la memoria, son unos mentirosos. Y si borran con el codo lo que alguna vez escribieron con la mano, son unos pobres mentirosos.
No está de más, me parece, decir esto en la actual circunstancia argentina. Después de todo, 35 años después del horror que se simboliza en esta fecha, sigue dependiendo de cada uno de nosotros el seguir forjando la esperanza.
De qué hablar
Página 12
24 de marzo de 2011
Por Eduardo Aliverti
Hay que dejar de hablar del golpe, únicamente, como la instancia más trágica de la historia argentina. Hay que animarse, de una buena vez por todas, a opinar que en algunos o varios aspectos pasamos a ganar. Pero por favor: no confundir esa apreciación con los juicios de quienes estiman que ya están podridos de que (les) hablen de la dictadura. Porque se trata justo de lo contrario.
La bestialidad de lo parido hace 35 años, o un poco antes, es precisamente lo que hace resaltable cierto aspecto del presente. En lo personal, incluso, quien firma se pasó la mayor parte de estas tres décadas y media, en casi cada uno de estos aniversarios, dedicando sus columnas a advertir más que nada sobre la sobrevivencia de lo que la dictadura dejó. La destrucción del aparato industrial; el ninguneo masivo a participar o comprometerse en política, por fuera de aquella primavera alfonsinista que en verdad fue un veranito; la profundización del desprecio ideológico, racista, hacia la actividad sindical y ante los desesperados llamados de atención de los excluidos; la discursividad facha de una vasta clase media (¿Macri no es acaso el hijo civil perfecto de los milicos?); el deterioro de la movilidad social ascendente, quitadas las fantasías patéticas del uno a uno de la rata; la precarización laboral. Puestos en el orden que se quiera, esos y otros componentes son inescindibles del punto de inflexión que significó la dictadura. Aun ahora cabe tener la seguridad o la certidumbre de que en el ámbito educativo en general, por las fallas objetivas y subjetivas que fueren, permanece potente –en el mejor de los casos– la idea y traslación de que hace 35 años aparecieron, desde la nada misma, asesinos lunáticos y capaces de esparcir una de las carnicerías humanas más alucinantes del siglo XX. ¿Cuántos y cómo son hoy los docentes (y comunicadores, y periodistas, y referentes “culturales”, y etcétera) que no saben o no quieren explicar que la mayor tragedia de nuestra historia fue producto de la necesidad y vocación de la clase dominante, para acabar por medio del terror y de raíz –creyeron– con todo signo de rebeldía que anidara en las entrañas y en la militancia activa de una porción de esta sociedad?
Como habíamos propuesto al comienzo: esa bestialidad de los mandantes de los milicos, de los grandes grupos económicos que pusieron todo el gabinete del golpe, y toda la jerarquía eclesiástica para bendecir las torturas, y toda la complicidad directa de los emporios de prensa (que viene ser todo lo mismo), obliga a animarse no solamente a la pregunta de cuánto de aquello sigue vivo sino –por fin– a la de cómo fue y es probable que tenga tanto de muerto. Y la respuesta directa es que apareció una normalidad o anomalía, susceptible de sacar de quicio a quienes, durante 200 años, se acostumbraron a la victoria final e inevitable de sus intereses. De sus ganancias fáciles de país agroexportador, y listo. De sus estratagemas comunicacionales. De su seguridad de tenerla más larga, siempre. Nadie dice que al final (¿qué es el final?) no vuelvan a tener razón. Pero por lo pronto, alguien, algo, les metió una baza después de tanto tiempo. Alguien, algo, les produjo diarrea. Habrá sido que se les fue la mano en su canibalismo de clase parasitaria, en su impericia dirigencial para heredarse, en su exceso de confianza. En no darse cuenta de que había espacio para la aparición de un outsider que leyera la realidad mejor que ellos. Como sea, algo (les) pasó como para que, a “nada más” que 35 años, lo persistente del golpe que dieron conviva poco menos que en desventaja con lo que cambió.
Tantos milicos a quienes ya no tienen como última reserva de la Patria. Tantos pibes que no les tienen miedo. Tanto que dependen de unos medios y unos periodistas en los que se cree cada vez menos. Tanto que el enamoramiento de las astronómicas tasas de interés de la etapa neoliberal empieza, de a poco, a compartir novia con un modelo que privilegia el mercado interno, al punto de quebrarles varios de sus frentes corporativos (la UIA, la Mesa de Enlace). Tanto problema para encontrar dirigentes políticos que les obren de gerentes: hay, pero no convencen a la sociedad. También disponen de caudillos sindicales del viejo aparato burocrático que se resiste a morir, pero que carece del peso de otrora.
Y tanto boludo ideológico, por ser en extremo suaves, que dice que todo eso que cambió, o va cambiando, compele a dejar de hablar de la dictadura, cuando precisamente se trata de hablar más que nunca para tener noción de por qué cambian las cosas.
24 de marzo de 2011
Por Eduardo Aliverti
Hay que dejar de hablar del golpe, únicamente, como la instancia más trágica de la historia argentina. Hay que animarse, de una buena vez por todas, a opinar que en algunos o varios aspectos pasamos a ganar. Pero por favor: no confundir esa apreciación con los juicios de quienes estiman que ya están podridos de que (les) hablen de la dictadura. Porque se trata justo de lo contrario.
La bestialidad de lo parido hace 35 años, o un poco antes, es precisamente lo que hace resaltable cierto aspecto del presente. En lo personal, incluso, quien firma se pasó la mayor parte de estas tres décadas y media, en casi cada uno de estos aniversarios, dedicando sus columnas a advertir más que nada sobre la sobrevivencia de lo que la dictadura dejó. La destrucción del aparato industrial; el ninguneo masivo a participar o comprometerse en política, por fuera de aquella primavera alfonsinista que en verdad fue un veranito; la profundización del desprecio ideológico, racista, hacia la actividad sindical y ante los desesperados llamados de atención de los excluidos; la discursividad facha de una vasta clase media (¿Macri no es acaso el hijo civil perfecto de los milicos?); el deterioro de la movilidad social ascendente, quitadas las fantasías patéticas del uno a uno de la rata; la precarización laboral. Puestos en el orden que se quiera, esos y otros componentes son inescindibles del punto de inflexión que significó la dictadura. Aun ahora cabe tener la seguridad o la certidumbre de que en el ámbito educativo en general, por las fallas objetivas y subjetivas que fueren, permanece potente –en el mejor de los casos– la idea y traslación de que hace 35 años aparecieron, desde la nada misma, asesinos lunáticos y capaces de esparcir una de las carnicerías humanas más alucinantes del siglo XX. ¿Cuántos y cómo son hoy los docentes (y comunicadores, y periodistas, y referentes “culturales”, y etcétera) que no saben o no quieren explicar que la mayor tragedia de nuestra historia fue producto de la necesidad y vocación de la clase dominante, para acabar por medio del terror y de raíz –creyeron– con todo signo de rebeldía que anidara en las entrañas y en la militancia activa de una porción de esta sociedad?
Como habíamos propuesto al comienzo: esa bestialidad de los mandantes de los milicos, de los grandes grupos económicos que pusieron todo el gabinete del golpe, y toda la jerarquía eclesiástica para bendecir las torturas, y toda la complicidad directa de los emporios de prensa (que viene ser todo lo mismo), obliga a animarse no solamente a la pregunta de cuánto de aquello sigue vivo sino –por fin– a la de cómo fue y es probable que tenga tanto de muerto. Y la respuesta directa es que apareció una normalidad o anomalía, susceptible de sacar de quicio a quienes, durante 200 años, se acostumbraron a la victoria final e inevitable de sus intereses. De sus ganancias fáciles de país agroexportador, y listo. De sus estratagemas comunicacionales. De su seguridad de tenerla más larga, siempre. Nadie dice que al final (¿qué es el final?) no vuelvan a tener razón. Pero por lo pronto, alguien, algo, les metió una baza después de tanto tiempo. Alguien, algo, les produjo diarrea. Habrá sido que se les fue la mano en su canibalismo de clase parasitaria, en su impericia dirigencial para heredarse, en su exceso de confianza. En no darse cuenta de que había espacio para la aparición de un outsider que leyera la realidad mejor que ellos. Como sea, algo (les) pasó como para que, a “nada más” que 35 años, lo persistente del golpe que dieron conviva poco menos que en desventaja con lo que cambió.
Tantos milicos a quienes ya no tienen como última reserva de la Patria. Tantos pibes que no les tienen miedo. Tanto que dependen de unos medios y unos periodistas en los que se cree cada vez menos. Tanto que el enamoramiento de las astronómicas tasas de interés de la etapa neoliberal empieza, de a poco, a compartir novia con un modelo que privilegia el mercado interno, al punto de quebrarles varios de sus frentes corporativos (la UIA, la Mesa de Enlace). Tanto problema para encontrar dirigentes políticos que les obren de gerentes: hay, pero no convencen a la sociedad. También disponen de caudillos sindicales del viejo aparato burocrático que se resiste a morir, pero que carece del peso de otrora.
Y tanto boludo ideológico, por ser en extremo suaves, que dice que todo eso que cambió, o va cambiando, compele a dejar de hablar de la dictadura, cuando precisamente se trata de hablar más que nunca para tener noción de por qué cambian las cosas.
La importancia de haber perdido el miedo
Tiempo Argentino
24 de marzo de 2011
Por Ricardo Forster
Recién ahora se puede atacar este miedo que se prolongó durante décadas. Recién ahora se pudo tomar esa distancia necesaria que permite comenzar a saldar las deudas del pasado. Recién ahora se pudo comenzar a desatar los nudos que seguían sometiendo a los cuerpos.
El 24 de marzo de 1976 impone en mí, en principio, un viaje retrospectivo a mi adolescencia o post adolescencia, a mi experiencia de cuando cumplí 18 años. Y era, como muchos jóvenes de la época, alguien involucrado en la militancia, en la participación política y en los sueños revolucionarios de gran parte de esa generación. Y sin embargo, los jóvenes de aquellos días, nosotros, no teníamos una plena conciencia de los nubarrones que se iban acumulando y de la brutal tormenta que se iba a venir. Desde luego, ya el año 1975 fue muy duro: los asesinatos de la Triple A, entre otros crímenes, presagiaban algo de lo que se anunciaba. Es decir, que se percibía e incluso se hablaba del golpe sin eufemismos, se lo anticipaba y muchos lo reclamaban. Y si digo esto es porque no podemos decir que nos sorprendió. Lo que nadie imaginaba en su brutal dimensión fue la magnitud, la noche dictatorial, el terror, el nivel de violencia que iba a desplegarse sobre la Argentina
La democracia en aquel tiempo previo era débil, plena de contradicciones. Pero había que retrotraerse a lo que fueron los ‘70, y a esa Argentina que como gran parte de América Latina estaba integrada a un tiempo mundial bipolar repartido entre los Estados Unidos y la URSS, y la Guerra Fría, y acá en América Latina lo que fue la Doctrina de Seguridad Nacional. El golpe en contra de Salvador Allende en 1973 fue el más duro de una larga lista. Pero también en Uruguay, en Bolivia… Es decir que existía una democracia que languidecía, que perdía espesor, y no se encontraban alternativas para impedir la llegada de una derecha muy dura.
Pero también hay que decir que el golpe de 1976 no fue pura y exclusivamente en contra de las militancias revolucionarias, de la izquierda peronista, de la marxista, de las guerrillas. Fue apenas uno de sus objetivos. Quizás, el objetivo central fue transformar la totalidad de la Argentina, es decir reorganizar el orden económico, y desde luego social y político. Esa es más bien la centralidad del golpe: volver a una distribución menos justa de la riqueza, a tiempos pasados que remitían a un país inequitativo, modificar la sociedad, quebrarle su memoria de equidad, para lograr el avance hacia una concentración absoluta del poder y de la riqueza; de eso se trató el proyecto económico de Martínez de Hoz, de modificar el paradigma productivo debilitando a la clase trabajadora y quebrando sus organizaciones. Para eso, por supuesto, era necesario neutralizar la efervescencia política, la protesta, el debate.
Reprimir casi hasta la extenuación al movimiento obrero. No es para nada casual que se hayan sometido a ese movimiento secuestros y asesinatos. De modo que el golpe de 1976 fue organizado merced a un gran plan tansformador de la Argentina.
Hay que decir que eran años de una enorme tensión en el mundo. Y sin embargo, la entrada a la noche dictatorial marcó un antes y un después en la Argentina. Yo en los primeros años del golpe estuve fuera del país, y el registro de lo que ocurría era mayor en el exterior, en términos de información y de denuncias, al que existía en la Argentina. Quiero decir con esto que hubo un silenciamiento y, en casos muy notables, una gran complicidad de los medios de comunicación hegemónicos para que nada se supiera.
En el sentido de que aquel plan criminal que buscaba modificar profunda y decisivamente a la Argentina impuso una transformación de la vida cotidiana. En las cuestiones más básicas, las que tienen que ver con la libertad se impuso la censura y el miedo, el miedo a mantener aquellos vínculos de las experiencias políticas previas, esas camaraderías que ahora quedaban neutralizadas con una eficacia notable. Miedo al otro, miedo a la sombra nocturna, a hablar de más, al nombre maldito que se empezaba a pronunciar en voz muy baja: “los desaparecidos.”
Se abría así una nueva etapa, la etapa de la gestación de una sociedad amordazada, donde comienza a darse la imposibilidad de la palabra propia. Asociado al miedo y a la represión el éxito de Martínez de Hoz, de la plata dulce y de su proceso de desindustrialización que se retoma en los ’90. Se trataba de la apuesta por hacer regresar a la Argentina a un pasado que nunca fue glorioso, o que lo fue solo para muy pocos.
Un pasado, entonces, lejano: a ese pasado se quería regresar, los tiempos de un modelo de país agroexportador. Y sus avatares previsibles: el necesario achicamiento del Estado, la claudicación de cualquier programa más o menos equitativo, la atmósfera asfixiante de silencio y complicidad y los campos de concentración, que eran un secreto que se sabía, pero que no se compartía. Por lo tanto, hubo un gran silenciamiento, de la protesta, de los cuerpos, de la actividad periodística. Represión de la política, del debate y oscuridad. Y una gran complicidad civil, de los poderes económicos y mediáticos.
Recién ahora, a partir de estos últimos años, ha habido una reconstrucción de la memoria, al menos en el sentido de la labor de reparar las injustitas, sobre todo los crímenes. Recién ahora se puede atacar este miedo que se prolongó durante décadas. Recién ahora se pudo tomar esa distancia necesaria que permite comenzar a saldar las deudas del pasado. Recién ahora se pudo comenzar a desatar los nudos que seguían sometiendo a los cuerpos. Y en esto han coincidido la sociedad y el gobierno de Kirchner.
Si resulta indudable que este es un gobierno que avanzó con inusitada energía en el terreno de los Derechos Humanos, también es indudable que el gobierno amplifica una energía que se venía generando desde la propia sociedad. Un cierto hartazgo de ese pasado oprobioso y de lo que vino después: las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, los indultos de Menem. O el desdén generalizado por la sociedad argentina de los ’90.
En los últimos años, con aciertos y errores, la política regresa al interior de la vida cotidiana. El golpe, la crisis del final del gobierno de Alfonsín que había gestado el hecho memorable del juicio a los genocidas militares, los tiempos menemistas de impudicia y olvido, se caracterizaron no sólo por una brutal caída en las virtudes gubernamentales sino por el vaciamiento generalizado de la política.
Y así se abre una grieta que la demanda social no alcanza a ensanchar por ella sola pero que, de un modo inesperado, recibe el impulso de una clara decisión gubernamental. Son años estos en que al fin la culpa impagable y nunca confesada por el pasado puede comenzar a expresarse. Desde luego hay heridas no curadas de ese pasado, marcas indelebles en el cuerpo que irían recordando que aquello que no se repara adecuadamente persiste en el daño. Hoy tenemos la conciencia de esa máxima. Lo que hace que hoy hayamos comenzado a actuar para reparar los crímenes de ese golpe, hace 35 años.
24 de marzo de 2011
Por Ricardo Forster
Recién ahora se puede atacar este miedo que se prolongó durante décadas. Recién ahora se pudo tomar esa distancia necesaria que permite comenzar a saldar las deudas del pasado. Recién ahora se pudo comenzar a desatar los nudos que seguían sometiendo a los cuerpos.
El 24 de marzo de 1976 impone en mí, en principio, un viaje retrospectivo a mi adolescencia o post adolescencia, a mi experiencia de cuando cumplí 18 años. Y era, como muchos jóvenes de la época, alguien involucrado en la militancia, en la participación política y en los sueños revolucionarios de gran parte de esa generación. Y sin embargo, los jóvenes de aquellos días, nosotros, no teníamos una plena conciencia de los nubarrones que se iban acumulando y de la brutal tormenta que se iba a venir. Desde luego, ya el año 1975 fue muy duro: los asesinatos de la Triple A, entre otros crímenes, presagiaban algo de lo que se anunciaba. Es decir, que se percibía e incluso se hablaba del golpe sin eufemismos, se lo anticipaba y muchos lo reclamaban. Y si digo esto es porque no podemos decir que nos sorprendió. Lo que nadie imaginaba en su brutal dimensión fue la magnitud, la noche dictatorial, el terror, el nivel de violencia que iba a desplegarse sobre la Argentina
La democracia en aquel tiempo previo era débil, plena de contradicciones. Pero había que retrotraerse a lo que fueron los ‘70, y a esa Argentina que como gran parte de América Latina estaba integrada a un tiempo mundial bipolar repartido entre los Estados Unidos y la URSS, y la Guerra Fría, y acá en América Latina lo que fue la Doctrina de Seguridad Nacional. El golpe en contra de Salvador Allende en 1973 fue el más duro de una larga lista. Pero también en Uruguay, en Bolivia… Es decir que existía una democracia que languidecía, que perdía espesor, y no se encontraban alternativas para impedir la llegada de una derecha muy dura.
Pero también hay que decir que el golpe de 1976 no fue pura y exclusivamente en contra de las militancias revolucionarias, de la izquierda peronista, de la marxista, de las guerrillas. Fue apenas uno de sus objetivos. Quizás, el objetivo central fue transformar la totalidad de la Argentina, es decir reorganizar el orden económico, y desde luego social y político. Esa es más bien la centralidad del golpe: volver a una distribución menos justa de la riqueza, a tiempos pasados que remitían a un país inequitativo, modificar la sociedad, quebrarle su memoria de equidad, para lograr el avance hacia una concentración absoluta del poder y de la riqueza; de eso se trató el proyecto económico de Martínez de Hoz, de modificar el paradigma productivo debilitando a la clase trabajadora y quebrando sus organizaciones. Para eso, por supuesto, era necesario neutralizar la efervescencia política, la protesta, el debate.
Reprimir casi hasta la extenuación al movimiento obrero. No es para nada casual que se hayan sometido a ese movimiento secuestros y asesinatos. De modo que el golpe de 1976 fue organizado merced a un gran plan tansformador de la Argentina.
Hay que decir que eran años de una enorme tensión en el mundo. Y sin embargo, la entrada a la noche dictatorial marcó un antes y un después en la Argentina. Yo en los primeros años del golpe estuve fuera del país, y el registro de lo que ocurría era mayor en el exterior, en términos de información y de denuncias, al que existía en la Argentina. Quiero decir con esto que hubo un silenciamiento y, en casos muy notables, una gran complicidad de los medios de comunicación hegemónicos para que nada se supiera.
En el sentido de que aquel plan criminal que buscaba modificar profunda y decisivamente a la Argentina impuso una transformación de la vida cotidiana. En las cuestiones más básicas, las que tienen que ver con la libertad se impuso la censura y el miedo, el miedo a mantener aquellos vínculos de las experiencias políticas previas, esas camaraderías que ahora quedaban neutralizadas con una eficacia notable. Miedo al otro, miedo a la sombra nocturna, a hablar de más, al nombre maldito que se empezaba a pronunciar en voz muy baja: “los desaparecidos.”
Se abría así una nueva etapa, la etapa de la gestación de una sociedad amordazada, donde comienza a darse la imposibilidad de la palabra propia. Asociado al miedo y a la represión el éxito de Martínez de Hoz, de la plata dulce y de su proceso de desindustrialización que se retoma en los ’90. Se trataba de la apuesta por hacer regresar a la Argentina a un pasado que nunca fue glorioso, o que lo fue solo para muy pocos.
Un pasado, entonces, lejano: a ese pasado se quería regresar, los tiempos de un modelo de país agroexportador. Y sus avatares previsibles: el necesario achicamiento del Estado, la claudicación de cualquier programa más o menos equitativo, la atmósfera asfixiante de silencio y complicidad y los campos de concentración, que eran un secreto que se sabía, pero que no se compartía. Por lo tanto, hubo un gran silenciamiento, de la protesta, de los cuerpos, de la actividad periodística. Represión de la política, del debate y oscuridad. Y una gran complicidad civil, de los poderes económicos y mediáticos.
Recién ahora, a partir de estos últimos años, ha habido una reconstrucción de la memoria, al menos en el sentido de la labor de reparar las injustitas, sobre todo los crímenes. Recién ahora se puede atacar este miedo que se prolongó durante décadas. Recién ahora se pudo tomar esa distancia necesaria que permite comenzar a saldar las deudas del pasado. Recién ahora se pudo comenzar a desatar los nudos que seguían sometiendo a los cuerpos. Y en esto han coincidido la sociedad y el gobierno de Kirchner.
Si resulta indudable que este es un gobierno que avanzó con inusitada energía en el terreno de los Derechos Humanos, también es indudable que el gobierno amplifica una energía que se venía generando desde la propia sociedad. Un cierto hartazgo de ese pasado oprobioso y de lo que vino después: las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, los indultos de Menem. O el desdén generalizado por la sociedad argentina de los ’90.
En los últimos años, con aciertos y errores, la política regresa al interior de la vida cotidiana. El golpe, la crisis del final del gobierno de Alfonsín que había gestado el hecho memorable del juicio a los genocidas militares, los tiempos menemistas de impudicia y olvido, se caracterizaron no sólo por una brutal caída en las virtudes gubernamentales sino por el vaciamiento generalizado de la política.
Y así se abre una grieta que la demanda social no alcanza a ensanchar por ella sola pero que, de un modo inesperado, recibe el impulso de una clara decisión gubernamental. Son años estos en que al fin la culpa impagable y nunca confesada por el pasado puede comenzar a expresarse. Desde luego hay heridas no curadas de ese pasado, marcas indelebles en el cuerpo que irían recordando que aquello que no se repara adecuadamente persiste en el daño. Hoy tenemos la conciencia de esa máxima. Lo que hace que hoy hayamos comenzado a actuar para reparar los crímenes de ese golpe, hace 35 años.
Chubut: confirmaron las irregularidades
Tiempo Argentino
24 de marzo de 2011
Por Viviana Mariño
El kirchnerismo logró recuperar 137 votos a favor de Carlos Eliceche que la justicia electoral no había volcado en las actas oficiales. “Se ratificaron nuestras sospechas de acciones fraudulentas”, dijo el ministro Florencio Randazzo.
La denuncia del kirchnerismo sobre una supuesta manipulación de los resultados en la elección del domingo en Chubut consiguió ayer un primer aval. Fue en el cierre del primer día del escrutinio definitivo de los comicios y a pesar de la decisión del tribunal electoral provincial de rechazar el reclamo del Frente para la Victoria (FPV) por un recuento definitivo “voto por voto” y, en cambio, limitar la revisión a las mesas donde se detectaron errores llamativos. La jornada inaugural del recuento oficial terminó con un dato alentador para el candidato del FPV, Carlos Eliceche, y dejó en una posición más que incómoda a la administración de Mario Das Neves: en las mesas observadas en la ciudad de Rawson, el kirchnerismo logró recuperar 137 votos en la categoría gobernador y otros 258 sufragios para las listas de legisladores provinciales. Se trata de sufragios emitidos en la mesa 722 donde las actas oficiales habían contabilizado 0 votos para el FPV. “Los votos que rescatamos nos dan la razón. Lo que afirmamos se está constatando en el recinto de la Legislatura provincial; en estos comicios existieron irregularidades muy serias”, señaló Eliceche.
Desde el gobierno nacional, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, destacó la confirmación de las sospechas sobre “acciones fraudulentas” en los comicios chubutenses. En el segundo turno provincial del dilatado calendario electoral 2011, Eliceche midió fuerzas el domingo contra Martín Buzzi, el delfín del gobernador y referente nacional del Peronismo Federal, Mario Das Neves. La elección terminó en un polémico final abierto: Das Neves prohibió la publicación parcial del proceso de recuento que otorgó una victoria de Buzzi sobre Eliceche por apenas cinco décimas. Tras constatar diferencias sospechosas entre las planillas de los fiscales del FPV y los datos que la justicia electoral de Chubut finalmente volcó a las actas oficiales, Eliceche denunció un posible fraude. Un día después, los candidatos kirchneristas se reunieron en Buenos Aires con Cristina Fernández. La presidenta los exhortó a “agotar todas las instancias judiciales” para confirmar los resultados de la reñida y polarizada elección que enfrentó al kirchnerismo con el Peronismo Federal.
El martes, el radicalismo se sumó a las denuncias de fraude pero evitó adherirse al reclamo formal del recuento voto por voto impulsado por el FPV. Ayer, la UCR también recuperó 10 votos para sus legisladores y asumió las sospechas como propias. “Pareciera que hay algunas irregularidades”, admitió el senador Ernesto Sanz.
El gobierno nacional fue categórico. “Lamentablemente estamos confirmando que hubo acciones de fraude en Chubut. En principio quisimos ser prudentes pero los datos del escrutinio definitivo lo van confirmando”, explicó Randazzo en declaraciones a Radio Nacional. Más tarde, en diálogo con Tiempo Argentino, el ministro señaló que las irregularidades más serias fueron detectadas en mesas de la ciudad de Puerto Madryn. Esos votos comenzarán a revisarse hoy ya que el tribunal decidió continuar con el conteo a pesar del feriado nacional. “En la mesa 183 se cargaron 888 votos para Buzzi y 107 para el Frente para la Victoria. Las listas de los fiscales indican que el candidato de Modelo Chubut (el espacio de Das Neves) sumó en realidad 88 sufragios”, señaló Randazzo, al recordar una de las irregularidades que mayor sorpresa generó en el gobierno.
En el equipo de Eliceche evaluaban ayer que a los votos “recuperados” de Rawson se sumarán en las próximas horas los de las mesas de Puerto Madryn, 50 sufragios de General San Martín, y otro centenar en mesas de Comodoro Rivadavia. El FPV también tiene expectativas firmes de confirmar algún tipo de maniobra en la categoría de los votos en blanco que el domingo alcanzó la cifra de 13.759 sufragios, muy por encima de la media histórica en el distrito. “En la mesa 1034 de Paso de los Indios se contabilizaron 155 votos en blanco, 49 para el FPV y 102 para Buzzi. Son relaciones numéricas muy extrañas que tenemos que confirmar”, explicaron a Tiempo fuentes del equipo electoral de Eliceche. Esa hoja de ruta hizo crecer en las últimas horas la convicción de lograr dar vuelta la elección en la que, según la justicia electoral de Chubut, Buzzi ganó por apenas 1551 votos. Ayer, Eliceche sumó otros datos: “Las dudas las tenemos nosotros que manejamos las planillas y también los ciudadanos. Sin tener en cuenta las denuncias en sedes policiales o la caja hallada el lunes en una escuela de Comodoro Rivadavia con un número no precisado de votos.”
24 de marzo de 2011
Por Viviana Mariño
El kirchnerismo logró recuperar 137 votos a favor de Carlos Eliceche que la justicia electoral no había volcado en las actas oficiales. “Se ratificaron nuestras sospechas de acciones fraudulentas”, dijo el ministro Florencio Randazzo.
La denuncia del kirchnerismo sobre una supuesta manipulación de los resultados en la elección del domingo en Chubut consiguió ayer un primer aval. Fue en el cierre del primer día del escrutinio definitivo de los comicios y a pesar de la decisión del tribunal electoral provincial de rechazar el reclamo del Frente para la Victoria (FPV) por un recuento definitivo “voto por voto” y, en cambio, limitar la revisión a las mesas donde se detectaron errores llamativos. La jornada inaugural del recuento oficial terminó con un dato alentador para el candidato del FPV, Carlos Eliceche, y dejó en una posición más que incómoda a la administración de Mario Das Neves: en las mesas observadas en la ciudad de Rawson, el kirchnerismo logró recuperar 137 votos en la categoría gobernador y otros 258 sufragios para las listas de legisladores provinciales. Se trata de sufragios emitidos en la mesa 722 donde las actas oficiales habían contabilizado 0 votos para el FPV. “Los votos que rescatamos nos dan la razón. Lo que afirmamos se está constatando en el recinto de la Legislatura provincial; en estos comicios existieron irregularidades muy serias”, señaló Eliceche.
Desde el gobierno nacional, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, destacó la confirmación de las sospechas sobre “acciones fraudulentas” en los comicios chubutenses. En el segundo turno provincial del dilatado calendario electoral 2011, Eliceche midió fuerzas el domingo contra Martín Buzzi, el delfín del gobernador y referente nacional del Peronismo Federal, Mario Das Neves. La elección terminó en un polémico final abierto: Das Neves prohibió la publicación parcial del proceso de recuento que otorgó una victoria de Buzzi sobre Eliceche por apenas cinco décimas. Tras constatar diferencias sospechosas entre las planillas de los fiscales del FPV y los datos que la justicia electoral de Chubut finalmente volcó a las actas oficiales, Eliceche denunció un posible fraude. Un día después, los candidatos kirchneristas se reunieron en Buenos Aires con Cristina Fernández. La presidenta los exhortó a “agotar todas las instancias judiciales” para confirmar los resultados de la reñida y polarizada elección que enfrentó al kirchnerismo con el Peronismo Federal.
El martes, el radicalismo se sumó a las denuncias de fraude pero evitó adherirse al reclamo formal del recuento voto por voto impulsado por el FPV. Ayer, la UCR también recuperó 10 votos para sus legisladores y asumió las sospechas como propias. “Pareciera que hay algunas irregularidades”, admitió el senador Ernesto Sanz.
El gobierno nacional fue categórico. “Lamentablemente estamos confirmando que hubo acciones de fraude en Chubut. En principio quisimos ser prudentes pero los datos del escrutinio definitivo lo van confirmando”, explicó Randazzo en declaraciones a Radio Nacional. Más tarde, en diálogo con Tiempo Argentino, el ministro señaló que las irregularidades más serias fueron detectadas en mesas de la ciudad de Puerto Madryn. Esos votos comenzarán a revisarse hoy ya que el tribunal decidió continuar con el conteo a pesar del feriado nacional. “En la mesa 183 se cargaron 888 votos para Buzzi y 107 para el Frente para la Victoria. Las listas de los fiscales indican que el candidato de Modelo Chubut (el espacio de Das Neves) sumó en realidad 88 sufragios”, señaló Randazzo, al recordar una de las irregularidades que mayor sorpresa generó en el gobierno.
En el equipo de Eliceche evaluaban ayer que a los votos “recuperados” de Rawson se sumarán en las próximas horas los de las mesas de Puerto Madryn, 50 sufragios de General San Martín, y otro centenar en mesas de Comodoro Rivadavia. El FPV también tiene expectativas firmes de confirmar algún tipo de maniobra en la categoría de los votos en blanco que el domingo alcanzó la cifra de 13.759 sufragios, muy por encima de la media histórica en el distrito. “En la mesa 1034 de Paso de los Indios se contabilizaron 155 votos en blanco, 49 para el FPV y 102 para Buzzi. Son relaciones numéricas muy extrañas que tenemos que confirmar”, explicaron a Tiempo fuentes del equipo electoral de Eliceche. Esa hoja de ruta hizo crecer en las últimas horas la convicción de lograr dar vuelta la elección en la que, según la justicia electoral de Chubut, Buzzi ganó por apenas 1551 votos. Ayer, Eliceche sumó otros datos: “Las dudas las tenemos nosotros que manejamos las planillas y también los ciudadanos. Sin tener en cuenta las denuncias en sedes policiales o la caja hallada el lunes en una escuela de Comodoro Rivadavia con un número no precisado de votos.”
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