Tiempo Argentino
20 de diciembre de 2010
La disposición interna que ordenó la flamante ministra de Seguridad, Nilda Garré, de desarmar a la Policía Federal cuando concurra a manifestaciones sociales despertó resistencia entre diversos referentes de la oposición. Al cumplirse un nuevo aniversario de la feroz represión que se cobró la vida de más de 30 personas entre el 19 y 20 de diciembre de 2001, la diputada y candidata de la Coalición Cívica para las próximas elecciones presidenciales, Elisa Carrió, salió al cruce de la nueva disposición al indicar que “es un despropósito anunciar” que la policía irá desarmada a los operativos de seguridad que se realicen en protestas sociales.
“Están diciendo que vamos a tener una policía desarmada y los que quieren violar la ley van a decir: ‘Vamos a avanzar sobre los policías’ y los policías se van a retirar”, dijo la diputada.
Para Carrió, con una policía desarmada “no hay salida”, y consideró: “Vamos de un extremo al otro. No sirve la represión indiscriminada, ni tampoco la prohibición de uso de armas. Hay que ubicarse en el centro.”
En la misma línea se pronunció ayer la diputada y virtual candidata a jefa de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el PRO Gabriela Michetti, quien señaló que “tal vez sí hay que llevarlas, tal vez funcionan como elemento disuasorio”.
La diputada, para quien “existe un problema de fondo” y con el conflicto en el Parque Indoamericano “se tocó una fibra de los ciudadanos que empezó a reaccionar ante estos hechos”, la situación social estaría descontrolada. “La gente está necesitando como los niñitos cuando se descontrolan, autoridad que ejerza el rol de autoridad. Y creo que los políticos hoy no podemos dejar de lado ese tema, hoy hay que redoblar la apuesta en términos de ese liderazgo”, dijo.
En tanto, el dirigente porteño José “Pepe” Scioli, hombre cercano al diputado Francisco de Narváez, dijo sentirse preocupado de “dejar esto librado a la ley de la calle y que quienes tienen el verdadero monopolio de la seguridad no lo ejerzan”. “Acá se ha confundido en los últimos años la defensa de los Derechos Humanos con la defensa del orden público. Yo estoy de acuerdo en no reprimir, pero para llegar a ese estado tiene que haber una muy buena fuerza, bien capacitada y bien equipada.”
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