viernes, 31 de diciembre de 2010

En Santa Fe, peligra la alianza entre radicales y socialistas

Por Rodolfo González Arzac
Para Tiempo Argentino
31 de diciembre de 2010


Las peleas entre los socialistas Binner y Giustiniani, la distancia con la UCR y la dispersión en el PJ, aumentan la incertidumbre.


En el tercer distrito electoral del país, la provincia de Santa Fe, los ejercicios preparatorios para los comicios son verdaderamente singulares. La falta de acuerdos dentro del frente que gobierna la provincia explotó esta semana. El fuego cruzado incluye un hecho simpático: Hermes Binner, el hombre de los silencios y susurros, juega con los tapones de punta. El peronismo, sin embargo, no puede aprovechar las flaquezas oficiales: está atomizado con pronóstico reservado. El escenario es tan incierto que hasta es posible que socialistas y radicales vayan cada uno por su cuenta, lo que pondría a sus dos candidatos en un cabeza a cabeza con el elegido por el Justicialismo. El círculo nebuloso se cerró en las últimas horas en el PRO. Los seguidores de Mauricio Macri quieren que sus listas estén encabezadas por Miguel del Sel, un tercio de los Midachi.
Binner abrió el fuego. Para defender a su candidato a sucederlo –su ministro de gobierno, Antonio Bonfatti– atacó al senador Rubén Giustiniani. Dijo que su eventual postulación a la Casa Gris –como llaman en Santa Fe a la Casa de Gobierno– rozaría lo “testimonial” porque su mandato como senador y, por la negativa, lo despreció por antiperonista: “Quiero un socialismo no gorila”, aseguró. Ayer, Giustiniani contraatacó: “La situación es la misma de todos los que fueron candidatos el año pasado y hoy son candidatos a otros cargos, como Ricardo Alfonsín, Agustín Rossi, Francisco de Narváez y Ernesto Sanz. Si soy candidato es la misma situación de Binner cuando antes de ser gobernador fue diputado nacional. Antes había sido dos años concejal, después intendente, diputado y gobernador: es la misma situación”, se defendió el ex socio de Elisa Carrió.
La otra pelea del frente oficial es entre radicales y socialistas. Los radicales quieren poner de candidato a gobernador al intendente de Santa Fe, Mario Barletta, que mide bien en las encuestas. La insistencia crece. Todo podría acabar en una ruptura. El peronismo, dicen las encuestas, está resignado a esa posibilidad para tener chances. Candidatos le sobran: Agustín Rossi, Rafael Bielsa, Jorge Obeid, el intendente de Rafaela, Omar Perotti y el senador provincial Ricardo Spinozzi. Ninguno consigue, ni por asomo, acercarse a la performance que le auguran algunos sondeos a Cristina Fernández: un 44% de intención de voto (aunque las elecciones provinciales se desdoblan de las presidenciales por mandato constitucional).
Artemio López, de la consultora Equis, viene siguiendo las alternativas de la campaña santafesina bien de cerca. Entre otras cosas, porque, como repite, aporta nueve de cada cien votos de las elecciones nacionales. “El peronismo está pagando el precio de la ley de lemas, no dejaron crecer a ningún referente. Cuando hay que buscar espacios de unidad, ante la ausencia de referencias fuertes todo se transforma en archipiélagos. Nadie renuncia a su pequeña parcela, una hoguera de vanidades. Y no pueden disputar una gestión mediocre como la de Binner”, apunta. “El Frente Progresista Cívico y Social tenía como articulación la eventual participación de Binner en la fórmula de Ricardo Alfonsín. Eso hoy está en duda. Probablemente, el gobernador no vaya como vice si va a perder por 30 puntos. Y un sector del radicalismo reclama la candidatura a gobernador”, agregó.

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