jueves, 30 de diciembre de 2010

Después de la ocupación, llegan los bomberos

La ministra de Seguridad destacó que en la resolución de la toma del predio de Lugano quedó sentada “una premisa de que no es el desalojo urgente y violento” lo que debe aplicarse. El lugar ahora será utilizado como cuartel de bomberos de la Policía Federal.

Página 12
30 de diciembre de 2010

El predio del club Albariño de Villa Lugano, recuperado luego de 16 días de ocupación, será transformado en un cuartel de bomberos de la Policía Federal, confirmó ayer la ministra de Seguridad, Nilda Garré. La funcionaria sostuvo que la presencia de una autoridad del Estado “servirá para evitar una nueva ocupación”. Garré resaltó, además, que la de los bomberos será “una presencia importante” porque “siempre son bienvenidos, sobre todo cerca de una zona de villas donde siempre hay muchos incendios”. Por otro lado, Garré resaltó que el desalojo del club “ha sido un ejemplo, donde quedó sentada una premisa de que no es el desalojo urgente, activo, violento” lo que debe aplicarse, sino que “en muchos casos la solución de los temas requiere un tiempo que permite conversar con la gente” para encontrar una salida.

Garré, que hizo declaraciones a la prensa y a través de un video en su página de Facebook, explicó que en esa toma “había claramente dos realidades que ver: una la de la gente muy humilde manipulada por una banda de delincuentes inescrupulosos, que juegan con las situaciones de necesidad y pobreza de la gente desesperada, y otra la de los inescrupulosos”. La ministra sostuvo que “afortunadamente se pudo ir conteniendo, algunos se fueron voluntariamente, otros resistían porque estaban presionados para no retirarse”, dijo Garré.

Luego destacó la actuación “impecable y de mucha determinación” del juez federal Daniel Rafecas, quien “siempre tuvo claro que el desalojo no podía ser violento”. Ayer, el magistrado se reunió con sus colaboradores para analizar la prueba colectada en el expediente y los pasos a seguir. Hay siete detenidos y otros tantos prófugos.

Según la ministra de Seguridad, se trata de “una banda que lucró” con la necesidad de los que carecen de vivienda propia y que “ya hizo estas cosas muchas veces”. Garré, al referirse al cuartel de bomberos, señaló que como en las villas las casas están “muy cerca unas de las otras”, cualquier siniestro “se transforma rápidamente en un drama”.

Advirtió que si a la organización “no se la descubre, desarticula y condena, lo seguiría haciendo. Primero que nada hay que golpear ahí y desarticular ese tipo de actividad tan nefasta para la gente más humilde”. La ministra insistió en que la mayoría de los ocupantes del predio del club Albariño “se retiraron solos, por sus propios medios”. Agregó también que casi todos “tenían en Ciudad Oculta alguna vivienda precaria”. De hecho, por la noche, “la mayoría no dormía allí y el lugar quedaba vacío, con algunos pocos haciendo guardia” en los terrenos ocupados.

Por su parte, el empresario Rubén López, dueño de un terreno cercano al club Albariño, reclamó una “urgente orden de desalojo” porque ese lugar también ha sido ocupado. “Necesito una urgente orden de desalojo porque, si no, la feria judicial (de enero) permitirá que los ocupas se queden todo el mes y no podré utilizar el terreno hasta febrero”. López es propietario de la empresa Dolce Vita, que se dedica a la distribución de golosinas en la Capital Federal.

El empresario sostuvo que su predio, ubicado en Santander 6151, tiene una extensión de “dos hectáreas, de manera que es casi siete veces más grande que el que habían tomado en el club Albariño”. Denunció que ese espacio fue ocupado el 14 de diciembre pasado, dos días después del inicio de la usurpación del club de Villa Lugano. López reiteró que algunas de las personas que se retiraron del club Albariño “no se fueron del todo”, porque “recorrieron cuarenta metros” hasta el predio de Dolce Vita y se sumaron a la toma de ese lugar.

Consultado sobre cómo se hizo propietario de esos terrenos, López dijo que comenzó las tratativas “a mediados de este año” para comprarle el predio a la empresa Conteman. Precisó que la operación se concretó “hace apenas tres meses”. De acuerdo con sus dichos, el objetivo de la adquisición fue el de instalar allí “un centro de logística” para la firma Dolce Vita. Afirmó que en el lugar trabajan “unas 350 personas”.

López aseguró que para poder realizar la tarea tuvo que comprar varios camiones. Consultado sobre dónde están ahora esos vehículos, tras la ocupación del predio, se limitó a decir que se encuentran a resguardo “en una concesionaria”, porque dada la situación planteada “no estamos en condiciones de poner en marcha la iniciativa”.

El empresario dijo que ha presentado “dos denuncias con motivo de la usurpación, una civil y la otra penal”. La segunda recayó en el juzgado porteño a cargo de María Cristina Nazar, quien también tiene la investigación por la ocupación del predio del Parque Indoamericano. En esa toma se produjeron hechos de violencia en los que hubo tres muertos.

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