sábado, 18 de diciembre de 2010

Dura condena de los presidentes del Mercosur a la xenofobia y al racismo

Por Catriel Etcheverri
Para Tiempo Argentino
18 de diciembre de 2010

Los mandatarios crearon el Estatuto de Ciudadanía del Mercour, que incluye la libre circulación de las personas, la igualdad en las condiciones de acceso al trabajo, a la salud y a la educación. Es un proceso que tomará varios años.


Mientras en otras partes del mundo se criminaliza la inmigración, aquí se construye un espacio abierto”, afirmó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al abrir ayer el plenario de jefes de Estado del Mercosur. El mandatario, quien le entregará a Dilma Rousseff el poder el próximo 1º de enero, echó así por tierra esa tan sesgada como apresurada apreciación que vincula casi de manera directa los debates que se dan en el marco del Mercosur con cuestiones de neto corte económico. La XL Cumbre del Mercosur, que finalizó ayer en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, dio decisivos pasos hacia la institucionalización política del bloque, prestando especial atención a los desafíos que enfrenta en materia social.
En este sentido, ni la toma del Parque Indoamericano en Villa Soldati ni las poco felices declaraciones del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri –en sintonía con las de su más cercano colaborador, Horacio Rodríguez Larreta–, pasaron desapercibidas en la región. Entendiendo que el proceso de integración latinoamericana no puede limitarse a una integración meramente comercial que siga el patrón impuesto por los Estados Unidos y la Unión Europea (donde los bienes de consumo circulan con una libertad que les es negada a los hombres y mujeres del llamado mundo en desarrollo), los presidentes de los países miembro y asociados del Mercosur firmaron ayer una contundente declaración condenando la xenofobia y defendiendo los derechos de los trabajadores migrantes.
De esta manera ratificaron la necesidad de avanzar gradualmente en la dirección de la conformación de “un espacio regional de libre circulación de las personas, seguro, respetando la legislación interna de los países receptores y en concordancia con el pleno ejercicio de los derechos de los migrantes y de sus familias, independientemente de su nacionalidad, condición migratoria, origen étnico, género, identidad o cualquier otra consideración discriminatoria”.
El jueves pasado ya la cancillería de Uruguay había salido al cruce de las declaraciones de Macri y resaltado las leyes argentinas en materia migratoria. Es precisamente con este mismo espíritu, que aboga por alcanzar una verdadera integración regional, que los presidentes de la región rubricaron ayer la creación del Estatuto de Ciudadanía del Mercour, que incluye la libre circulación de las personas, el derecho e igualdad en las condiciones de acceso al trabajo, a la salud y la educación, en un proceso que llevará varios años –podrían ser hasta diez– pero que seguirá un camino progresivo en relación con las prioridades que se vayan marcando y las problemáticas a resolver. “Este es un proyecto histórico de integración”, señaló Lula en su última cita internacional como presidente, y destacó que “es el mayor espacio democrático libre de los flagelos de la guerra y las carreras armamentistas”.
El mandatario brasileño fue elogiado por sus pares, quienes le reconocieron el papel preponderante que jugó junto al ex presidente Néstor Kirchner en la consolidación del Mercosur como un espacio en América Latina que mira hacia América Latina. El rotundo “no” que debió soportar en 2005 el ex presidente de los Estados Unidos George W. Bush a su pretensión de imponer el ALCA en la región sigue marcando el camino que comenzó a desandar el bloque en los últimos años. En su intervención en el plenario, el presidente uruguayo, José “Pepe” Mujica, reconoció precisamente el valor de un hombre como Lula para representar los intereses latinoamericanos en el mundo.
La presidenta Cristina Fernández y sus pares de Uruguay y Brasil reclamaron nuevamente por la pronta adhesión de Venezuela al bloque regional, trabada en el Senado de Paraguay, país que asumió ayer la presidencia pro tempore del Mercosur.
“En poco tiempo más vamos a celebrar los 20 años de la firma del Tratado de Asunción” que dio nacimiento al Mercosur, “este gran proyecto de integración político, económico y social de América del Sur”, destacó Lula, dejando en claro que la creación de la Patria Grande no puede lograrse cerrando puertas y dando la espalda a quienes más lo necesitan.

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