viernes, 24 de diciembre de 2010

Denunciarán penalmente a los que bloquearon las vías del Roca

Por Ramiro Barreiro y Florencia Halfon-Laksman
Para Tiempo Argentino
24 de diciembre de 2010

En la estación Avellaneda, trabajadores tercerizados de ese ferrocarril impidieron el paso de los trenes desde el mediodía. Según Schiavi, fueron a romper las vías. A la noche hubo disturbios y robos. La policía los dispersó.


Al menos 29 personas resultaron detenidas y 22 terminaron heridas –entre ellas una mujer embarazada y seis policías– en los incidentes que se produjeron en Constitución, a partir de la interrupción del servicio ferroviario. El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, anunció que “por orden de la presidenta” Cristina Kirchner, el gobierno presentará una denuncia penal contra los manifestantes que bloquearon las vías de la ex línea Roca.
Desde el mediodía y hasta las 20, trabajadores tercerizados del Roca, con el apoyo de militantes del Partido Obrero (PO) y de la Tendencia Piquetera Revolucionaria, realizaron una protesta en la estación bonaerense de Avellaneda, lo que implicó la paralización de los servicios Constitución-Quilmes y Constitución-Temperley. “Hicimos una protesta pacífica pero no tenemos nada que ver con lo que ocurrió en Constitución. Ahí había gente descontenta, pero los disturbios parecían armados”, dijo a Tiempo Argentino el dirigente del PO Marcelo Ramal.
Cerca de las seis de la tarde, en medio del descontento de miles de usuarios que esperaban desde hacía horas para poder viajar, un grupo de jóvenes con gorras, mochilas y torsos desnudos arrojó piedras y botellas contra la estación Constitución, provocó incendios, robó un local de ropa, destrozó otras vidrieras, rompió a patadas cabinas telefónicas y agredió a los policías que estaban dentro de la terminal. Entre los elementos secuestrados, la policía encontró un “amansalocos”, un palo de aluminio con un resorte para lastimar.
Según precisó Alberto Crescenti, titular del SAME, el servicio de emergencias atendió a siete personas en el lugar y trasladó a un hombre“muy grave, con traumatismo de cráneo y pérdida de conocimiento” que había recibido una golpiza, a una mujer de 55 años con “una crisis nerviosa” y a otras siete personas –la mayoría por intoxicación por gas pimienta–, todos distribuidos entre los hospitales Argerich, Penna y Rawson.
A media hora de comenzados los incidentes, la Guardia de Infantería llegó al lugar y lanzó líquido azul desde los carros hidrantes. Todos los efectivos estaban desarmados y había varios de civil. Al cierre de esta edición, cerca de 15 personas permanecían demoradas dentro de la estación y otros 14 detenidos habían sido trasladados a la comisaría 16ª. Además de los seis efectivos trasladados a centros de salud, tres policías más habrían permanecido heridos en la terminal.
Cerca de las 22 horas, los efectivos que participaron del operativo fueron felicitados por las autoridades. Se trató del primer accionar de las fuerza policial, luego de la asunción de Garré al frente del Ministerio de Seguridad. La situación se resolvió sin disparar un solo tiro. El trabajo consistió en dispersar a los manifestantes con el camión hidrante y realizar detenciones puntuales a los revoltosos.
Desde el mediodía, en Avellaneda, los trabajadores tercerizados del Roca protestaban por el “incumplimiento en la resolución del gobierno nacional de reincorporar a los despedidos y pase a planta permanente de los tercerizados”. El juez federal de Quilmes, Luis Armella, se acercó al corte de vías durante la tarde para interiorizarse de la situación y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, participó de una reunión de más de siete horas con los manifestantes, quienes solicitaron la incorporación inmediata de unas 60 personas, según fuentes de la cartera laboral. El ministerio propuso “abrir una mesa de negociación el 31 de diciembre para tratar caso por caso”. Tras la reunión, la asamblea de manifestantes decidió levantar la medida de fuerza y “continuar el plan de lucha el próximo martes”.
Desde la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE), que opera el tren Roca, informaron que la prestadora se veía “imposibilitada de prestar el diagrama normal” del servicio, por un corte de “un grupo de piqueteros”. Pasados los incidentes, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, confirmó que el tren tampoco funcionaría durante el resto del día “debido a la falta de seguridad sobre el estado de las vías” –se iba a reanudar esta madrugada– e informó sobre la presentación judicial contra los manifestantes: “Por orden de la presidenta, habrá una denuncia penal ante el Juzgado de Lomas de Zamora porque están dadas todas las condiciones para entender que han generado un mal contra el Estado”. El funcionario reclamó que el juez no haya actuado “con celeridad porque un servicio público no se puede interrumpir”. Las vías “fueron dañadas por esos actos vandálicos”, dijo Schiavi.
Al final del día, también habló el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, dijo: “No podemos dejar que sigan avanzando los los usurpadores de tierras, los usurpadores de libertad”. La lectura del diputado Remo Carlotto fue otra: “hubo una vuelta de rosca de la situación de parte de la conducción del Partido Obrero, que actuó con gran irresponsabilidad cortando las vías durante horas”.

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