martes, 21 de diciembre de 2010

Respaldo a los vecinos que quieren echar a los ocupantes

Por Christian Boyanovsky Bazán y Lucía Álvarez
Para Tiempo Argentino
21 de diciembre de 2010

Resolvieron una tregua de 24 horas. Un sector se reunió con funcionarios del Ministerio de Seguridad, y otro con el jefe de gobierno, que dijo tener “las manos atadas”, aunque los habría alentado a sostener la protesta frente al Albariño.


Los vecinos de Villa Lugano que protestan frente al ocupado Club Albariño resolvieron anoche dar una tregua de 24 horas, en atención al pedido de la ministra de Seguridad Nilda Garré, luego de mantener reuniones con los equipos de ese ministerio y con el jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, quien habría alentado a los vecinos a sostener la protesta, según declararon varios manifestantes a Tiempo Argentino.
Quien anunció el cuarto intermedio fue Ester “Niti” Iglesias, presidenta de la Asociación Civil Con Sentido Común, que se presentó ante este diario como “referente del peronismo disidente”. Lo hizo junto con el vicepresidente del Club Albariño, Héctor Escobar.
Reunidos en asamblea, unos 300 vecinos que viven cerca del predio que se mantiene ocupado desde la semana pasada, tomaron esta determinación tras escuchar la conferencia de prensa en que Garré dijo que era “cuestión de horas” lograr un desalojo pacífico por medio de la negociación, tal como había ordenado el juez federal Daniel Rafecas el día posterior a la toma. Luego de una discusión dividida entre “duros” y “negociadores”, los vecinos resolvieron levantar los cortes sobre la Autopista Dellepiane y anunciaron que se concentrarán hoy a las 18, frente al club.
Por su parte, Mauricio Macri reiteró su pedido público al gobierno nacional para que “desaloje el Club Albariño y todos los predios que están tomados en la Argentina”, mientras que a los vecinos les aseguró, en privado, que tiene “las manos atadas”. Así lo relató a Tiempo Gabriela Cavallo, una de las asambleístas que se manifiestan frente al club. “El pobre tipo nos da el apoyo, dice que tiene las manos atadas, que nos apoya en la lucha”. Mabel Nuño, otra de las participantes de la reunión con Macri, agregó: “Nos apoyó en la manifestación pacífica. Dijo que está al tanto de todo, de cómo crecen las tomas y se desvalorizan las propiedades.” El mismo relato repitieron otros que quieren a los ocupantes fuera: “Nos dijo que continuemos manifestando públicamente pero que nos cuidemos, que no nos expongamos”, afirmó otra vecina.
Curiosamente, la mayor preocupación no parece ser que se generen posibles incidentes, sino la expansión de las villas. “Miedo es que estos tipos se queden en el club”, dijeron unos, y otros agregaron el “miedo a que construyan (los ocupantes)”. Sin embargo, mencionaron la necesidad de “controlar a los pibes”, en referencia a los agitadores que generaron los desmanes registrados durante la semana pasada y anteayer. En las últimas horas, el gobierno nacional aludió a esos episodios como un escenario “montado” por sectores políticos opositores. Por la mañana, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó que el conflicto estaba “siendo incentivado, motivado y desarrollado” por “el diario Clarín” y “el canal de cable Todo Noticias (TN)”, que –a su criterio– muestran el hecho “amplificado como si fuera la Segunda Guerra Mundial”. En la conferencia de prensa de ayer a la tarde (ver p. 3), la ministra Garré continuó en esa línea, al sostener que “el direccionamiento de la información tiene objetivos que poco tienen que ver con el objetivo final, que es recuperar el terreno”.
Por su parte, el abogado Marcelo Pivato, uno de los que se reunió con los funcionarios del Ministerio de Seguridad, afirmó que la “tregua” no se extenderá. “No vamos a quemar gomas, que vean que somos civilizados, les vamos a dar horas y no días”, dijo.

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