La seguridad se preserva en el marco de la Constitución y la ley

Por V. M.
Para Tiempo Argentino
21 de diciembre de 2010

La presidenta puso en marcha el Operativo Centinela en el partido de La Matanza. Pidió evitar falsos debates sobre el delito. “Pretender que la pobreza es causa de la delincuencia es no entender que existe el crimen organizado”, afirmó.


Bajo el sol agobiante del mediodía y en el partido más populoso del Conurbano Bonaerense. La presidenta Cristina Fernández eligió ese escenario para anunciar una de las primeras medidas desde que el rol de las fuerzas policiales y la política de seguridad quedaron al tope de la agenda oficial: la incorporación de 6000 gendarmes para reforzar las tareas de prevención en la provincia de Buenos Aires. La presentación del denominado Operativo Centinela que se pondrá formalmente en marcha a partir del 1 de enero en el Conurbano Bonaerense fue el marco que la presidenta también eligió para puntualizar los ejes de la política de seguridad del gobierno. “Pretender que la inequidad social o la pobreza es la causa de la delincuencia es no entender que también existe el crimen organizado, el delito organizado, que muchas veces pivotea sobre las necesidades de la gente”, puntualizó. La flamante ministra de Seguridad, Nilda Garré; su colega del Ministerio del Interior, Florencio Randazzo; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, la escuchaban con atención en las primeras filas del palco de un gran escenario montado en el campo de la Escuela de Oficiales de la Gendarmería Nacional, en La Matanza. Ante los funcionarios y los miles de gendarmes que comenzarán a trabajar en las zonas del Conurbano más castigadas por el delito, la mandataria insistió: “Considero el derecho a la seguridad un derecho de todos los ciudadanos, pero también sé que la seguridad se preserva en el marco de la Constitución y las leyes.”
El envío de gendarmes se enmarca en la política de colaboración con el principal distrito del país en materia de seguridad, que el gobierno mantiene desde 2004. En esta oportunidad, además de los 6000 efectivos de Gendarmería, la Casa Rosada anunció el aporte de 443 vehículos con una inversión extra en equipamiento de 150 millones de pesos. El plan contempla también “más prevención y operativos sorpresa”, según detalló Scioli al término del acto.
La instrumentación final del Operativo Centinela comenzará a ver la luz hoy cuando Garré se reúna en el edificio central de la Gendarmería con el titular de la fuerza, Héctor Schenone; el jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi; y el ministro de Seguridad provincial, Ricardo Casal.
En La Matanza, Cristina también hizo una elíptica alusión a las ocupaciones de terrenos que tuvieron en la toma del Parque Indoamericano, en Villa Soldati, una suerte de caso testigo mediático, e insistió con el reclamo al Poder Judicial para hacer más efectiva, desde el poder civil, la pelea contra la delincuencia. En varios de los párrafos del discurso que se transmitió por cadena nacional la presidenta fue explícita con ese reclamo: “El aparato judicial debe ser consecuente y tomar las medidas necesarias”, juzgó.
Además de fustigar “las falsas contradicciones y los falsos debates” sobre cómo enfrentar el problema de la inseguridad, la presidenta pidió “colaboración” de los jueces. “Resulta casi inexplicable que las cámaras de televisión de todos los canales exhiban con minuciosidad caras, personas que agreden, que tiran piedras, que enfrentan a la Policía, a la Gendarmería; y que, sin embargo, no tengamos detenidos ni órdenes de captura sobre ninguno de ellos”, advirtió.
La presidenta subrayó que el pedido del gobierno apunta a que “cada uno cumpla su función”. “Esto no es ser garantista ni mano dura, esto es ser criterioso y lógico”, subrayó. Sin puntualizar sobre ninguno de los casos que en la última semana obligaron a una negociación de urgencia con el gobierno de Mauricio Macri y también empujaron los cambios en el diseño ministerial, la presidenta pidió a la ciudadanía, y especialmente “a los que aún no se pudo llegar pese al inmenso crecimiento de estos años”, utilizar “otros métodos para hacer valer sus derechos”. Y destacó que el objetivo es evitar que los criminales organizados utilicen “de escudo humano a los que todavía no han logrado una vida digna”.