miércoles, 29 de junio de 2011

Destinarán 2500 gendarmes y prefectos a barrios del sur porteño

Tiempo Argentino
29 de junio de 2011

Por Martín Piqué y Néstor Espósito

“El que prometa que va a erradicar definitivamente la inseguridad está mintiendo”, dijo la presidenta al presentar un paquetes de medidas para combatir el delito. Los policías de esas zonas reforzarán los límites con el Conurbano.


La presidenta Cristina Fernández anunció ayer una serie de iniciativas contra la inseguridad que incluye la medida más transformadora en materia de combate al delito desde que el kirchnerismo llegó al gobierno, en mayo de 2003. A través del Operativo Cinturón del Sur, la presidenta decidió que los efectivos de la Policía Federal dejarán de hacer tareas “de calle” en los barrios porteños de La Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya, Bajo Flores, Villa Soldati y Villa Lugano para ser remplazados por miembros de la Prefectura y la Gendarmería. El remplazo significará además mayor presencia en el territorio. A partir del lunes 4 de julio, los 1000 policías federales que cumplían con esa función en las comisarías 24ª, 30ª, 32ª, 34ª, 36ª y 52ª serán remplazados por 2500 uniformados de la Prefectura y la Gendarmería. En esa zona del sur de la Ciudad sólo permanecerán 300 policías para labores administrativas, judiciales, bomberos y custodia de los detenidos, mientras que los 1000 efectivos de la Federal serán reasignados a otras zonas de la Capital Federal.
“Esta es una clara apuesta para recuperar la confianza perdida de la sociedad en las fuerzas de seguridad. El que prometa que va a erradicar definitvamente la inseguridad está mintiendo”, subrayó Cristina desde el Salón de las Mujeres del Bicentenario. Además, recordó que con las medidas acordadas con las entidades crediticias, las salideras bancarias se redujeron en un 80%. “Es fundamental articular fuerzas para dar respuesta a esta demanda”, dijo.
La presidenta estuvo acompañada por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el secretario de legal y técnica, Carlos Zannini, y los ministros Nilda Garré (Seguridad), Julio Alak (Justicia), Florencio Randazzo (Interior) y Carlos Tomada (Trabajo). En primera fila, tras ingresar casi sobre el inicio del acto, se sentó el candidato a jefe de gobierno, Daniel Filmus. Junto con él aparecieron el primer candidato a legislador porteño, Juan Cabandié, y el senador nacional por Río Negro, Miguel Pichetto.
En el acto también se informó sobre la compra de nuevos equipos de detección de metales, explosivos y drogas –scanners de última generación– que se instalarán en las 35 cárceles del Servicio Penitenciario Federal (SPF) del país. Esos scanners, en combinación con perros entrenados en la detección de drogas, evitarán el ingreso de los teléfonos celulares que suelen utilizarse para los llamados “secuestros virtuales”. La mandataria adelantó además que la Nación ya convocó a una licitación para construir el penal federal Agote en la ciudad de Mercedes, lo que permitirá demoler la cárcel de Villa Devoto (ver aparte). Antes de hacer los anuncios, Cristina salió de la Casa Rosada junto a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, para supervisar el nuevo equipamiento, en su mayoría proveniente de Israel. En la recorrida por la explanada de la Avenida Rivadavia estuvieron los jefes de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el SPF.
Cristina se tomó un tiempo para referirse al aspecto más fuerte del paquete de medidas, el Operativo Cinturón del Sur. “Se pone en marcha un nuevo proceso de unidad, por eso es fundamental articular fuerzas, y esperamos poder dar respuestas a una demanda en la que estamos trabajando. La gente debe tener confianza en el policía, el gendarme y el prefecto”, puntualizó. En el auditorio se veían altos oficiales de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura, todos con sus uniformes de gala y las distinciones de su rango. Según pudo saber Tiempo Argentino, los 2500 los gendarmes y prefectos que harán tareas de calle en el sur de la Ciudad serán dirigidos por un centro de comando y control del Ministerio de Seguridad que estará a cargo del subsecretario de Delitos Complejos de la cartera, Miguel Robles.
Ese centro de comando funcionará con un equipo de especialistas, algunos de ellos provenientes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Los 2500 efectivos serán repartidos en partes iguales: 1250 prefectos irán a La Boca, Barracas y Parque Patricios, mientras que 1250 gendarmes harán lo mismo en Pompeya, Bajo Flores, Villa Soldati y Villa Lugano. En el gobierno anoche circulaba una lectura llena de expectativa, aunque no exenta de nerviosismo, sobre lo que significaba la medida. No es casual que en zonas como Bajo Flores y Villa Soldati sigan en funcionamiento redes de comercialización y transporte de drogas. En Bajo Flores, por caso, supo construir su imperio el narco peruano Marcos Antonio Estrada González, detenido hace tres años, a quien se le atribuye seguir controlando todo desde la cárcel.

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