domingo, 26 de junio de 2011

El misterio reinó hasta el final

Tiempo Argentino
26 de junio de 2011

Por Gimena Fuertes

Las referencias a la reestructuración de la deuda y la estatización de las AFJP despertaron la reacción de todos los presentes. “¡Es Boudou!”, repetían como si fuera una revelación.


Mientras afuera de la Quinta de Olivos las organizaciones kirchneristas como la Cámpora y el Movimiento Evita le peleaban la tarde al frío, sus dirigentes iban entrando a la residencia de Olivos, y sentándose entre diputados, senadores, intendentes, secretarios de Estado y artistas. El misterio era absoluto. El secretario de Comunicación Juan Manuel Abal Medina, el secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini y el gobernador Sergio Urribarri eran los más cotizados en las apuestas improvisadas. “¿Vos sabés quién es?”, se preguntaban unos a otros. “Para mí que es Abal”, decían unos. “Zannini”, respondían otros. “No, no. Es Urribarri”, retrucaban.
Todos se fueron acomodando en las sillas. En primera fila estaba Hebe de Bonafini, a su lado Gabriel Mariotto, flamante compañero de fórmula de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. También estaban Estela Carlotto, el candidato a jefe de gobierno porteño Daniel Filmus. Hugo Moyano, Julio Piumato y Omar Viviani entraron por la puerta de invitados poco antes del comienzo. Facundo Moyano entró por la puerta principal, luego de los ministros. Los dirigentes de La Cámpora, Eduardo De Pedro (cuyo nombre también resonó por unos instantes para vice), Mariano Recalde, José Ottavis y Andrés Larroque llegaron todos juntos.
También ingresaron en grupo los ministros provinciales Mario Oporto y Cristina Álvarez Rodríguez, ex candidatos a vice de Scioli, quienes minutos antes del acto habían mantenido una reunión con el gobernador, en señal de unidad en la provincia.
Los gobernadores se ubicaron a la izquierda de Cristina Fernández y los ministros la flanquearon por la derecha. Ella entró radiante. Estaba contenta, dicharachera y hasta se dio el gusto de bromear sobre el golpe que se dio el martes tras el anuncio de ir por la reelección. Apenas comenzó su discurso, el viento sur golpeó la puerta de atrás y ella no evitó la referencia. “Es él”, dijo y despertó los aplausos. Máximo y Florencia Kirchner escuchaban desde un costado.
Las referencias a la reestructuración de la deuda y la estatización de las AFJP despertaron los susurros de los presentes. “¡Es Boudou!”, repetían como una revelación. Después, todo fue euforia. A los primeros que abrazó el ministro fue a Abal Medina y a Urribarri, los otros candidatos, luego siguió con los saludos al resto de sus compañeros de gabinete.
Al finalizar, Hebe salió emponchada al jardín. “Lo quiero mucho, es un tipo genial, es joven y sabe, y se va a ocupar bien de todo. Y también estoy muy contenta con lo de Marriotto”, dijo. Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, estaba contento con la elección, y auguró “una campaña militante, con la gente en la calle”. El diputado Edgardo Depetri destacó que “Boudou fue, junto con Néstor y Cristina, quien recuperó el trabajo, el salario y la producción”. Para el secretario de Cultura Jorge Coscia, quien militó la candidatura del ministro en la Ciudad, la elección de Cristina fue “excelente porque es un hombre de convicciones”. Juan Cabandié, primer candidato a legislador porteño aseguró que el ministro va a aportar “lealtad al proyecto porque no menguó ante ninguna afrenta, como la de Gerardo Morales en el Senado, siempre fue para adelante”. Afuera de la residencia, el frío aumentaba y los militantes caminaban por las calles de Olivos cantando la marcha peronista.

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