domingo, 26 de junio de 2011

La fórmula es Cristina-Boudou

Tiempo Argentino
26 de junio de 2011

Por Martín Piqué

La mandataria, en un gesto de reconocimiento, premió al hombre que sostuvo una de las medidas más importantes de su mandato: la estatización de los fondos de las AFJP. Conmocionado, el titular de Hacienda fue colmado de elogios.


Cristina premió. En la elección de su compañero de fórmula, al elegir a Amado Boudou, hizo un enorme gesto de reconocimiento. Valoró la medida más importante de su mandato, el pase al Estado de la administración de los fondos de las AFJP. Y también fue fiel a la memoria de su esposo, porque Néstor Kirchner, en una reunión hermética pedida a regañadientes por el entonces jefe de Gabinete, Sergio Massa, lo había felicitado a Boudou con palabras difíciles de olvidar. “Te felicito, pibe, hoy te recibiste de dirigente”, fue la frase que lanzó Kirchner tras escuchar la exposición de Boudou sobre la necesidad –y la factibilidad– de recuperar los aportes previsionales que estaban en manos de los bancos. Ayer, desde la sala de convenciones de la Quinta de Olivos, la presidenta hizo honor a esa decisión. “Yo necesito al lado mío a alguien que no les tenga miedo a las corporaciones”, aseguró. Estaba hablando de Boudou.
El propio ministro de Economía recibió los elogios con la cara enrojecida por la emoción, al borde del llanto. Se había enterado de que sería el acompañante de Cristina una hora antes del acto, a las 18:15. Al mediodía, al compartir un almuerzo con el titular de la ANSES, Diego Bossio, había bromeado sobre el tema. No tenía ninguna pista. Sin embargo, la decisión de ubicar a su número 2, Roberto Feletti, en el primer lugar de la lista de diputados nacionales por la Capital –cargo para el que había sonado el nombre de Boudou– había llamado la atención de sus colaboradores. Una hora después de recibir la noticia directamente de la presidenta, cuando escuchó que Cristina anunciaba su nombre desde el atril de Olivos, el ministro lagrimeó un poquito. Enseguida le llovieron los abrazos, las palmadas. Era el candidato a vice.
“Además de confiar en las cualidades personales de Amado, lo he valorado porque lo importante no es haber pensado siempre y haber tenido la misma orientación toda la vida. Lo importante es saber cambiar cuando el mundo cambia”, elogió Cristina y así recogió el guante de los recelos silenciosos que, incluso dentro del oficialismo, genera el pasado de Boudou. Se sabe que el ministro es un cuadro económico formado en el CEMA, el think tank fundado en 1978 y desde entonces asociado al neoliberalismo. Sonriente, con tono didáctico, Cristina se encargó de subrayar la autoría de Boudou en el proyecto que permitió financiar la Asignación Universal por Hijo. “Durante mi gestión, la medida más importante fue la de recuperar la administración de los recursos que tenían las AFJP y la persona que vino a proponerme en aquel momento de crisis, a decirme que el mundo había cambiado y que teníamos que adoptar una medida, fue Amado Boudou”, recordó.
El anuncio convirtió al ministro de Economía en el centro de las miradas. Desde el auditorio, donde se habían mezclado intendentes, legisladores, funcionarios, intelectuales, dirigentes sociales y personalidades de la farándula como Pablo Echarri, Katja Alemann, Nancy Duplaá, Gastón Pauls, Anabel Cherubito y Andrea del Boca, se escucharon algunos gritos. Cristina explicó cuáles eran las cualidades de su compañero de fórmula. “Una es la lealtad, que no es una lealtad personal sin contenido sino la identificación del proyecto colectivo. Y la otra es la valentía que hay que tener para ejercer esa lealtad”, enumeró entre aplausos. Entre los más entusiasmados con la elección de Boudou estaban quienes lo habían acompañado en la puja por la candidatura a jefe de gobierno: Feletti, Julio Piumato –como toda la CGT–, algunos miembros de Carta Abierta.
Tras informar que el ministro de Economía era su elegido, Cristina dedicó su discurso a dar algunas pistas de lo que vendrá si gana las elecciones. Entonces, deslizó una definición que permitía entender cómo será la división de roles entre el titular del Ejecutivo –ella misma– y su segundo a partir del 10 de diciembre. “Es un importante replanteo de los roles en el país. Estamos en un sistema presidencialista pero el vice integra parte de ese Ejecutivo y preside el Senado. El Parlamento debe tener hombres que conozcan cómo funciona este modelo”, aseguró. Hace dos días, en un diálogo con Tiempo Argentino, un miembro del círculo de máxima confianza del kirchnerismo adelantaba cuál será el perfil de la relación entre Cristina y su número dos. “Cristina va a asumir responsabilidades en el mundo, para defender los intereses de la Argentina. Por eso necesitamos un vice que esté en condiciones de seguir el día a día de la gestión”, deslizó.
Anoche, casi dos horas después del anuncio, Boudou permanecía en la Quinta de Olivos: la presidenta lo había invitado a conversar en privado. Cristina estaba de muy buen humor. En el acto se había mostrado histriónica, desenvuelta como nunca: había contado el incidente del golpe en la frente del Instituto Leloir. Dijo que en el Sanatorio Otamendi le habían dado tres puntos, que se había hecho un peinado hacia el costado para tapar la marca. “Cuando tenía la cola al aire para que me pusieran una inyección luego del golpe, la enfermera, mientras colocaba la aguja, me preguntó: ‘¿Ya sabe quien va a ser su vice?’ Le contesté que sí. ‘Está segura?’, me dijo entonces. ‘Sí, estoy segura’”, le contesté yo. El auditorio festejó con risas.
Después de la charla con Cristina, el flamante candidato a vice se fue a festejar al restaurante Happening, en Costanera Norte con su familia y sus colaboradores.

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