jueves, 9 de diciembre de 2010

A diferencia de los ’90, la misión del FMI llegó al país sin pena ni gloria

Por Equipo de Economía
Tiempo Argentino, 9 de diciembre de 2010

El gobierno decidió no darle entidad política a la delegación del Fondo, cuyo objetivo es asesorar al Indec en la confección de un nuevo índice de precios de alcance nacional. Permanecerá 15 días en el país y hoy comienza su trabajo.

Ayer arribó al país la delegación técnica del Fondo Monetario Internacional que asesorará al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en la elaboración de un índice de precios de carácter federal.
Ningún funcionario fue a recibirlos a Ezeiza. A diferencia de los años noventa, cuando las autoridades nacionales hacían de la llegada de una misión del FMI una cuestión de Estado, esta vez no hubo alfombra roja.
La causa es una decisión puramente nacional. La delegación técnica, que viene a realizar un asesoramiento, no reviste ningún carácter político, no lo tiene. Así lo pidió la Argentina y así lo aceptó el FMI, no obstante lo cual, desde el establishment económico y de los medios de comunicación surgieron voces en los últimos días reclamando un tratamiento diferencial y criticando al gobierno por su decisión, que es la de no darle estatus político. De allí se desprende el tratamiento protocolar que se le debe dispensar.
Lejanas están las épocas en que gobiernos de corte netamente neoliberal debían “consultar” con el Fondo la política impositiva, por caso una modificación en el IVA, o el nivel de los salarios de los trabajadores del país.
En el Fondo han captado el nuevo escenario político, porque sus funcionarios, desde los directivos en Washington hasta los que desde ayer se encuentran en Buenos Aires, han cultivado el “bajo perfil” en el sentido de que han aceptado las reglas de juego que impuso la Argentina.
La misión, de seis miembros, es encabezada por Robert Rennhack –subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental a cargo del Cono Sur (Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay)–, a quien acompañan dos funcionarios de ese departamento y tres del Departamento de Estadísticas.
Rennhack, un funcionario que desde hace años sigue las cuentas de los países latinoamericanos en el FMI, ha recibido precisas instrucciones de la dirección del organismo acerca de cuál será el alcance de su trabajo, las que fueron expresadas días atrás por la directora del Departamento de Relaciones Externas del Fondo, Caroline Atkinson, quien señaló que la misión responde a un pedido formulado por el gobierno argentino y que “no está encuadrada en la revisión del Artículo 4” del estatuto del Fondo, de cuyos alcances la Argentina está exenta por haber saldado toda su deuda en 2005.
Durante su estadía en la Argentina, los especialistas mantendrán encuentros con “usuarios” de las estadísticas, como empresarios, consultores y académicos, y con funcionarios de alto rango y personal del Indec.
Según un alta fuente del gobierno, la confección del nuevo IPC a nivel nacional demandará, al menos, dos años de trabajo. La labor arrancará hoy, cuando la delegación del FMI sea recibida en el Indec por la directora, Ana María Edwin, y el director técnico, Norberto Itzcovich.
Itzcovich le dijo a Tiempo Argentino que se viene trabajando con el FMI desde hace tres años y que el nuevo IPC nacional no remplazará al actual, que mide la evolución de los precios en Capital Federal y Gran Buenos Aires, y que se emplea en el ajuste de los títulos públicos.
La Argentina que consultaba al FMI si sus habitantes podían vivir dignamente quedó atrás. Es el camino que se debe seguir para profundizar el modelo que enfatiza la producción, el salario y el empleo.

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