Tiempo Argentino
1 de junio de 2011
Por Felipe Yapur
El gobernador electo, Martín Buzzi, explora el terreno para un acuerdo con el kirchnerismo. Carlos Eliceche advierte que cualquier entendimiento debe incluir el respaldo a una eventual candidatura de Cristina Fernández.
En la noche del domingo ya se notó la diferencia que había entre el exaltado gobernador de Chubut, Mario Das Neves y el triunfante Martín Buzzi. Mientras el primero despotricaba contra el gobierno nacional, el gobernador electo fue más que cauto. Y no es para menos, Buzzi no sólo asumirá en diciembre con su partido, PJ Modelo Chubut, en franca minoría a nivel legislativo sino que también con un PJ Federal prácticamente extinguido.
En ese sentido, la dupla ganadora, por apenas 384 votos, ya emitió leves señales de concordia con el kirchnerismo. Resta esperar cuál será la posición que Buzzi asumirá ante un escenario de reelección de la presidenta Cristina Fernández.
El “ganamos carajo”, aquella afirmación estentórea que emitió un desencajado Das Neves, fue una expresión clásica de toda victoria pírrica. A su lado se encontraban Buzzi y su vicegobernador Gustavo Mac Carthy mucho más calmos, mucho más cuidadosos a la hora de emitir definiciones.
De hecho, el propio Buzzi no tardó en decir que dialogará con todas las fuerzas políticas. Un mensaje directo para el Frente para la Victoria que controlará la Legislatura a partir del 10 de diciembre. Es más, el flamante mandatario electo se apresuró a anunciar que junto a los dirigentes kirchneristas buscará definir cuál será la posición frente a las internas abiertas del 14 de agosto. “Hay que construir consensos necesarios para darle gobernabilidad a la provincia. Se abre una etapa distinta a la anterior”, fue la frase elegida por Buzzi para enviarles un mensaje conciliador al kirchnerismo.
Los dirigentes del FPV, a los que todavía les duele la herida de la derrota, reaccionaron rápido. Le transmitieron a Buzzi que todo acuerdo está atado al cumplimiento de una condición excluyente: para cualquier trabajo en conjunto, es preciso un respaldo concreto a la reelección de Cristina Fernández.
El gobernador electo es consciente de la debilidad en la que se encuentra. No sólo la falta de control de la Legislatura lo complica, tampoco lo ayuda el tener cuatro de las seis intendencias importantes bajo la conducción del FPV. A eso se le suma el reconocimiento que hizo Das Neves de la desaparición del PJ Federal como armado político donde respaldarse. “El Peronismo Federal no existe más. No están (Carlos) Reutemann, (Felipe) Solá, (Francisco) De Narváez. Cada uno agarró un camino individual o algunos han dejado de estar. Darle vida a un muerto es muy difícil”, se confesó el ex aspirante a una candidatura presidencial por ese sector político. “El escenario que me imaginé hace dos años, la posibilidad de trabajar un escenario de alternativa se fue diluyendo”, agregó Das Neves para desgracia de Buzzi que siente que su triunfo es demasiado débil y tiene una larga transición por delante.
Por ahora, el ex candidato del FPV, Carlos Eliceche no habla, medita la posibilidad de ser candidato a diputado nacional en los comicios de octubre. Si quiere seguir siendo el referente kirchnerista, necesita un espacio de poder para sostener su liderazgo luego de haber perdido también la intendencia de Puerto Madryn. En el horizonte del FPV chubutense asoma con fuerza la figura del triunfante intendente de Comodoro Rivadavia, Néstor Di Pierro, quien ganó su distrito de manera holgada.
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