viernes, 3 de junio de 2011

“La decisión final está reservada para la Corte”

Tiempo Argentino
3 de junio de 2011

Por Néstor Espósito Periodista de Tiempo Argentino.

Cualquiera hubiera sido la decisión de la Cámara Nacional de Casación Penal, el resultado –en el sentido práctico de la interpretación– habría sido similar: que resuelva la Corte.
La decisión que adoptaron ayer los jueces Guillermo Yacobucci, Luis García y Raúl Madueño ofrece, como todo punto de vista, un vaso medio lleno o medio vacío, según cómo se lo mire. Por lo pronto, ratifica la vigencia de la Ley 26.549, que en 2009 consagró la extracción compulsiva de mínimas muestras de sangre, saliva, piel, cabello u otras secreciones biológicas para defender a rajatabla el derecho a la identidad. No sólo de los hijos de desaparecidos, sino también de sus abuelas, que tienen un agujero en sus vidas desde hace 35 años.
Pero el tribunal avanzó sin que se lo pidieran en una delimitación temporal de ese derecho a la verdad. Con un argumento más de sentido común que de Derechos Humanos, consideró que para las fechas en que Marcela y Felipe fueron anotados como “Noble Herrera” ya habían nacido. Entonces restringió la comparación de sus ADN con los de familiares de desaparecidos previos al 13 de mayo y 7 de julio de 1976. Tomar como válidas esas fechas recogidas de expedientes de adopción fuertemente sospechados de ser ideológicamente falsos parece un convite a la crítica. Y a la apelación, para que todo lo termine de resolver la Corte. No hay antecedentes de decisiones de tal naturaleza temporal. Tal vez (sólo tal vez) el tribunal esté intentando fijar criterios sobre cómo buscar a los hijos de desaparecidos de ahora en más
De la lectura del fallo se desprende y se confirma lo previsible: que la extracción no se hará en lo inmediato, y que la decisión final en un caso de tamaña significación está reservada a la cabeza del Poder Judicial. Una Corte que hasta ahora no ha tenido oportunidad de pronunciarse sobre la extracción directa, con o sin consentimiento de los bebés apropiados.
La Casación adoptó ayer un fallo con vocación salomónica que, a la luz de los efectos concretos, no es la decisión más importante. En los próximos días, cuando estén presentadas las apelaciones, deberá resolver si concede o deniega el “recurso extraordinario”. Si lo concediera (todo parece indicar que así será), entonces habrá que armarse de paciencia y esperar a la Corte. Pero si lo rechazara y forzara a las partes a recurrir mediante una “queja”, la jueza Arroyo Salgado podría obtener las muestras genéticas al día siguiente. Por lo pronto, y a menos que la Corte –que sostiene que las causas por violaciones a los Derechos Humanos son una “cuestión de Estado”– diga lo contrario, la extracción compulsiva para determinar la identidad de víctimas de la dictadura vale. Sólo resta ponerle respuesta al cuándo.

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