miércoles, 12 de enero de 2011

El avión salió de Buenos Aires sin carga, según documentación oficial

Por Juan Alonso
Tiempo Argentino
12 de enero de 2011

Los organismos de control del Estado determinaron que la aeronave de Medical Jet, secuestrada por la Guardia Civil Española, estaba vacía cuando partió de Ezeiza el pasado 1° de enero a las 20:44. El informe de Europol.


El avión Challenger 604, matrícula N600AM, de la empresa Medical Jet, propiedad de los hermanos Gustavo Adolfo Juliá, de 48 años, y su hermano Eduardo Juliá Noceti, de 50 años, salió de la Argentina con Matías Miret, de 37 años, como copiloto a las 20:44 del 1 de enero desde Ezeiza rumbo a las islas de Cabo Verde, en Africa, sin carga en la bodega. Así lo prueba un documento oficial al que accedió en forma exclusiva Tiempo Argentino. El formulario de “Declaración General” tiene los sellos de la Aduana, de Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y de Migraciones con la misma fecha de partida desde Buenos Aires. La información está siendo investigada por el juez en lo Penal Económico, Alejandro Catania, luego de la denuncia penal que realizó la PSA el 10 de enero. A ese documento se le suma otro de un organismo público. El mismo dato certificó la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en un formulario de “Movimiento de Matrícula” que también forma parte del expediente a cargo del juez Catania.
Es decir: todos los organismos de control del Estado determinaron que el avión de la empresa Medical Jet que fue secuestrado por la Guardia Civil española alrededor de las 15 del 2 de enero en Barcelona con 944 kilos de cocaína de máxima pureza salió de la Argentina vacío.
A raíz de esta información, la justicia española está analizando las posibles rutas del avión que partió de Buenos Aires a Cabo Verde. Los investigadores –que están siendo asistidos por la Policía Federal Argentina y EUROPOL- investigan una presunta escala en Marruecos u otro punto limítrofe con España, porque el avión al mando de Eduardo Juliá Noceti y Matías Miret tardó tres horas más de lo normal para llegar a Barcelona: debía llegar al mediodía del 2 de enero y, según los informes de la Guardia Civil, recién arribó entre las 14.30 y las 15 de ese mismo día.
Todo indica que el viaje de los Juliá tuvo cierta logística interna. Eduardo salió del país el pasado 13 de diciembre en el vuelo de Iberia 6844 hacia España, y regresó cuatro días después, el 17, por la misma compañía en el vuelo 6843.
Pero lo más llamativo para los investigadores son los movimientos de Gustavo Juliá, al igual que su hermano, hijo del ex jefe de la Fuerza Aérea durante la gestión de Carlos Menem, José Juliá. El titular de Medical Jet viajó Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, en abril del año pasado. Luego completó viajes a Estados Unidos y partió el 8 de diciembre de 2010, en el vuelo 1160 de Aerolíneas Argentinas con destino a Barcelona. Regresó al país el 11 y viajó de nuevo el 13, esta vez, por Iberia, volviendo el mismo 17 con su hermano mayor, quien fue echado de la Fuerza Aérea en dos oportunidades: la primera por copiarse en un examen, y la segunda por “un faltante” en el Casino de Oficiales. Las dos veces le salvó la carrera su padre brigadier, fallecido en 2005. Uno de los últimos informes de EUROPOL destacó la importancia de Cabo Verde para los cárteles de drogas internacionales. “Se han identificado tres principales rutas marítimas en dirección a Europa: la ruta del Norte, con origen en el Caribe discurre a través de las Azores en dirección a Portugal y España; la ruta central, desde América del Sur a través de Cabo Verde o Madeira y las Islas Canarias hacia Europa, y más recientemente la ruta africana, que va desde América del Sur hacia África Occidental y desde aquí a Portugal y España”, afirma el documento de inteligencia de la policía europea.
La idea de que el secuestro de los 944 kilos de cocaína en Barcelona se trató de una especie de “entrega controlada” por la DEA estadounidense, se debilita con un informe reservado de la Aduana Argentina del 7 de enero. Allí consta que “en relación a los detenidos (Matías Miret y los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá), consultadas la base de datos de la DEA, no se pudieron encontrar antecedentes relacionados con el narcotráfico”.
Quizá para poder revelar el comienzo de esta saga de estafadores y nuevos ricos, haya que remontarse al viaje de los Juliá a Bolivia, el 16 de abril de 2010. Entonces, Gustavo –el ex gerente económico-financiero del PAMI duhaldista-, echado por Néstor Kirchner en 2003, compartió el vuelo con Daniel Rogelio Amitrano y John Wilson Díaz Vélez, a quien fuentes judiciales señalan como presuntos referentes del Cártel de Sinaloa. En ese mismo vuelo iban Matías Miret, hijo del ex secretario de Planeamiento de la dictadura, Eduardo Juliá; y Carlos Gustavo Luaces; mano derecha de Gustavo. Todos ellos, compartieron viajes a Bolivia, Brasil, España y Estados Unidos, el país en donde adquieron el avión, propiedad de la compañía South Aviation Inc.

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