Tiempo Argentino
25 de enero de 2011
Por Secretario General de la CTA y seccional Misiones.
Al negocio de la yerba lo controlan seis grandes empresas en todo el país, que tienen un monopolio absoluto. Desde el menemismo, la cosecha la hacen contratistas de estos grandes grupos. Es decir, hoy la industria yerbatera vive de la explotación del obrero que hacen los tercerizados. La mayoría de las plantaciones emplean menores y hasta niños, al igual de lo que sucede en Mendoza con la cosecha del ajo.
Con esta falta de control, pierden los pequeños productores y los trabajadores. Mientras ganan los contratistas y los industriales.
En este escenario, lo peor es que la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), nunca defiende a los trabajadores y fue cómplice de los abusos en todo este tiempo.
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