Tiempo Argentino
24 de enero de 2011
Por Nicolás Furfaro
No se cumplió con el cese de comercialización de cereales y oleaginosas. En 15 días se decidirán los pasos a seguir. Además, la Bolsa de Cereales porteña informó que la campaña triguera 2010-2011 registrará un nuevo récord.
El lockout patronal establecido por la Mesa de Enlace terminó ayer, después de una semana en la que primó la confusión. El cese de comercialización no fue tal y los reclamos de la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural (SRA) chocaron con uno de los principales debates que se dan al interior de las entidades: el papel que debe jugar el Estado. Además, la Bolsa de Cereales porteña informó que la campaña triguera 2010-2011 marcará un nuevo récord de productividad.
A pesar de los problemas de la última semana, el titular de Confederaciones Rurales Argentinas, Mario Llambías, aseguró que se “terminó el cese de comercialización, pero no la protesta” y que si el gobierno no responde, en 15 días se volverán a juntar en una gran asamblea. Sin embargo, el saldo del lockout es negativo.
La información sobre el cierre de la campaña triguera 2010-2011 evidencia que la fuerte recuperación del sector no coincide con las afirmaciones apocalípticas de los ruralistas.
El Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales Porteña aseguró que se logrará un nuevo récord luego de la crisis de 2009, y habrá una productividad de 3450 kilos por hectárea. Además, la producción final alcanzará las 15 millones de toneladas.
Las entidades rurales también vieron desestimada la que supuestamente era su principal medida de fuerza: el cese de comercialización de cereales y oleaginosas. Como infomó Tiempo Argentino, entre el lunes 17 de enero, el primer día de la medida, y el viernes 21, se comercializaron más de 800 mil toneladas de trigo.
Lo endeble de la medida se profudiza cuando se observa que también se registraron solicitudes de exportación de productos agrícolas en la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), y que el Mercado a Término de Buenos Aires, donde se realiza la compra-venta de productos agrarios en la plaza financiera, funcionó con normalidad.
Otra de las contradicciones del lockout patronal se registró en la respuesta que las diferentes entidades esperan del gobierno nacional. Por el lado de la FAA, liderada por Eduardo Buzzi, se subrayó durante toda la semana la necesidad de la creación de una Junta Nacional de Granos que controle el comercio interno. Por el contrario, la SRA de Hugo Biolcati, apoyoda por CRA, sólo abogó por el libre comercio y la retirada del Estado.
La convocatoria de las protestas también marcó un fracaso. A la última movilización de la FAA, frente al puerto que la agroexportadora Cargill tiene al sur de Rosario, sólo asistieron 300 productores.
Por su parte, el gobierno nacional mantuvo las críticas a la medida, pero se aseguró de realizar un gesto a los sectores que no se limitan a los móviles políticos y realmente piden recibir el precio pleno por su producción.
Funcionarios del Ministerio de Agricultura continuaron con las reuniones con productores y además acentuaron la fiscalización a molinos y exportadoras para verificar que paguen el precio acordado.
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