El lockout fue un fracaso

Tiempo Argentino
23 de enero de 2011

Por Franco Mizrahi
Aunque durante la protesta se pretendía frenar la comercialización de granos, se certificaron movimientos por 800 mil toneladas de trigo, 200 mil de soja y 90 mil de maíz.


Un axioma gremial sentencia que el éxito de una medida de protesta se evalúa según el nivel de acatamiento que obtuvo. Partiendo de esta lógica, el lockout que aplicó la Mesa de Enlace en la tercera semana del año y que culmina hoy a la medianoche fue un rotundo fracaso.
Resulta que entre el lunes 17 de enero –primer día del “cese de comercialización” de cereales y oleaginosas decretado por las patronales agropecuarias– y el viernes 21 se comercializaron internamente más de 800 mil toneladas de trigo. Si se suma el total de los granos, la cifra supera el millón y medio de toneladas. A esto se agrega que durante la semana del paro aumentaron las solicitudes de exportación de productos agrícolas en la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) y que el Mercado a Término de Buenos Aires, donde se realiza la compra-venta de productos agrarios en la plaza financiera, funcionó normalmente.
De acuerdo a los formularios 1116 –A, documentos que demuestran el ingreso de la mercadería en el circuito comercial y que fueron presentados por los productores en la AFIP durante el paro, entre el 17 y el 21 de enero se certificaron movimientos por 800 mil toneladas de trigo, 200 mil toneladas de soja y 90 mil toneladas de maíz. Es decir que los camiones circularon repletos por las cuencas trigueras rumbo a acopios, molinos, aceiteras y empresas exportadoras.
De acuerdo a los registros públicos de la ONCCA, a partir de los datos que brindan los propios actores agropecuarios, entre el 20 y 21 de enero se pidieron permisos para exportar por 264.510 toneladas de productos elaborados en base al trigo. Según se desprende del ente estatal, durante la semana del lockout, y en los días previos, también hubo transacciones mayores a las normales.
El viernes 14 de enero –día en que se anunció el paro– se presentaron en la ONCCA 153 ROEs verdes, es decir, solicitudes de exportación. Estos permisos recién pudieron aprobarse el lunes 17. A pesar del paro que comenzó ese día, se presentaron 103 permisos. Y el número no mermó durante la medida de fuerza: hasta el viernes se agregaron 368 más. Una semana antes, los niveles fueron más bajos: entre el 10 de enero y el 12 se registraron 250 solicitudes.
Entre las empresas exportadoras que continuaron operando con total normalidad, figuran dos firmas vinculadas a la Mesa de Enlace. Se trata de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que forma parte de Coninagro, y Agricultores Federados Argentinos (AFA), que esta vinculada a Federación Agraria (FAA). Ambas solicitaron a la ONCCA el permiso para liberar ventas por más de 71.550,5 toneladas de trigo desde que se inició “el cese de comercialización”, según se desprende de la página web de la institución dirigida por Juan Manuel Campillo.
La Mesa de Enlace había decretado el cese de la comercialización de granos porque los productores de trigo están recibiendo un precio por tonelada inferior al del FAS teórico y, según sostuvieron, el gobierno no hace nada para solucionarlo. En este marco, se acusó al Ejecutivo de favorecer a las molineras y exportadoras, entre las que se encuentran empresas multinacionales.
Lo que no aclaró la Mesa de Enlace es que tanto ACA como AFA también les pagan a los productores de trigo un precio inferior al del mercado. Es decir, que no se diferencian de la lógica de las multinacionales. Tampoco mencionó que la rentabilidad del sector triguero superó la media histórica.
En otro nivel, el paro que decretaron las entidades del campo también demostró su debilidad en la exigua cantidad de manifestantes que logró convocar en los dos actos que realizaron. En su última medida de fuerza, el 21 de enero, tan sólo participaron unas 300 personas.
En aquella ocasión, frente a la empresa Cargill, Eduardo Buzzi (FAA) reclamó la creación de una Junta Nacional de Granos para solucionar el problema de los precios de los cereales. La discusión por la confección de un ente regulador ya había generado fuertes cruces en la Mesa de Enlace. Tanto la Sociedad Rural como CRA se oponen drásticamente.