domingo, 20 de marzo de 2011

El pulso de la semana: De Catamarca a Chubut

Miradas al Sur
20 de marzo de 2011

Por Eduardo Anguita
Director


El triunfo del Frente para la Victoria en Catamarca es algo tan cercano en el tiempo como ignorado por la prensa opositora. El primer testeo electoral en una provincia donde se rompió el continuismo de dos décadas del Frente Cívico y Social no fue un dato relevante para los analistas del establishment. Hubo sí un comentario muy curioso. Corrió por cuenta de Rosendo Fraga en La Nación: sostenía que era un alerta para el Gobierno Nacional en el caso de que Cristina Kirchner quisiera correr por la reelección en octubre próximo. Fraga quiso leer en el triunfo de Lucía Corpacci lo que nadie había advertido, que ella ganó porque los catamarqueños habrían decidido no reelegir a Eduardo Brizuela del Moral y no porque el kirchnerismo expresa la voluntad mayoritaria. Curioso que Fraga no haya advertido lo que sí hizo su compañero de páginas Joaquín Morales Solá, que mostró indignación ante Julio Cobos y Ernesto Sanz por haber apoyado a un candidato que quería perpetuarse en el poder. Ernesto Sanz, una vez más, esta semana mostró la hilacha. Hace unos meses había dicho que el dinero de la Asignación Universal por Hijo iba a la cerveza. Ahora pidió al Gobierno Nacional que interviniera el Sindicato de Camioneros. En la Unión Cívica Radical muchos están apenados porque Sanz no puede hacer campaña salvo en ámbitos cerrados o canales de televisión. Parece que el candidato que deberá disputar las internas con Raúl Alfonsín es fóbico a los actos públicos y debe estar permanentemente rodeado de guardias. Dicen, no sin ironía, que es como un piloto que siente vértigo apenas el avión despega.
La que dijo tener miedo y no vértigo fue Graciela Ocaña, quien hizo una caravana de apariciones radiales para denunciar a Hugo Moyano. Tal fue la sinceridad de uno de los periodistas que la entrevistaba muy impresionado por las denuncias de Ocaña, que le dijo: “Acá (Humberto) Tumini twiteó que están armando una lista con usted y con Claudio Lozano (de Proyecto Sur)…”. La respuesta, rápida, fue: “¡No, de candidaturas no hablamos!”. Es curioso cómo los medios más antisindicales y más antigubernamentales buscaron esta semana voces que tengan algún olor a progresía (los que Julio Piumatto gusta definir como los “progresimios”). Un caso interesante fue Fernando Pino Solanas, que visitó los estudios de C5N para definir a Mario Vargas Llosa de una manera sonora: “Es un orgullo para toda Latinoamérica”. Interesante el posicionamiento de quien critica ferozmente por izquierda al kirchnerismo y decidió que sus tribunas sean, preferentemente, Expoagro y el programa de Mariano Grondona. Ahora decidió una alianza con el cordobés Luis Juez. El motivo es que “los dos somos independientes”.

Independiente y Chubut. Después del acto de Huracán, con marcada presencia de militancia identificada con el camporismo y la izquierda peronista y no peronista que la apoya, la Presidenta tenía una parada importante en Avellaneda. En efecto, Daniel Scioli fue un acompañante silencioso el viernes anterior en Parque Patricios, mientras que en Independiente, este viernes era un convocante de peso. Porque Avellaneda es un distrito con fuerte peso del ex intendente Baldomero Cacho Álvarez, actual ministro de Desarrollo Social de Scioli y uno de los hombres que el actual gobernador quisiera como compañero de fórmula. Por suerte, Cristina llegó al estadio con la certeza de que se había desactivado el conflicto planteado por la convocatoria al paro de Camioneros del lunes 21. Había triunfado la sensatez y, una vez más, la Presidenta fue factor de unidad de los distintos sectores que son parte constitutiva del proyecto iniciado por Néstor Kirchner. Llamó a estar “más unidos que nunca” y no caer en la trampa de “los que nos quieren dividir o poner palos en la rueda”. Convocó a “reeditar la gesta patriótica” de Juan Domingo Perón, en la que participen dirigentes con otra “identidad” política por fuera del justicialismo, pero que compartan el mismo proyecto de país. En los oídos de Martín Sabbatella resonaba la tranquilidad de que Scioli y los intendentes que estaban presentes tenían asumido que en ese distrito la candidatura del ex intendente de Morón está legitimada por todos. Scioli, a su vez, dio una clara muestra de respaldo a Cristina y ratificó su voluntad de “trabajar con la Presidenta”.

Se va la segunda. Hoy es el segundo testeo electoral del año. Chubut elige gobernador, vice, legisladores provinciales, intendentes y concejales. La provincia tiene algo más de medio millón de habitantes. Catamarca tiene algo más de 350 mil. Si bien entre ambas no llegan a sumar la cantidad de habitantes de La Matanza, se trata de las primeras elecciones que sirven para trazar perspectivas de aquí a las presidenciales de octubre. Está claro que Mario Das Neves le deja a su delfín Martín Buzzi bases sólidas como para ganar. Buena parte de ellas se deben a la buena sintonía que tenía con el gobierno de Néstor Kirchner y que le permitieron capitalizar inversiones y darle un perfil industrial, turístico y de provisión de energía en altísimos estándares. Por su parte, el kirchnerista Carlos Eliceche reconoció que corría desde atrás en las encuestas. La realidad que percibieron los encuestadores, en los últimos tramos, fue de paridad. Nadie arriesga pronósticos. Hoy, desde las seis de la tarde, empezarán a circular las bocas de urna. Como dato, el domingo pasado, en Catamarca, las mediciones de boca de urna marcaban dos puntos arriba a Corpacci. En las mediciones, esos dos puntos terminaron siendo cuatro. O sea, había un voto kirchnerista escondido. Faltan pocas horas para saber qué sucede en Chubut.
Una cuota de tranquilidad: el clima enrarecido por el ataque a Hugo Moyano y por la desproporcionada respuesta de Camioneros convocando al paro empezó y terminó en menos de un día. Eso no tendrá efectos –ni a favor ni en contra– en los comicios de hoy en Chubut. En todo caso, si algo podría observarse es que octubre está todavía lejos, que los problemas pueden aparecer, que las diferencias y los conflictos son parte del proceso de transformación. Hay que subrayar que Cristina no sólo tiene capacidad de gestión, no sólo ella enamora a una porción creciente del electorado, sino que también tiene capacidad de liderar y un equipo de dirigentes que están activos a la hora de solucionar conflictos. Esta vez fue el turno de los ministros Carlos Tomada y Julio De Vido, como otras veces lo son Nilda Garré, Aníbal Fernández y Florencio Randazzo.

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