viernes, 18 de marzo de 2011

La Metropolitana tenía balas de plomo

Tiempo Argentino
18 de marzo de 2011

Por Néstor Espósito

Una delegación judicial que investiga la ocupación del Parque Indoamericano halló 98 cartuchos en una dependencia de la fuerza porteña. Las municiones fueron compradas dos meses antes de la toma del predio.


El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, mintió cuando –en el contexto de los episodios del Parque Indoamericano, en diciembre 2010- afirmó públicamente que la Policía Metropolitana no tenía proyectiles de plomo para sus armas. Ayer, una delegación judicial de la fiscalía que investiga aquella ocupación –que terminó con tres muertos–, encontró 98 cartuchos de plomo en una dependencia de la fuerza porteña. Las municiones fueron compradas, según documentación obtenida en el lugar, el 14 de octubre de 2010, dos meses antes de que se produjera la ocupación del predio. Ese día fueron adquiridos 300 cartuchos.
Los cartuchos fueron hallados en el predio de los ex Talleres Guzmán, en el barrio porteño de Chacarita, en la intersección de las calles Guzmán y Jorge Newbery. El ministro Montenegro tiene un despacho en ese lugar.
Allí, pese a la resistencia de los vecinos, la Metropolitana tiene asignado un presupuesto de más de 13 millones de pesos para adecuar un edificio de cinco plantas: tres pisos, subsuelo y una azotea, que incluye “celdas para estadía prolongada”. En ese lugar también fue hallado un camión hidrante utilizado en la represión en el Indoamericano.
Fuentes judiciales revelaron a Tiempo Argentino que el propio Montenegro intentó explicar a los funcionarios judiciales al mando del fiscal Sandro Abraldes que las municiones de plomo fueron compradas para una suerte de “control interno”, para la “preservación indubitable” de una especie de pericia comparativa sobre el disparo de esos cartuchos. La explicación indica que para esa tarea deben dispararse tres cartuchos por escopeta, lo cual resultó llamativo para los investigadores: ni 98 (el número de proyectiles hallados), ni 202 (los que faltan) son múltiplos de tres.
Las fuentes revelaron que además de los ex Talleres Guzmán también fueron inspeccionadas dos dependencias de la Metropolitana.
No fue la única novedad de las últimas horas en relación con la investigación sobre lo que ocurrió en el Indoamericano. El fiscal Abraldes detectó una directiva interna de la Guardia de Infantería, en este caso de la Policía Federal, que indica que los destacamentos situados en proximidades de villas de emergencia deben contar con postas de plomo. La Federal también dijo no haber disparado con ese tipo de proyectiles en diciembre pasado, pero la investigación suma dudas y divide opiniones. Los investigadores encontraron constancias de que un escuadrón de Infantería desplazado a la zona del Indoamericano se proveyó de munición de plomo. Todos los cartuchos fueron devueltos “sin novedad”, pero no estaban identificados individualmente. De modo que pudieron ser otros cartuchos.
De hecho, de un inventario de 8020 cartuchos con municiones de plomo se comprobó un faltante de unos 1500. Se trata de proyectiles de un fabricante italiano que tienen como particularidad su color rojo, que identifica el contenido de plomo. Decenas de cartuchos de ese color, aunque supuestamente despintados por la fricción del disparo, fueron hallados en el Indoamericano. La justicia quiere comparar unos con otros para determinar si se trata del mismo tipo de postas.
También llamó la atención de los investigadores una nota que apareció pegada en el Departamento Central de la Policía Federal, con la firma del jefe de la Guardia de Infantería, en la misma fecha de los disturbios en el predio porteño. Allí se recuerdan las condiciones en que deben ser solicitados los cartuchos de plomo y un párrafo final que señala expresamente la prohibición de usar “municiones propias” de los efectivos.

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