miércoles, 23 de marzo de 2011

La hora del Pueblo

Diario Registrado
23 de marzo de 2011

Por Sergio Fernández Novoa

“Yo no vine a dividir, no vine a separar, ni a combatir a nadie. En todo caso vine a combatir a la pobreza, a la desigualdad, pero no esperen que levante mi voz contra otro argentino", dijo el viernes último la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. De ese modo, la mandataria se colocaba una vez más por encima de los operativos opositores instrumentados desde los grupos mediáticos, surgidos a partir de una inconsistente consulta judicial, llegada desde Suiza.
Una vez más, la inteligencia en el decir y en el hacer de quien lidera el proyecto político gobernante, apostaba a la unidad y advertía que no contaran con ella a quienes “ponen palos en la rueda, que no son muchos, pero son muy poderosos”.
Argentina se debate entre crecer o estancarse. Entre una democracia participativa, inclusiva y con derechos para todos o una democracia formal, vacía de contenido. El país que nació en 2003 al calor de las luchas populares contra el neoliberalismo o el de la exclusión que hoy expresan Macri, Duhalde, Carrió y Cobos.
Mientras Macri sigue de vacaciones, Duhalde prepara su próxima conspiración, Carrió anuncia el nuevo Apocalipsis y Cobos se consolida como expresión de la derrota de la Argentina gobernada por las corporaciones, en el país real la política de inclusión social gana terreno. No faltan dificultades, pero sobra decisión para enfrentarlas.
En la semana que pasó, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el régimen laboral impulsado desde el Poder Ejecutivo que garantiza a empleadas y empleados de viviendas particulares los mismos derechos que al resto de los trabajadores.
“Domesticar, se domestica a los animales”, advirtió hace algunos meses la presidenta de la república. Reemplazar la servidumbre por el trabajo digno es un objetivo central de una Argentina que quiere crecer, ya sea en la ciudad como en el campo, aunque la voracidad de algunos se resista.
UATRE, el sindicato de los peones rurales que conduce el inefable Momo Venegas, y la Mesa de Enlace de las patronales agropecuarias, se retiraron de una reunión de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario en la que se analizaban mejoras elementales en el régimen que regula la labor de los peones temporarios. Sin dudas, parece una paradoja pero, ¿lo es?
Frente a ello, la decisión política del Gobierno Nacional de ampliar derechos y construir ciudadanía puede más. En el último año, el trabajo no registrado bajó un 2,5 %, ubicándose en el 33%. En 2003, cuando Néstor Kirchner comenzó el combate contra el empleo en negro, este superaba el 50%. La observación de estos guarismos nos da una medida de lo hecho y de lo que queda por hacer.
Es en este contexto que la presidenta pidió al empresariado discutir con seriedad la rentabilidad y la productividad. Cristina dejó claro que “no es magia ni suerte” mejorar la calidad de vida de los argentinos, sino trabajo, compromiso y capacidad de gestión.
Este es el país por el que votaron catamarqueños y chubutenses los dos últimos domingos. Se pronunciaron por sumar sus provincias al cambio. La traición de Julio Cobos hizo que Brizuela del Moral fuese sancionado por apartarse del proyecto de desarrollo e inclusión social. La disputa voto a voto en Chubut también indica la voluntad de integrarse al modelo nacional.
El Poder Judicial, mientras tanto, decidió que ya no se puede postergar más la causa por la identidad de los hijos de Ernestina Herrera de Noble y ordenó tomar muestras de sangre con o sin el consentimiento de estos.
Lo hizo a escasos días de que se cumplan 35 años del Golpe de Estado de 1976, fecha en que se inició la dictadura que, entre otras perversiones, ejecutó un plan sistemático de apropiación de bebés y niños.
Esta decisión representa otra dura derrota para quienes pugnan por la impunidad. También para los medios hegemónicos, que apostaron a politizar un caso que trasciende gobiernos y colores partidarios para convertirse en un punto de inflexión en la investigación de crímenes y complicidades durante el genocidio.
En los últimos años la democracia avanzó hasta llegar a las puertas de quienes se apropiaron de la palabra. Por eso, para repartirla con equidad allí donde antes había silencio, para democratizarla donde se pretendía la abulia del discurso único, la aplicación de la ley Servicios de Comunicación Audiovisual es el mejor antídoto.
La semana última, se inauguró en San Juan una nueva antena de la televisión digital terrestre. Así, se extiende el objetivo de las políticas públicas para que Argentina crezca en todo el territorio nacional a la par que se consolidan los derechos de todos los ciudadanos.
No hay mejor forma de conmemorar este 24 de marzo. El pueblo ya dijo NUNCA MAS. No sólo al terrorismo de Estado, sino también al neoliberalismo que excluye y destruye.
Vivimos horas de reconstrucción y transformación. Vivimos tiempos de democracia con inclusión y Justicia. Vivimos la hora del Pueblo.
Presidente del Consejo Mundial de Agencias de Noticias y vicepresidente de Télam

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