Tiempo Argentino
5 de abril de 2011
Red de Carreras de Comunicación Social
Los hechos producidos el domingo último en relación con un conflicto gremial entre un grupo de trabajadores y el multimedios Clarín han desatado un sinnúmero de declaraciones acerca de una supuesta violación a la libertad de expresión. La liviandad de las argumentaciones y la ligereza con que se etiqueta un hecho sin que se escuchen todas las voces involucradas en el conflicto resulta preocupante. La mayoría de los medios de mayor circulación y asociaciones gremiales de los empresarios del periodismo, tales como ADEPA y la SIP, han atacado a los trabajadores pero nada dijeron de las violaciones sistemáticas de los derechos sindicales que en esas mismas empresas se producen de manera corriente, ignorando las resoluciones de la misma justicia a la que hoy le piden actuar a su favor. Los trabajadores de TN y Canal 13 han expresado en un comunicado, de casi nula circulación, su solidaridad con los compañeros que realizaron las acciones el domingo 27 de marzo.
Estamos convencidos de que la producción de información de calidad sólo se consigue cuando se respetan los derechos laborales de quienes la producen. Y eso forma parte de un derecho tan importante como los que supuestamente se han violado. La responsabilidad de las empresas implica el respeto de los derechos laborales y sindicales de sus trabajadores. La Cámara de Senadores ha emitido una declaración que pone el acento en tres ejes: el repudio a las metodologías que impidan la circulación de los medios, el aval de la política de reprimir las protestas sociales (haciéndose eco de las declaraciones del camarista Eugenio Zaffaroni en el sentido de que no hay un derecho que impida el ejercicio de otro) y el pedido a las empresas de que se respeten plenamente las libertades sindicales.
En este contexto, han circulado a lo largo de estos días voces que siguen privilegiando la mirada del patrón por sobre la de las víctimas de un conflicto que se ha sostenido en el tiempo sin que los mismos medios se hagan eco de él. Pequeños medios y los mismos periodistas que suelen ser perjudicados seriamente por el más importante multimedios han reproducido la voz y los argumentos de la maquinaria que los está sometiendo, dando cuenta de una mirada colonizada que la academia debería desmontar. Las carreras de comunicación tenemos un fuerte compromiso con la formación de futuros comunicadores comprometidos en la defensa de la ética profesional pero también de los propios derechos laborales. Nuestros egresados deben saber con claridad que su campo profesional es el de producción de una comunicación al servicio del pueblo y, a la vez, el de la defensa de los derechos laborales que los comunicadores tienen como cualquier otro trabajador en la República Argentina.
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