sábado, 9 de abril de 2011

La justicia rechazó amparo de Bunge

Tiempo Argentino
9 de abril de 2011

Por Randy Stagnaro

La cerealera había pedido su reingreso al Registro Fiscal de Operadores de Granos, del cual fue separada el pasado 21 de marzo. Según el juez, la AFIP “no actuó con arbitrariedad”.


La justicia rechazó ayer la acción de amparo presentada por la cerealera Bunge Argentina SA y confirmó la decisión de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de suspender del Registro Fiscal de Operadores de Granos a la multinacional. La decisión del tribunal llegó en momentos en que otra operadora de granos, Molinos, se encuentra recorriendo el mismo camino legal que Bunge, apostando a que una decisión de la justicia la reubique en el Registro Fiscal tras su suspensión el miércoles pasado.
La AFIP detectó que Bunge sumó créditos fiscales provenientes de operaciones con proveedores apócrifos y “prestanombres”, con los que evadió una suma cercana a los $ 16 millones.
Ayer, el juez federal de Villa María, Mario Eugenio Garzón, avaló la sanción interpuesta por la AFIP el 17 de marzo cuando el organismo recaudador detectó “la incorrecta conducta fiscal de la firma Bunge”, señaló la AFIP en un comunicado.
En la sentencia, el juez Garzón afirmó que la AFIP no actuó con “arbitrariedad ni con ilegalidad al momento de dictar la resolución que suspendió a Bunge Argentina SA del Registro Fiscal de Operadores de Granos”. El magistrado sostuvo que la AFIP actuó conforme a la Resolución General 2300, y observó que “la resolución impugnada ha sido dictada luego del procedimiento previsto por la RG 2300, y que Bunge SA ha tenido oportunidad de ejercer debidamente su derecho de defensa.
A su vez no puede dejar de considerarse que esta RG 2300, a la que la empresa se sometió por largos años, expresamente prevé que el no conformar los ajustes de fiscalización es motivo de exclusión del registro, supuesto expresamente señalado en el acto administrativo”.
La maniobra investigada por el fisco, señaló el texto, “consiste en operaciones de compra de granos a supuestos proveedores apócrifos y/o prestanombres, tomándose, de esta manera, un crédito fiscal ficticio que luego era solicitado en concepto de recuperos de exportaciones”.
La AFIP indicó que el monto evadido “asciende a los 16 millones de pesos, de los cuales el 50% había sido canalizado en el mercado interno y el otro 50% restante hacia el mercado externo”.
En el caso de Molinos, la empresa cerealera tampoco hizo el ajuste de fiscalización relevante no conformado, es decir, no pudo explicar las diferencias existentes entre sus cuentas y las que calculó la AFIP. De allí que se le reclaman $ 147 millones, como mínimo.
Ayer, Molinos señaló que la suspensión de la empresa del Registro Fiscal sólo limita la disponibilidad de las cartas de porte y de los formularios para el transporte, depósito y compraventa de granos. En una carta a la Bolsa de Comercio, dijo que “ha cumplimentado debidamente toda la normativa vigente” y que ejercerá la defensa de sus derechos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario