martes, 24 de mayo de 2011

“Chicha” Mariani mostró a la justicia la casa donde secuestraron a su nieta

Tiempo Argentino
24 de mayo de 2011

Por Gerardo Aranguren

Los jueces, la querella, el fiscal y abogados defensores estuvieron también en la Comisaría 5ª de esa ciudad, donde funcionó un centro clandestino de detención. La integrante de Abuelas contó cómo fue el ataque al hogar de su hijo.


El Tribunal Oral Federal 6 se constituyó ayer en La Plata para recorrer junto a las partes y testigos dos lugares clave del juicio oral que se sigue por el Plan Sistemático de robo de bebés: la Comisaría 5º y la “casa Mariani Teruggi”. A las 11:00, una comitiva conformada por los jueces, los abogados querellantes, defensores y el fiscal federal Martín Niklinson, ingresaron en el Centro Clandestino de Detención que funcionó en la Comisaría.
La recorrida fue encabezada por el ex detenido Miguel Laborde e incluyó al nieto recuperado Leandro Fossati, quien nació en ese edificio. Pasado el mediodía se dirigieron a la “casa Mariani Teruggi”, donde fueron recibidos por una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel “Chicha” Mariani. “Me dediqué a buscar a Clara Anahí desde el otro día en que se la llevaron”, dijo Chicha al arrancar el recorrido por la casa en la que fue asesinada la esposa de su hijo Daniel, Diana Teruggi, y fue secuestrada su nieta, Clara Anahí, de sólo tres meses, uno de los 34 casos de apropiación que se investigan en el juicio oral.
Ubicada en la calle 30 entre 55 y 56, la casa devenida en museo de la memoria muestra en su frente las huellas del brutal ataque del 24 de noviembre de 1976, en el que participaron 200 efectivos entre militares, patotas y policías bonaerenses, encabezados por Ramón Camps y el represor Miguel Etchecolatz.
“A las 13:15 escuché desde mi casa (a 15 cuadras) el ruido de camiones y hasta helicópteros, pero no me imaginé lo que estaba pasando acá. A las 16:30 se escuchó una bomba que atravesó tres paredes. Ahí terminó toda resistencia”, relató Chicha, quién encabezó el recorrido ayudada por la nieta recuperada Paula Logares, debido a su ceguera. Como evidencia del ataque todavía puede verse el boquete que dejó el proyectil de una tanqueta en una de las paredes.
Tras el operativo, los represores retiraron a Clara Anahí y cinco cuerpos: el de Diana Teruggi y sus compañeros de militancia Daniel Mendiburu Eliçabe, Roberto César Porfidio, Juan Carlos Peiris y Alberto Oscar Bossio. El hijo de Chicha, Daniel Mariani, se había retirado horas antes, pero fue asesinado meses después, el 1 de agosto de 1977.
La saña del ataque se debió a que en el fondo del patio funcionaba una imprenta clandestina donde se confeccionaba Evita Montonera, la primera publicación que denunció los secuestros, desapariciones y “vuelos de la muerte”. En el comedor, antes rodeado de libros y muebles, hoy pueden verse fotos de las víctimas, y en el centro la imagen de Clara Anahí, símbolo de la lucha por justicia que emprendió Chicha con Abuelas.
“El almacenero de la esquina fue el único que se acercó a hablar en ese momento. Me contó que había estado 15 minutos antes del ataque y que Clara Anahí estaba en una cuna. Una vecina se acercó 30 años después y me dijo que un policía salió de la casa con un canastito”, recordó.
Sobre la supervivencia de la niña, contó dos posibilidades que le relataron testigos. “Una versión es que estaba en la bañera, tapada con colchones. Ella me había dicho unos días antes que ese era el lugar más seguro en un tiroteo, pero Diana difícilmente se hubiera alejado de su hija. Otra versión dice que Diana intentó escapar por el patio con la bebé, pero Camps y Etchecolatz la partieron en dos por los disparos. Ella protegió a Clara Anahí, quien fue sacada cubierta de la sangre de su propia madre.

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