jueves, 26 de mayo de 2011

“Pido a Dios que me dé fortaleza para construir un país diferente”

Tiempo Argentino
26 de mayo de 2011

Por Martín Piqué

Cristina recordó que ocho años atrás, el ex presidente Néstor Kirchner asumía su mandato. Se la vio emocionada y admitió que no era un día fácil para ella. Pero participó de la fiesta y proclamó: “¡Tenemos patria, argentinos!”


La presidenta Cristina Fernández encabezó la celebración por el 25 de Mayo en Chaco con un discurso corto y emotivo, en una jornada sensible para la jefa de Estado: ayer se cumplían 201 años de la Revolución de Mayo, ocho años de la asunción de Néstor Kirchner en 2003 y un año de los festejos del Bicentenario en la 9 de Julio, en los que Cristina compartió el palco con su esposo. “No es un día fácil para esta presidenta”, confió la propia mandataria a poco de comenzar su discurso, que fue transmitido por cadena nacional. Acompañada por el gobernador Jorge Capitanich, anfitrión y uno de los nombres que suenan como posible candidato a vicepresidente, Cristina recordó el discurso de su marido ante la Asamblea Legislativa, el 25 de mayo de 2003.
La jefa de Estado nombró al gobernador por su sobrenombre –“Coqui”– y dijo que el día de la asunción de Kirchner tanto ella como Capitanich eran senadores y ocupaban sus respectivas bancas. “Hace exactamente ocho años, sentada en mi banca de senadora junto a Coqui, que también era senador por esta querida provincia, mirábamos jurar como presidente de todos los argentinos a quien fuera mi compañero de toda la vida. Sentí que nuestro querido país iba a comenzar un camino distinto. Ese día tuve la íntima intuición de que nos iba a costar muchísimo, pero no imaginé cuánto. Pero estoy segura de que desde el lugar en el que esté, él está conforme con la vida que tuvo”, aseguró.
Desde el escenario montado entre la Catedral y la Casa de Gobierno de la provincia, escoltada a pocos metros por los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gildo Insfrán (Formosa) y Sergio Urribarri (Entre Ríos), Cristina supervisó la fiesta por los 201 años de la Revolución de Mayo. El desfile, recibido por una multitud que gritaba y hacía flamear banderas, estaba encabezado por la Fanfarria del Regimiento de Granaderos. Luego se turnaban alumnos de colegios secundarios que hicieron una representación de la lucha de los pueblos originarios; ex combatientes de Malvinas y efectivos de las unidades del Ejército; carrozas que simbolizaban a productores del algodón, principal actividad económica del Chaco, y los actores del colectivo teatral Fuerza Bruta, uno de los puntos altos de la programación.
Cristina se mostró emocionada, como también lo había estado en el oficio religioso del Tedeum. Durante la celebración en la Catedral, el arzobispo de Resistencia, el riojano Fabriciano Sigampa, le agradeció a la presidenta en nombre de los “chaqueñitos y chaqueñitas” por la puesta en marcha de la Asignación Universal por Hijo (ver aparte). Tras mencionar las palabras de Sigampa, la jefa de Estado pidió a Dios “fortaleza” para seguir con su tarea. “Sólo le pido a Dios una cosa: que me dé a mí y a todos los argentinos la fortaleza, la entereza, la grandeza, la humildad y la solidaridad que todos tenemos que tener para construir un país diferente, una sociedad diferente”, subrayó.
En el palco oficial, junto a Cristina, Capitanich y los otros gobernadores, estuvo el Gabinete en su totalidad. Hubo una importante representación de embajadores extranjeros, como también muchos funcionarios y legisladores chaqueños. Entre los invitados llamó la atención la gran cantidad de gente que había llegado con el intendente de Corrientes, el ex regatista Mauricio “Camau” Espínola. También despertó algún comentario la presencia del diputado Juan José Alvarez. Uno de los más ovacionados fue el reciente ganador de la primaria santafesina dentro del peronismo, Agustín Rossi, jefe del bloque del FPV en Diputados. “Tienen que ir a votar a Santa Fe”, bromeaba el rosarino.
En su discurso, Cristina mencionó a su esposo por el nombre –lo llamó “Néstor”– y se retrotrajo al 25 de mayo de 2003 para recordar la llegada al gobierno de “ese hombre desgarbado que venía del sur”. “Venía a comprometer su vida para llevar adelante las convicciones de miles y miles. Debe estar orgulloso de haber vivido la vida que vivió. Tuvo la suerte de elegirla y de ver finalizados los sueños de su juventud”, remarcó. La presidenta también recordó el festejo por el Bicententario del año pasado, en el que ella compartió el palco con su esposo y los mandatarios de Sudamérica. “Ese día sentí que se estaba logrando recuperar la historia del país. Millones de argentinos volcados en las calles, festejando en las calles, junto a los presidentes democráticos de América del Sur. Ese 25 junto a él y el pueblo quedará imborrable”, confió.
Cristina cerró su discurso y dejó una frase fuerte, toda una definición, a modo de despedida: “Gracias a todos por el cariño, por el afecto, por el compromiso. ¡Tenemos patria, argentinos! Estemos orgulloso de esa patria.”

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