sábado, 14 de mayo de 2011

El gobierno rechazó un ataque a Moyano y la CGT ratificó la alianza

Tiempo Argentino
14 de mayo de 2011

Por Viviana Mariño

La Casa Rosada negó que el pedido de la mandataria al sindicalismo tuviera destinatarios “personales”. El jefe de la central obrera motorizó un mensaje de alineamiento. El PJ prepara un acto de acompañamiento institucional.


El día después del firme llamado presidencial a los sindicatos para evitar que las protestas salariales deriven en una “extorsión” al gobierno, la Casa Rosada se concentró en un doble ejercicio: precisar los alcances y destinatarios del discurso de Cristina Fernández y, en paralelo, poner en marcha un encuentro de la conducción del Partido Justicialista para expresar el respaldo institucional a la gestión nacional. Esa secuencia confluirá en un reclamo conjunto para que la mandataria compita en octubre por la reelección. La figura del jefe de la CGT, Hugo Moyano, quedó en el centro de la ¿traducción? del mensaje que Cristina pronunció el jueves en el partido bonaerense de José C. Paz. “No quiero explotación ni extorsión en la República Argentina. Cuando a una organización sindical sólo le importa lo que les pasa a sus afiliados y toma actitudes que perjudican al conjunto, deja de ser un sindicato para convertirse en una corporación. Yo quiero sindicatos solidarios con todos los argentinos”, puntualizó entonces. En el mismo mensaje, Cristina jugó una carta fuerte. Fue cuando habló de su candidatura a la reelección y advirtió: “Yo no estoy muerta por volver a ser presidenta. Ya di todo lo que tenía que dar, a mí no me van a correr.” Ayer, la Casa Rosada negó que el reclamo de la jefa de Estado haya tenido “un destinatario personal”. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó que el mensaje presidencial no estuvo dirigido concretamente a la CGT”, y subrayó que la mandataria “se dirigió a todos los sectores sociales y, en especial, se refirió a casos aislados por su metodología de conflicto”. El jefe de Gabinete Aníbal Fernández completó el razonamiento: “La presidenta sabe que Moyano tiene una vocación superlativa por resolver los problemas de los trabajadores y Moyano sabe que no hay nadie en este país que pueda sostener un proyecto como el que encarna Cristina”, explicó. Aunque evitó un pronunciamiento orgánico, la CGT negó la posibilidad de una ruptura con el gobierno y reivindicó el “acuerdo estratégico” entre Cristina y la central obrera. Lo hizo a través de Juan Carlos Schmidt, secretario de Capacitación y Formación Profesional de la CGT, el jefe del sindicato de los taxistas, Omar Viviani, y el diputado Héctor Recalde. Esas intervenciones fueron coordinadas por el propio Moyano, confiaron fuentes de la central sindical. “Nadie esperaba un pronunciamiento en nombre propio”, replicaron en la Casa Rosada.
La evaluación oficial hizo eje en la declaración de Schmidt, el dirigente cegetista que días atrás encendió el enojo presidencial cuando advirtió que la central “nunca” le había hecho un paro general al gobierno. El Ejecutivo lo interpretó como una amenaza. “La presidenta no se refirió concretamente a la CGT. Esto no mueve el acuerdo estratégico”, subrayó. El más enfático fue Recalde: “Moyano sabe que los que quieren fracturar su relación con Cristina son enemigos del movimiento obrero. Lo más importante es que no haya desmadres, se ejerzan los reclamos con razonabilidad y que Cristina acepte la candidatura”, subrayó.
Ayer, en el gobierno evaluaban con satisfacción tanto la intervención de los dirigentes cegetistas como el inmediato resultado del discurso presidencial. Media hora después del mensaje en José C. Paz los petroleros decidieron levantar el paro por tiempo indeterminado que habían convocado en refinerías y depósitos. Ayer, el sector firmó un acuerdo salarial.
La amenaza de esa protesta, y de otra anunciada por trabajadores aeronavegantes, había generado malestar en la Rosada. Cristina interpretó la seguidilla de movilizaciones que afectaron la provisión de combustibles y la regularidad de los vuelos en las últimas semanas como una apuesta a poner en riesgo la sustentabilidad del modelo. Por eso, desde la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso, el 1 de marzo, aprovechó varias de sus apariciones públicas para reclamar que los pedidos y movilizaciones gremiales tengan un marco de “racionalidad”. El alerta oficial quedó encendido hace poco más de un mes con la protesta de los petroleros en Santa Cruz, y tuvo un pico intenso el fin de semana pasado cuando, por un paro de camioneros, se vio afectada la distribución y provisión de nafta y gasoil en las estaciones de servicio de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense. Desde ayer, el gobernador Daniel Scioli y Juan Carlos Mazzón, secretario presidencial y operador histórico del PJ, organizan la reunión del PJ nacional del jueves en La Plata. Será el inicio de una serie de pronunciamientos destinados a respaldar al gobierno y garantizar la institucionalidad. Consejero de la conducción partidaria, Moyano será uno de los invitados a ese encuentro.

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