sábado, 14 de mayo de 2011

“No la van a arriar con un palito”

Página 12
14 de mayo de 2011

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, justificaron el discurso de la Presidenta del jueves. También buscaron aclarar que los reproches no estuvieron dirigidos a Hugo Moyano.

Funcionarios del Gobierno y dirigentes nacionales respaldaron y reformularon con sus palabras el discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre el supuesto uso de métodos extorsivos en distintos reclamos gremiales. “No me banco trabajadores explotados, voy a ir con los tapones de punta y no me va a extorsionar nadie”, se permitió traducirla el ministro Aníbal Fernández. “No es así como vamos a poder fortalecer este modelo”, fue la interpretación de Carlos Tomada, ministro de Trabajo. “La demanda si es legítima tiene que tener como (único) destinatario al demandado”, precisó el jefe de la bancada de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi. El gobernador bonaerense Daniel Scioli consideró que el discurso fue “sincero, desde el corazón”, e interpretó que la Presidenta se dirigió a “todos los sectores”.

La jefa de Estado aseguró el jueves en José C. Paz que “siempre me van a tener del lado de los trabajadores”, pero advirtió que “no podemos ser rehenes” de gremios que “terminan desprestigiando al movimiento sindical”, y criticó a los sindicatos que actúan como “una corporación”. Exhortó a los gremios a actuar con “responsabilidad y madurez, sobre todo a aquellos que comparten el modelo”, y criticó las “hipocresías” de quienes “vivan el nombre de Cristina pero al otro día hacen todo lo contrario”.

Para Fernández, jefe de Gabinete, la Presidenta exhibió “una posición de dureza muy fuerte”, dejó en claro que no se va a dejar “extorsionar por nadie”, que “no la van a arriar con un palito”, y cuestionó a quienes interpretaron que se dirigía al titular de la CGT, Hugo Moyano. La mandataria “sabe que Moyano tiene una vocación superlativa por resolver los problemas de los trabajadores”, en tanto el líder sindical “sabe que no hay nadie en este país que pueda sostener un proyecto político que comprenda a los trabajadores como el proyecto que encarna Cristina”, aseguró el ministro.

“(La Presidenta) les explicó a los argentinos, permítanme la expresión, no una ‘mariconeada’ sino, por el contrario, una posición de dureza muy fuerte, donde entiendo que está diciendo ‘no me banco trabajadores explotados, con lo cual voy a ir con los tapones de punta y no me va a extorsionar nadie’”, fue la interpretación que hizo el jefe de Gabinete.

En la misma línea, el ministro Tomada consideró que el mensaje “no tuvo un destinatario personal” ni estuvo dirigido “a la parte mayoritaria del movimiento obrero”, sino “a aquellas situaciones que pueden producir zozobra e inquietud”. “La Presidenta se ha dirigido a todos los actores sociales y, en particular, a algunos casos aislados en términos de metodología del conflicto, para llamarlos a la reflexión y señalarles que no es así como vamos a poder fortalecer este modelo”, explicó.

El santafesino Agustín Rossi recordó que la Presidenta ya se había referido a las protestas gremiales en febrero, al inaugurar la autovía Santa Fe-Paraná, y la reformuló con un trabalenguas: “La demanda si es legítima tiene que tener como destinatario al demandado y no que para reclamar por esa demanda se termine perjudicando a toda la sociedad”, sostuvo. Rossi interpretó que Cristina Kirchner “está haciendo varios pedidos: el primero es que la metodología de protesta no perjudique a terceros, y también que en la defensa del modelo no alcanza con defender a una sola persona, sino que estamos involucrando a todos los que lo defendemos”.

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