lunes, 21 de febrero de 2011

“A Alfonsín le apuntaron con una pistola”

Tiempo Argentino
21 de febrero de 2011

El juez español contó que en 1994 el ex presidente radical le confesó que impulsó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final debido a las fuertes presiones que padecía.


Durante una conferencia en Berlín, el juez español Baltasar Garzón confesó que en 1994 el ex presidente argentino Raúl Alfonsín le explicó que había impulsado las leyes de Obediencia Debida y Punto Final “porque tenía una pistola apuntándole al estómago”.

El sábado, durante una conferencia titulada “La reivindicación de la justicia universal frente a la impunidad nacional”, el magistrado recordó un encuentro que mantuvo en 1994 en Buenos Aires con Alfonsín. Durante aquella reunión, Garzón le preguntó al político radical, que gobernó entre 1983 y 1989, por qué había impulsado las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que limitaron los juicios a la dictadura. “Tuve que proponer esas leyes porque tenía una pistola que me apuntaba al estómago”, fue la respuesta de Alfonsín, según Garzón.“Sería un leit motiv en todos los casos”, lamentó el juez en referencia a la dificultad de juzgar los crímenes contra la humanidad cometidos por dictaduras en Latinoamérica. Después, subrayó en su defensa que una ley de amnistía no puede aplicarse a crímenes contra la humanidad, y aseguró que esa interpretación “es defendida por la gran mayoría de juristas en todo el mundo y España”.

En la misma conferencia recordó la postura de otros gobiernos argentinos en materia de colaboración para el procesamiento de represores. “Carlos Saúl Menem, presidente entre 1989 y 1999, firmó un decreto en el que prohibía cualquier tipo de colaboración con la justicia española”, sostuvo Garzón, y opinó que Fernando de la Rúa “pasó olímpicamente de esta cuestión”. Después destacó que el decreto fue derogado por Néstor Kirchner quien, según el juez, garantizó una colaboración absoluta: “Si aquí no los juzgan, los ponemos en un avión y que los juzguen en España”, citó Garzón al ex presidente Kirchner.

Conocido por su persecución al ex dictador chileno Augusto Pinochet y a represores de la dictadura argentina, afronta un juicio en su país, tras haber intentado juzgar los crímenes de la dictadura franquista. El juez explicó que las denuncias de las víctimas llegaron a su juzgado por azar: un sistema de “sorteo electrónico” utilizado para distribuir las causas le dio “la suerte”, dijo con ironía. Garzón se declaró entonces competente para investigar la desaparición de más de 100 mil personas durante la guerra civil y la dictadura. “Tomé la decisión de no aplicar ni un solo estándar diferente del que había aplicado en otros casos como Argentina, Chile o el Sahara”, explicó sobre otros casos de violaciones de los Derechos Humanos. “Apliqué las mismas normas internacionales que hasta ese momento habían sido confirmados por la Corte Suprema y por el Tribunal Constitucional.”

Tras la apertura del proceso, sin embargo, el juez fue acusado de haber ignorado la Ley de Amnistía de 1977 y suspendido de forma cautelar en mayo de 2010, tras la apertura de un juicio oral en su contra por presunta prevaricación.

“Es muy difícil cuando ha habido una larga dictadura –analizó–. En España fueron 40 años, 40 años sin la posibilidad de que ni siquiera se planteara una respuesta”, reflexionó.

Después de la conferencia, en una entrevista concedida a RNE, reconoció que su situación “es complicada” y señaló que se ha llegado “a un límite que es muy difícil que se vuelva atrás dentro de lo que es la jurisdicción española”. No obstante, añadió que “en todo caso hay posibilidades y hay que combatir hasta el final”.

“Yo estoy bien de ánimo, con ganas de seguir adelante, y esperando el juicio para que pueda tener la oportunidad de defender aquello que hice”, confesó Garzón.

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