Tiempo Argentino
24 de febrero de 2011
Por Demetrio Iramain
Director de Sueños Compartidos.
La detención de Pedraza cierra un círculo dentro de otro más grande, que lo comprende y está inconcluso todavía, aunque con pronóstico favorable. A los enemigos del proyecto nacional y popular que quieren frustrarlo con violencia política, así se les responde: la justicia actuando libremente; conciliación obligatoria, y diagrama de emergencia con 200 colectivos para los usuarios del tren. A otra cosa. Un país en serio.
Quienes, de derecha a izquierda, ensucian al gobierno vinculando el crimen con el apoyo que la CGT brinda al oficialismo, se quedaron con una excusa menos en su forzada línea argumental. Pedraza está preso a cuatro meses del asesinato, el gobierno es el mismo, la CGT sigue acompañando, y nadie medianamente sensato puede obviar que la ex fiscal Cristina Caamaño, quien llevó inicialmente la investigación hacia la cumbre del gremio, es ahora viceministra de Seguridad. Actitud, coherencia y decisión no son atributos de los que adolezca este gobierno.
Pedraza termina preso por un crimen político, como corolario de una línea nefasta en la acción gremial: en 1992, dejó solos a los huelguistas de las “seccionales rebeldes” que resistieron la privatización; luego se convirtió en concesionario privado de un ramal.
Al conocer a la presidenta, la ex fiscal Caamaño dijo que Cristina le había dicho que la “bala que mató a Mariano le rozó el corazón a Néstor”. Donde esté, el santacruceño podrá ahora descansar en paz.
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