jueves, 24 de febrero de 2011

Un testigo relató cómo el Ejército y la policía ejecutaron a 5 militantes

Tiempo Argentino
24 de febrero de 2011

Gerardo Romero, esposo de una de las víctimas asesinadas junto a otras cuatro personas en un operativo conjunto de la policía tucumana y efectivos del Tercer Cuerpo del Ejército, aseguró ayer que en la casa donde ocurrió el ataque, el 20 de mayo de 1976, “no había armamentos como dijeron los comunicados” castrenses.
Romero declaró como testigo en la segunda jornada del juicio que se realiza en Tucumán por la denominada causa “Romero Niklison” contra el represor Luciano Benjamín Menéndez y el ex comisario Roberto Heriberto Albornoz.
“El ejército sostuvo que hubo un enfrentamiento armado, pero en el lugar no había armamentos. Los compañeros fueron directamente fusilados y sin posibilidades de defensa” señaló Romero.
El testigo aseguró: “Ese día había una reunión política en mi casa y yo salí con mi hija Alejandra, que tenía un año y ocho meses, porque debía encontrarme con un compañero para una reunión de control que hacíamos habitualmente.” “Era una reunión rápida, pero me demoré en volver porque mi compañero se quedó sin nafta en el auto y lo llevé a una estación de servicio para que compre combustible”, señaló. “Cuando volví a mi casa, una vecina me alertó que habían entrado y asesinado a todos. Me desvié al ver la presencia de soldados y logré observar a la distancia que estaban saqueando mi casa. Nunca me bajé del auto ni pude ver si trasladaban los cuerpos”, explicó.
Romero conoció a su esposa cuando ingresó a Montoneros militando en la Universidad Nacional de Tucumán. También declaró ayer María Alejandra Romero Niklison, querellante en la causa e hija de María Romero Niklison, una de las víctimas.

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