domingo, 20 de febrero de 2011

Los argentinos que viven fuera del país se organizan para militar y votar

Tiempo Argentino
20 de febrero de 2011

Por Ana Clara Pérez Cotten

Impulsan la apertura de mesas para sufragar en las elecciones de 2011, organizan ciclos de cine y aportan propuestas para los candidatos. El debate político se cuela con nostalgia en las reuniones de los migrantes.


Junto con el mate, el asado y el dulce de leche, la política es otra de las cosas que extrañan los argentinos que viven en el exterior. No sólo en el país florece el debate: kirchneristas, radicales y simpatizantes de la Coalición Cívica que viven en España, México, Francia y los Estados Unidos impulsan una votación masiva en los consulados para las elecciones de octubre y, otros se animan a militar desde el exterior.
Gonzalo Paz es profesor de Relaciones Internacionales y vive en los Estados Unidos desde 2002. En 2007, junto a un grupo de argentinos, fundó “Argentinos a Votar” con la intención de que los argentinos que viven en el exterior –se calcula que son 1 millón y medio– supieran cómo pueden sufragar. “Es necesario tener el cambio de domicilio registrado en el DNI y, además, hay que hacer otro trámite para empadronarse”, explica. Los obstáculos son varios. Por diferentes motivos –desde impositivos hasta sentimentales– muchos postergan el cambio de domicilio que, además, tiene un costo. Otros lo hacen, pero olvidan empadronarse y el día de las elecciones no votan. Finalmente, sólo se puede sufragar en los consulados, que muchas veces están alejados del lugar de residencia. “Las soluciones son complejas, implican cambios legislativos, pero sería bueno que el trámite de empadronamiento pudiera evitarse –sugiere Gonzalo–. La globalización implica, entre otras tantas cosas, que un porcentaje de la población vive fuera de su territorio y en ese contexto, votar, aun a la distancia, es una manera de generar ciudadanía y de mantener lazos. Hoy, a través de Internet se puede leer el diario, escuchar la radio y estar cerca de los amigos. Entonces, sería bueno mejorar el sistema para que el voto sea masivo en el exterior.”
Ignacio Vázquez es fotógrafo publicitario y vive en México desde hace diez años. “Cuando me enteré de la muerte de Kirchner no podía dejar de llorar y llorar. Estaba como obnubilado y ver que la historia pasa y uno está lejos es una de las cosas más frustrantes que me pasó, no quería vivirlo por la pantalla de la computadora. Me agarró una culpa tremenda por haberme ido tantos años”, cuenta. Tres horas después estaba en el aeropuerto, buscando el pasaje que lo trajo a Buenos Aires. “Aterricé y me fui para la Plaza de Mayo. Luego de once horas de cola y de escuchar miles de experiencias, ya de noche, pude entrar y tuve la suerte de abrazar a la presidenta y darle mis fuerzas traídas desde tierras aztecas”, recuerda Ignacio, uno de los impulsores de la “sucursal” mexicana de La 25K, una agrupación kirchnerista que, como si fuera la provincia argentina número 25, reúne a simpatizantes y militantes que viven en diferentes países del mundo. Además de los spots que instan a votar en 2011 –que difundieron en las redes sociales para que se reproduzcan de manera viral– los integrantes de la 25K mexicana planean una muestra de cine por los 35 años del Golpe y una serie de eventos para acompañar activamente a la presidenta Cristina Fernández durante su visita por México, el 14 y 15 de abril.
Néstor Nocera es comerciante y vive en Europa hace 30 años. En los ’70, militó en la Juventud Peronista y ahora, desde Barcelona, reúne a los kirchneristas que viven en el exterior en Argentinos para la Victoria-Provincia 25. “Queremos juntar la mayor cantidad de votos para la reelección de Cristina. Si bien aún no se ha pronunciado sobre su candidatura, la damos como segura.” Para eso, Néstor cree que es importante difundir los requerimientos para votar en el exterior. “Además, tengo entendido que se necesitan 60 firmas, cantidad fácil de reunir, para que el consulado desplace una mesa de empadronamiento durante 48 horas. Los compañeros de Valencia ya casi han logrado que el Consulado de Barcelona desplace una mesa. Además, la presidenta firmó el decreto 254 que insta a los cónsules a hacer todos los esfuerzos en ese sentido”, explica.
Martín Burgos es economista. En los ’70 estuvo exiliado en París con sus padres y ahora estudia en esa ciudad. “Es muy gracioso. Acá me siento como en casa: hay gente que piensa que en la Argentina está todo mal y gente que piensa que la cosa está cambiando. El primer grupo muchas veces se fue muy resentido con el país, ni siquiera leen los diarios. Repiten las cosas que le llegan por derecha: la cartera de Cristina, la inflación, la corrupción… Los otros están más informados y son los que más extrañan, por primera vez hay un gobierno que les devuelve la esperanza.” Martín y otros argentinos que viven en París están empezando a organizar la 25K parisina.
También el radicalismo cuenta con militantes en el exterior y algunos colaboran con el equipo de Ricardo Alfonsín. Agustín Campero, el encargado de coordinar los equipos técnicos, trabaja para aceitar el entramado de la red internacional “Argentinos por el desarrollo”. “Ya tenemos varios activos, no sólo radicales, sino también gente que está entusiasmada con las propuestas de Ricardo”, cuenta. Algunos de los que aportan ideas desde el exterior son la economista Ana Claudia Alfieri y Miguel Lozupone –director de Relaciones Internacionales del Red River College de Canadá–, Eduardo Barrera (vive en Madrid y es especialista en temas de Sociedad del Conocimiento), Marcelo Scaglione (vive en París y es especialista en comercio) y otra gente en los Estados Unidos, en los países nórdicos y en Israel. También comenzaron a organizarse en Facebook los “Argentinos en el exterior que apoyamos a la Coalición Cívica” un grupo que reúne a los “lilitos” que residen en distintos países.

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