Tiempo Argentino
22 de febrero de 2011
Por Gustavo Saraceni
Economista de la UNSAM.
Es correcto plantear que el financiamiento de un Estado se logre por medio de la apelación al ahorro interno. Sólo cuando el ahorro interno se muestra escaso es que hay que salir a los mercados financieros internacionales.
Esta es la política que siempre han empleado las economías más desarrolladas. Un ejemplo claro en ese sentido es Noruega, país que ha armado un fondo soberano en base a las regalías petroleras y que emplea en el financiamiento de las políticas estatales y, en segundo término, es aplicado a inversiones similares en países de la Unión Europea.
Además, cuando se privatizó el sistema jubilatorio en los ’90, se dijo que el surgimiento de las AFJP serviría para potenciar el mercado de capitales local para financiar el desarrollo productivo del país.
En este contexto, financiar deuda pública con ahorro genuino, como es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, es correcto, máxime cuando esos fondos van para inversiones de capital y no para gastos corrientes.
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