Tiempo Argentino
16 de mayo de 2011
Por Agustín Álvarez Rey
Estas primarias tendrán incidencia en el escenario nacional. Definirán el futuro rol de Binner y el nivel de apoyo a Cristina Fernández. Rossi lidera los sondeos del FPV y el socialista Bonfatti pelea voto a voto con Giustiniani.
Las primarias abiertas simultáneas y obligatorias que se desarrollarán el 22 de mayo en Santa Fe presentan un clima inimaginable dos años atrás. El escenario adverso al que se enfrentaba el gobierno nacional en 2009, tras la Resolución 125 que imponía las retenciones móviles, quedó atrás. La intención de voto que acumula la presidenta Cristina Fernández para una posible reelección ronda el 37% –número similar al que le dio la victoria al kirchnerismo en los comicios legislativos de 2007– y la famosa crispación sólo parece anidar en la interna del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS).
Más allá de esto, la definición será reñida tanto dentro del justicialismo santafesino como dentro del partido gobernante en la provincia. A una semana de la elección, la mayoría de las encuestas no muestran tendencias claras. El aumento de la intensidad de la campaña en la recta final y un alto porcentaje de indecisos hacen que, por ahora, el resultado sea incierto.
Dentro del justicialismo, tres de los cuatro precandidatos a gobernador aparecen aún con chances de quedarse con la victoria: el presidente de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados, Agustín Rossi, el ex Canciller Rafael Bielsa y el intendente de Rafaela Omar Perotti. En tanto que Juan Carlos Mercier –ex funcionario de la dictadura, ex ministro de Economía de la gestión de Carlos Reutemann y responsable de la privatización banco de la provincia– quedó fuera de la discusión.
El escenario continúa mostrando a Agustín Rossi como el precandidato con más posibilidades de quedarse con las primarias, sin embargo, tanto Bielsa como Perotti ostentan un crecimiento sostenido. Desde el Frente Santa Fe para Todos aseguran que Rossi capitalizará la imagen de la presidenta y del gobierno nacional y le sacará más de ocho puntos al segundo, que según sostienen será Bielsa. Desde el entorno del ex canciller afirman que si bien Rossi lidera las encuestas, lo hace tan sólo “por uno o dos puntos y se le puede ganar”. En tanto, en el círculo cercano al intendente de Rafaela señalan que “Omar Perotti ha crecido mucho”, y que “el voto del interior de la provincia de Santa Fe, que suma al 60% del electorado, va a volcarse por Omar Perotti”.
Los tres precandidatos del justicialismo se diferenciaron pero no se agredieron. Tanto Rossi como Bielsa optaron por nacionalizar la elección, en tanto Perotti, consciente de su posición un tanto más alejada del gobierno nacional, prefirió hacer hincapié en la provincia.
Los tres precandidatos en danza saben que el Partido Justicialista, con el sello del Frente para la Victoria, se encuentra ante la oportunidad histórica de recuperar la provincia de Santa Fe, y que más allá de las falencias del gobierno del socialista Hermes Binner, la chance aparece como cierta debido al cambio positivo de la valoración del gobierno nacional. Todos ellos también saben que las máximas posibilidades de capitalizar esa identificación están en manos de Agustín Rossi y que, pese a lo que vaticinen las encuestas encargadas por cada uno de los sectores, es él quien, a una semana de que se lleven a cabo las primarias abiertas y obligatorias, aparece como el favorito a quedarse con la candidatura del Frente para la Victoria en Santa Fe.
El panorama surge distinto y beligerante en la interna del partido que gobierna la provincia, el socialismo. El enfrentamiento entre Hermes Binner, jefe del Ejecutivo provincial, y Rubén Giustiniani, senador por el socialismo santafesino, cubrió de un matiz agresivo el intento por consolidarse como la opción para continuar con el gobierno del FPCyS.
El delfín del gobernador Hermes Binner para las primarias se llama Antonio Bonfatti y es el actual ministro de Gobierno y Reforma del Estado de la provincia. Su principal competidor es el senador socialista Rubén Giustiniani. Las posibilidades que ofrece el FPCyS se completan con el intendente radical de la ciudad de Santa Fe, Mario Barletta, y el histórico dirigente de la UCR Luis “Changui” Cáceres, ambos ya sin chances.
Las encuestas marcan un empate técnico entre Bonfatti, altamente identificado con la gestión Binner, y Giustiniani, quien cosecha un alto grado de conocimiento. Los números que llegan desde la Nación también incidieron en la lógica de campaña de los precandidatos socialistas. Ambos optaron por provincializar la elección, alejando la contienda de la disputa nacional. Bonfatti hizo uso del aparato provincial y recorrió el extenso territorio de la provincia de Santa Fe de la mano del gobernador. Por su parte, Giustiniani caminó solo la provincia pero intentó sacarle rédito a su exposición como senador nacional y al reconocimiento que le otorga la experiencia en campañas electorales anteriores.
Con la suerte de los precandidatos sin definir, el socialismo confirma que la definición del partido, en cuanto a su estrategia nacional, no está atada al triunfo del precandidato de Binner en las primarias y que la decisión emanará del congreso partidario que se realizará en el mes de junio. Uno de los asesores del bloque socialista en el Parlamento nacional fue más claro al respecto. “Pase lo que pase, el candidato del partido será Binner. Lo único que resta definir es si va con Proyecto Sur o con el radicalismo”, analizó.
La incorporación macrista a la pelea, a través del candidato Miguel del Sel, no altera el escenario. Los últimos sondeos lo otorgan un 2% de intención de voto, cifra que para algunos no es poca cosa, tratándose de un iniciado en la política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario