viernes, 13 de mayo de 2011

Pedirán prisión perpetua para Astiz y Acosta

Tiempo Argentino
13 de mayo de 2011

Luis Zamora habló por los familiares de las víctimas. Dijo que los crímenes de las monjas y las Madres formaron parte de un genocidio.


El secuestro, las torturas y la posterior desaparición de las monjas francesas y las Madres de Plaza de Mayo “fue parte de un genocidio”, consideró ayer el abogado Luis Zamora al arrancar su alegato en el juicio oral por delitos de lesa humanidad en la megacausa ESMA. Zamora continuará hoy con su exposición y adelantó que pedirá que los imputados sean condenados “a prisión perpetua por privación ilegítima de la libertad, tormentos y homicidios en el marco de un genocidio”.
Zamora representa junto a Horacio Méndez Carrera la querella unificada de los familiares de las víctimas de la Iglesia de la Santa Cruz, que incluye a las francesas Leonnie Duquet y Alice Domon y a las Madres Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco.
El letrado expuso el operativo que entre el 8 y 10 de diciembre de 1977 secuestró a este grupo de militantes por los Derechos Humanos. “La fuerza de los principios éticos se mostró invencible ante la dictadura genocida”, manifestó en ese sentido sobre lo que denominó una “razia” represiva en contra de “personas que estaban juntando monedas para publicar una solicitada”. En su introducción, Zamora destacó el valor de los juicios por delitos de lesa humanidad, a los que calificó como “un paso al fin de la impunidad”, sin embargo lamentó que la justicia haya llegado 34 años después de que ocurrieran esos hechos. En el mismo sentido hizo alusión a los “obstáculos que puso el Estado desde 1983”, con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y los posteriores indultos.
Destacó el “esfuerzo formidable de Madres que con sus pañuelos blancos le gritaban al mundo lo que aquí ocurría”, al tiempo que recordó que “la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA tardó tres largos años en venir a la Argentina”, aunque destacó que la delegación recogió las denuncias de los familiares.
A través de fotografías, croquis, mapas, planos y hasta una reproducción virtual en tres dimensiones, Zamora explicó el funcionamiento del Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio que funcionaba principalmente en el Casino de Oficiales de la ESMA.
En la audiencia estuvieron presentes la mayoría de los acusados, entre ellos Alfredo Astiz y Jorge “El Tigre” Acosta, y sus familiares, ubicados en la bandeja superior de la sala AMIA de Comodoro Py, mientras que sus familiares cuestionaron burlonamente cada frase de Zamora.
Los alegatos por la megacausa ESMA coinciden con el descubrimiento de lo que se cree que es la tripulación del vuelo en el que el Grupo de la Santa Cruz fue arrojado al mar en la Costa Atlántica en la noche del 14 de diciembre de 1977. El lunes, luego de declarar ante el juez federal Sergio Torres, quedaron detenidos los ex pilotos de Prefectura Naval Argentina Alejandro D’Agostino, Enrique José De Saint Georges y Mario Daniel Arru. Junto a ellos también fue detenido el ex suboficial de la Marina Ricardo Rubén Ormello, quien confesó a compañeros de trabajo haber arrojado detenidos al mar. El abogado Gonzalo Dalmacio Torres de Toloza, señalado por el arrepentido Adolfo Scilingo como otro integrante de los vuelos, prestó declaración en su casa por problemas de salud.

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